La Epístola

Isidro Fabela # 999

Col. Tres Caminos

CP 50010 Toluca, Edo. Mex.

#155 Julio, 2007

Impreso en México

www.epistola.valera1909.com

Calendario

Julio 6 y 7, Pachuca: viernes y sábado, reunión de Predicadores. Mensajes asignados a Lorenzo Abarca de Morelia, Alberto Sotelo de Guadalajara, Juan Castillo de Toluca y Juan Girón de Querétaro. Además nos avisan que habrá un predicador sorpresa, por lo que advierten a cada uno que asiste que venga preparado para predicar, por si se le escoge. Croquis para llegar:

Julio 11 al 15, San Luís Potosí, J. García: miércoles a domingo, conferencia de Evangelismo, con pastor Roberto Espinosa y evangelista Marco Chaires.

Julio 19 al 22, Celaya: jueves a domingo, conferencia de evangelismo extranjero, con evangelistas Isaac Girón de Pachuca, y Guillermo Kincaid de Toluca.

Agosto 3 y 4, Zacatecas: Sábado y domingo, conferencia de exhortación, con pastores Natanael Aradillas y Mariano Alba.

Agosto 12 al 19, Aguascalientes, Mitla: Domingo a domingo, conferencia Tema Libre, con evangelista M. N. Jackson.

Agosto 16 al 19, León, Hidalgo y Coecillo: conferencia de evangelismo extranjero, con evangelistas de León Alberto Sotelo, Noé Castillo, Juan Tovar y Flavio Santoyo, y además pastores Mike Veach de Nueva York y Brian Thibault de San Antonio.

Octubre 3 al 7, Toluca: miércoles a domingo, conferencia de tema libre, con pastor Esteban Rosales.

Noviembre 30 a diciembre 2, San Luís Potosí, Selene: viernes a domingo, predicaciones de pastor Lyndell Kincaid y evangelista Guillermo Kincaid.

Diciembre 5 al 9, León, Hidalgo: miércoles a domingo, conferencia de tema libre con pastor Lyndell Kincaid.

Diciembre 12 al 16, Guadalajara: miércoles a domingo, conferencia de exhortación con evangelista Guillermo Kincaid.

Diciembre 17 al 23, Aguascalientes, Mitla: lunes a domingo, conferencia de tema libre, con evangelista Guillermo Kincaid.

 

El Tercer Templo

1 Y SALIDO Jesús, íbase del templo; y se llegaron sus discípulos, para mostrarle los edificios del templo.

2 Y respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? de cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruída.

Mateo 24

Salomón hizo el primer templo con las materiales que su padre rey David había juntado. En la vista de los Israelitas el templo era glorioso, algo evidente por la forma que lo describen, desde los autores de los Reyes hasta los recuerdos de los exiliados. Pero por sólo estudiar sus medidas y considerar su aspecto, no era tanto. Era relativamente pequeño y simple, comparado con otros templos religiosos del mundo. Compáralo con el gran templo de Artemis en Efeso, construido 400 años después de Salomón, una de las 7 maravillas del mundo antiguo, con 117 columnas, cada una 18 metros de alto. Ese templo, con otros de la historia griega pagana, fue destruido por San Juan Crisóstomo, patriarca de la iglesia bizantina, en el año 391. O compara el de Salomón con los templos egipcios de Abu Simbel, construidos por Faraón Rameses II, 300 años antes que Salomón, completo con cuatro estatuas de si mismo cada una 20 metros de alto. La fachada del complejo mayor, de 35 metros de ancho, fue ornamentada con decenas de esculturas, incluyendo 22 simios. Sus ruinas en Egipto fueron reubicadas antes de inundar el valle del Nilo por la construcción de la presa Aswan, pero su grandeza testifica de su majestad hasta ahora. La arquitectura del templo de Salomón, 10 por 30 metros máximo, no era de dimensiones impresionantes, ni su forma era creativa, y como edificio no era digno de mucho comentario.

Sin embargo, los accesorios del templo, y sus ornamentos y decoraciones, eran impresionantes. Ocuparon 100,000 talentos de oro y un millón de talentos de plata, sin contar el peso del bronce por ser "mucho," además de maderas invaluables, haciendo del santuario un lugar de mucho precio (1 Cró. 22.14). Por eso fue saqueado muchas veces antes que Nabucodonosor lo destruyó, 586 años antes de Cristo. Pero no fue por sus accesorios tampoco la gloria verdadera del templo de Salomón. Viéndolo bien, la única gloria que tuvo ese edificio era la misma que tuvo el tabernáculo. La gloria de Jehová lo hinchió (Exo. 40.34, 1 Re. 8.11). Judíos de entonces quizás no lo sabían, pero nosotros que tenemos el espíritu de Cristo no podemos pasarlo por alto. El edificio no era nada.

Cristo no fue impresionado con el templo. De hecho, hablaba del segundo templo, el cual era mucho más sencillo.

3 ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su primera gloria, y cual ahora la veis? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?

Haggeo 2

Unos cuántos hombres en tiempos de Haggeo habían visto ambos templos, habiendo pasado un poco más que 50 años entre la destrucción del primero y el comienzo de la construcción del segundo. Recuerda que Ciro proclamó el regreso de Judíos a Jerusalem para construir el segundo templo escasos 70 años después del cautiverio (Esd. 1.1,2, Jer. 25.11,12). El cautiverio empezó en el primer sitio de Jerusalem, un año antes del reino de Nabucodonosor (Jer. 25.1, Dan. 1.1), pero él no destruyó el templo hasta el año 19 de su reino (Jer. 52.12,13). Haggeo profetizó en el año segundo de Darío (Hag. 1.1), que coincida quizás 17 o 18 años después de los cimientos del segundo templo (Esd. 4.24). Así que, para cuando Haggeo menciona aquellos pocos que habían visto ambos templos para compararlos, habían pasado 67 o 68 años desde su destrucción. Habían visto el primer templo en su niñez, y ahora estaban comparándolo con el segundo, el cual no era de mucho parecer. Sin embargo, Dios les comunicaba que no deben desanimarse por eso.

9 La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

Haggeo 2

El segundo templo contaba con la promesa de ser de mayor gloria que el primero. Algunos Cristianos, mayormente dispensacionalistas como nosotros, (dispensacionalistas creemos entre otras cosas que Dios no ha terminado con el pueblo de Israel, sino que temporalmente dejó de tratar con ella hasta que la "dispensación" actual, el tiempo de Gentiles, se acaba), suponen que esto habla de un templo futuro, el tercer templo, mencionado por Ezequiel (40-47) y otros. Pero por la sencillez de lo dicho por Haggeo, me es claro que habla del segundo templo, aunque la profecía de mayor gloria no es inmediatamente clara.

Seguro, el edificio mismo no era de comparar ni con el de Salomón, algo que Haggeo aquí confiesa, y cuando incluimos en los cálculos las extraordinarias riquezas incorporadas en el primer templo, y la falta en el segundo del arca del testamento y otros utensilios renombrados, este segundo templo ni era una sombra pobre del primero. Sin embargo, alrededor del año 19 antes de Cristo Herodes I lo reconstruyó, y los Judíos en tiempo de Cristo observaron que tomó 46 años para terminar (Juan 2.20), por lo que calculamos que se terminó escasamente 7 años anterior a nuestro texto, obviamente terminado por su hijo, Herodes II. Esta reconstrucción del segundo templo no se consideraba un tercero porque conforme a las demandas de los sacerdotes, los sacrificios no se suspendieron durante su construcción. Sin lugar a dudas el templo de Herodes era una maravilla arquitectural. Herodes expandió el original monte Moría muchas veces su tamaño original, cimentando la expansión con piedras promediando un metro por un metro por 5 metros, con algunos hasta 3 x 4 por 15, pesando hasta 600 toneladas. El suelo de la explanada fue elevado por lo menos 6 metros. El piso y los edificios fueron construidos con mármol blanco importado que centelleaba en el día. Herodes pensaba competir con las siete maravillas del mundo en su día, incluyendo el gran pirámide de Egipto hecho miles de años antes, el coloso de Rodas, y el faro de Alejandría, la estructura más alta por milenios (135 metros). Obviamente su templo logró algún grado de maravilla, pues los mismos apóstoles parecían pasmados de su grandeza.

1 Y SALIENDO del templo, le dice uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios.

Marcos 13

Mateo dice que los discípulos precisamente le llegaron para "mostrarle" esos edificios como si fuera turista (Mat. 24.1). Lucas cuenta que hablaban entre sí que el templo tenía "hermosas piedras y dones," (Luc. 21.6), tales dones según Josefus siendo supuestamente despojos de los árabes en las conquistas de Herodes. No me cabe duda que si la promesa en Haggeo hablaba tan sólo de gloria de arquitectura, el templo de Herodes era de mayor gloria que el de Salomón. Pero Cristo no parece muy asombrado. Profetizó su total destrucción en evidente desdeño de su "gloria," aunque fue en este templo segundo que el velo se rasgó de alto a bajo (Mar. 15.38), y el temblor hendió las mismas piedras (Mat. 27.51), algo que Haggeo también mencionó (2.6,7). Quizás Haggeo refiere a esto como cumplimiento, el "Deseado de todas las Gentes" logrando la paz en este lugar (Hag. 2.9). ¿Mayor gloria? Creo que sí, pero otra vez recalcado, la gloria no consiste del edificio.

El segundo templo fue destruido por Tito, un general romano que más tarde se hizo emperador. Tito no derribó toda piedra, sin embargo, como Cristo profetizó (Mat. 24.2, Mar. 13.2, Lu 19.44, 21.6), si es que Cristo refería a aquellos cimientos de piedras enormes, y no tan sólo a los edificios encima. La pared de los cimientos todavía existe en Jerusalem, ahora llamada por los Judíos el "muro de lamentaciones." Si Cristo refería a esas piedras también, todas serán derribadas en el futuro, y su cumplimiento parcial en el primer siglo, lejos de insinuar duda acerca de la profecía, es confirmación que todo se llevará a cabo en el cumplimiento de su tiempo.

Algunos Israelíes modernos (como Tuvia Sagiv, www.templemount.org o N. Natan www.jerusalem_4thtemple.org) insisten que el muro famoso no es el de Herodes, sino del emperador Adriano, que reconstruyó la ciudad en su reinado. Adriano quiso reconstruir el sitio como monumento a sus dioses. Su construcción sobre el monte santo causó otra guerra en Palestina entre los años 132-135. Pocos arqueólogos concuerdan sin embargo con la teoría, uno porque no hay evidencia que Adriano hizo nada a la escala de Herodes, y por dos que lo que existe ahora en Jerusalem concuerda muy bien con las descripciones contemporáneas de la construcción anterior. Hay otras teorías, sin embargo, que desmienten el sitio exacto bajo el Domo. Pero hay que preguntar, porqué los musulmanes edificaron un Domo ahí, si no fuera el mismo lugar santo? Obviamente a la gran mayoría, el Domo de la Piedra, en medio de la extensión del monte, es el sitio santo. Aunque estas teorías no son nada populares, ni científicas, muchos Israelíes modernos tienen motivación para descubrir un fraude así, para suponer que el sitio santo de los Judíos no está bajo el Domo de la Piedra.

El Conflicto Moderno

Es que alrededor del fin del siglo 7 Musulmanes conquistaron a Jerusalem, venciendo a los Bizantinos. Destruyeron el templo "Cristiano" en el monte, el que había reemplazado el templo de Adriano, y construyeron un santuario sobre sus ruinas, supuestamente para conmemorar la ascensión de Mahoma al Cielo en su caballo de rayo. El santuario nuevo ahora incluye una mezquita llamada Al-Aqsa, que es un edificio para reuniones al lado sur de la explanada. En medio está el Domo de la Piedra, un monumento dedicado a la ascensión de Mahoma, y figurado como el sitio preciso del santuario Judío original. Todo el sitio santo ahora se conoce propiamente entre Musulmanes como Al-Haram Al Sharif, o tan sólo Al-Haram.

Británicos reconquistaron a Jerusalem en 1917, y Judíos tomaron toda la ciudad, incluyendo el monte santo, en 1967. Esta última guerra que hicieron era justificada, y su ocupación siguiente, aun durante muchas décadas es también justificada, por haber sido atacado en guerra, y estar desde entonces en un estado de guerra con la población Árabe, por su insaciable odio hacia la nación de Israel. Además, durante el control árabe del monte, no permitían a Judíos visitar el sitio, una injusticia imperdonable y francamente muy necia. Pero desde 1967 Judíos han podido visitar el monte, aunque el gobierno Israelí dejó el manejo del Al-Haram en manos de los Palestinos. Sin embargo los Judíos no visitan mucho al monte mismo, sino al muro occidental, su lugar tradicional de conmemorar la destrucción del templo y su esperanza de futura redención. Los mismos cleros Judíos prohíben pisar el monte santo por no ser ningún Judío purificado desde la destrucción. Así que, no parece necesario el conflicto. Los Musulmanes suben al Al-Haram, y los Judíos visitan el muro occidental en una calle de abajo.

Sin embargo, hay intenso interés en el monte por razones arqueológicas. Los Judíos obviamente quisieran excavar, para encontrar pistas invaluables de su antiguo pasado. Hay tradición antigua rabínica que el mismo arca del testimonio fue enterrado en el monte antes de la destrucción de Nabucodonosor. Pero Musulmanes niegan que el templo siquiera existió en el lugar, diciendo que Al-Aqsa fue hecho por Adam. No permiten ninguna excavación, ni por túneles abajo. Ellos sin embargo hacen constantes construcciones en el monte, llevando el escombro secretamente y tirándolo, evidentemente con la meta de borrar cualquier rasgo de Judaísmo abajo. Aunque la religión Judía no ocupa sacrificios, no requiere un sitio céntrico, y no tienen forma de restaurar el rito antiguo, faltando los utensilios sagrados y la misma orden de sacerdotes, y por esto, no están buscando necesariamente destruir el sitio musulmán (aunque ningún Musulmán lo cree, lógicamente), obviamente tienen mucho interés en el monte. Como nación los Israelíes no necesitan el monte santo, son una nación seglar, democrático, pluralista (libertad de religión), y ya ocupan toda Jerusalem. El antiguo templo no importa ya, y no tienen motivación razonable querer un nuevo templo, pues ningún Judío en el mundo supone necesario el templo para adorar a Dios. Pero la sistemática destrucción del monte por Árabes les incendia.

Sin embargo, existen algunos cuantos Judíos fanáticos que quieren destruir Al-Haram, y no les importa las consecuencias inmediatas. No son de las ramas mayores judías, o sea, Reformados, Conservadores ni Ortodoxos, ni siquiera son una mayoría de aquellos extraños "ultra-ortodoxos." En realidad son locos de remate. Se consideran obligados a quitar el "escándalo" Musulmán del monte santo, y aun re-instituir los sacrificios en un templo restaurado. Ni un Judío en mil es de esta opinión, por supuesto, siendo que la gran mayoría de Judíos no son religiosos, y muchos son ateos. Además, entre Judíos modernos la idea de sacrificios de animales es absurda, sin decir asquerosa.

Para ilustrar la locura, entre estos muy pocos fanáticos existe la suposición que el mayor impedimento para restaurar el rito antiguo es la falta de una vaca bermeja (café-roja), conforme a Números 19.2, sacrificio de la cual era necesario para purificar el tabernáculo, y los sacerdotes. No creen tanto obstáculo el hecho que no saben quienes son levitas, mucho menos quienes son aaronitas, para poder formar la clase de sacerdotes necesarias para tales ritos. Nada de esto los para, no obstante. Hace poco nació en Israel una vaca bermeja, "Melody" su nombre, que despertó esperanzas en muchos Israelíes que el sueño de los locos pudiera materializarse. A los tres años brotó pelos blancos en la cola, sin embargo, lo cual según ellos la descalificó (por curiosa lógica que la vaca de Números 19 era de color café-rojo pero no tenía ni un solo pelo blanco en todo el cuerpo, algo no especificado en el texto, ni por el criterio "perfecta, en la cual no haya falta"). Algunos de estos locos (el grupo asociado con Yosef Elboim, por ejemplo, www.ldolphin.org/recent.html) están criando hijos para tomar la responsabilidad del sacerdocio, apartándolos desde nacimiento en aldeas secretas, ni permitiendo que tocaren el suelo (para que no pisaren una tumba inadvertidamente). Tontería, si me preguntas, porque con las cenizas de la vaca se pueden purificar cuando llega el momento. Escogen estos niños de entre Judíos cuyos apellidos indican descendencia levítica y aarónica (como "Cohen"). Y según los informes varias familias ya entregaron un niño para ser criado así. Como dije, son pocos, y son locos.

La existencia de fanáticos no es el problema, sin embargo, siempre y cuando actúan dentro de la ley, o sean tan marginados en la sociedad que nadie les toma en serio. En toda sociedad hay locos. La jerarquía Judía no pretende ninguna autoridad sobre el monte santo, por su clara doctrina, y muy razonable, que solamente el Mesías verdadero puede restaurar el rito, y que mientras, ningún Judío es purificado para pisar el monte. Pero estos locos Judíos, difícilmente pasando unos cientos de personas, constituyen un elemento peligroso muy más allá de sus números. Han intentado destruir el Domo de la Piedra muchas veces. Cada vez ha causado muchas muertes por la reacción de los Árabes, que sienten sitiados por el control de Israelíes ocupando toda Jerusalem. Desde 1967 cuando Israel tomó control militar del santuario, Musulmanes en todo el mundo se han preocupado por el santuario en manos Judías, muchos preparados a defenderlo con sus vidas. Todos también imaginan conspiración oficial del gobierno Israelí para destruirlo. Cada atentado les confirma sus peores temores y sospechas. Actualmente imames hacen excavaciones para comprobar que no es el sitio del templo de Herodes, cuales enfurecen a los Judíos sensibles de su arqueología invaluable. La literatura oficial turística de Al-Haram afirma absurdamente que no hay evidencia que fuera el mismo lugar. El Domo y la Mezquita tienen una exagerada importancia a Musulmanes en todo el mundo, lógicamente. Los Israelíes saben esto y no piensan permitir unos locos provocar una guerra interminable. Por eso algunos arqueólogos Israelíes están dispuestos a suponer que ni siquiera es el sitio original. No es lógico, pero están motivados por evitar una tercera guerra mundial.

Papel de Evangélicos

Pero para mí lo más absurdo de todo esto es el papel de Evangélicos en el conflicto. Evangélicos han sido movedores principales del "Sionismo" desde aun antes que los Puritanos se hicieron milenialistas fervientes, pero especialmente después del desarrollo de Dispensacionalismo por John Darby (1830). Desde entonces la misma cultura de Inglaterra se hizo Sionista, activamente procurando volver los Judíos a Palestina. Los mismos Judíos no fueron Sionistas hasta ver la fe de los Evangélicos, aunque no lo admitirán, seguramente. En la mente de los nuevos creyentes, volver a su tierra era su destino profetizado, prácticamente posible, y moralmente obligatorio. Los primeros Sionistas judíos emigraron a Palestina alrededor del comienzo del siglo 20, aunque pocos. Luego, en la primera guerra mundial tropas Británicas conquistaron a Palestina, quitándola de los Turcos, y considerando evidencia escrita de la época, la conquistaron por la motivación mayor de abrirlo a Judíos. Palestina se consideraba mayormente desierto, hogar de unos cuantos nómadas, y los simples Británicos no previeron conflicto. La declaración Balfour abriendo Palestina a la inmigración judía, fue publicada antes del fin de la guerra, meses después de su ocupación por tropas Inglesas (1917). Judíos inmigrando compraron terrenos libremente, tantos entrando durante la primera década que la población Israelí pasaba la de Árabes.

Al ver esto los Árabes empezaron una guerrilla, atacando a Judíos que habían comprado sus terrenos legítimamente. Británicos no podían proteger a los Israelíes, y así que estos postreros volvieron la violencia contra Árabes, y ambos atacaban a los Británicos. Después de la Guerra Mundial segunda Gran Britania anunció su retiro. La ONU partió una porción pequeña de Palestina para establecer la nación de Israel, mayormente ciudades de la costa mediterránea. Los países Árabes alrededor formaron sus ejércitos a las orillas de estas ciudades, preparando atacar el momento que las tropas Británicas partieran, para volver los Judíos a la mar. La guerra siguiente, milagrosamente, terminó con Israel ocupando 80 porciento de Palestina, y más de la mitad de Jerusalem moderna. Hasta ahí podemos ver que el conflicto del medio oriente desciende directamente de la doctrina evangélica, este "evangelio del reino" (Mat. 24.14), el evangelio que especialmente enfatiza la segunda venida de Cristo para reinar con los Judíos en su tierra, llamado técnicamente "Premilenialismo Dispensacionalista."

Hasta ahí no me molesta. Nadie legítimamente puede culpar a los Israelíes por comprar terreno legalmente, y luego defenderse en guerra. Tampoco pueden lógicamente culparles por ocupar las tierras ganadas en la guerra de independencia, ni por rehusar rendir las tierras ocupadas en la guerra de 1967 mientras los que les atacaron no renuncien la agresión. Tampoco culpo a los Evangélicos por su interés en el bienestar de Judíos. La doctrina es bíblica, innegable del punto de vista de creyentes. Y aun con la ayuda de Evangélicos en todo el mundo, el re-establecimiento de la nación de Israel en su tierra de origen es un milagro asombroso. El logro es causa de fuerte convicción que las profecías milenarias, interpretadas literalmente como solemos los Evangélicos, se están cumpliendo al pie de la letra aun en nuestra generación.

Evangélicos Metiches

Pero algo que verdaderamente me molesta es la involucración de Evangélicos en la situación política de Israel moderno, y especialmente en este conflicto absurdo acerca del tercer templo. Es que un gran número de los Evangélicos ahora están activamente involucrados en proyectos para restaurar el templo. Aquellos locos Judíos terroristas que cada rato intentan demoler el Domo, y sus pocas decenas de apoyadores hubieran desaparecido del escenario hace décadas por falta de adeptos y recursos económicos. Pero ahora, con la llegada de Evangélicos metiches, pastores que quieren ser jugadores principales en las profecías, están llenando los cofres de estos Judíos locos, y dándoles el medio de lograr sus objetivos incendiarios.

Considera los nombres que ahora se están asociando con los grupos fanáticos Judíos. Hal Lindsey, argumentablemente el autor Cristiano más influyente del siglo 20 por su libro "Late Great Planet Earth" (Postrer Grande Planeta Tierra), con cientos de millones vendidos, ahora sostiene y promueve la posición del Judío Dr. Asher Kaufman, que el templo original no estaba bajo el Domo de la Piedra, sino bajo el Domo de los Espíritus, muy al norte de la explanada, insinuando que el tercer templo puede ser construida sin demora, y sin demoler el más importante sitio Musulmán. No importa que los Musulmanes lo considerarían un sacrilegio compartir Al-Haram con Judíos, ni que rendir un poco sería el primer paso en perder todo. Kaufman busca el tercer templo, sin saber porqué, sin interesarle las consecuencias espantosas de la guerra subsiguiente.

O considera John Hagee, pastor Pentecostal de una mega-iglesia en San Antonio, con audiencia de millones en toda la nación y el mundo, que activamente se opone al proceso de paz entre Israel y Palestinos, porque demorará el anexamiento permanente de tierras ocupadas, incluyendo obviamente Jerusalem árabe. Hagee levanta grandes sumas de donaciones para los establecimientos nuevos judíos en territorio árabe, invariablemente ocupados por ultra-ortodoxos cuya meta es la expulsión de los árabes de sus tierras personales durante siglos, y si eso no es injusticia suficiente, parte de estos fondos invariablemente termina repartido entre los tercer templistas.

Añade a estos Chuck Smith, mega-pastor de Los Ángeles, ahora asociado con Kaufman, pero antes con otro Israelí más loco aun, ahora muerto, Stanley Goldfoot, terrorista Israelí, planeador del asesinato del negociador de la ONU conde Bernadotte en 1948. Smith ayudó a Goldfoot levantar fondos para sus metas ultra-nacionalistas, como el movimiento de establecimientos en territorio palestino y reconstrucción del templo. Otro, Jan Willem van der Hoeven, pastor Holandés que ahora tiene una congregación evangélica meramente en Jerusalem, que suele regañar a los Judíos de ahí por estar satisfechos con un "estúpido muro de lamentación" {Gershom Gorenberg, End of Days, 2000, Free Press, NY, p. 161}. Su deseo es fomentar un movimiento popular que quitará la abominación del monte.

O Pat Robertson, Evangélico Carismático famoso, varias veces candidato republicano para presidente, que invitó a un tal Gershom Salomón a su programa de televisión. Salomón es cabeza de Fieles del Monte del Templo (www.templemountfaithful.org), una organización Judía que publica anchamente su demanda de destruir el Domo de la Piedra, y remover todo escándalo musulmán del monte santo. Cada año hace una peregrinación hacia el Domo con su decena de "fieles" para profanar el sagrario musulmán, y cada año policías Israelíes le regresan a casa antes que pueda causar otro alboroto que priva la vida a cientos de personas, escenario no solamente posible, y probable, pero que ha sucedido muchas veces, cada vez que ha habido conflicto sobre el monte. Ahora Salomón hace su peregrinación no con diez extraños Judíos extremistas, sino con cientos de "Cristianos" cuya meta es ver las profecías materializarse en frente de sus ojos. Dios nos avisó de estos locos que buscan acelerar los acontecimientos más espantosos del fin:

18 ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no luz:

Amos 5

Considera Dennis Rohan, Australiano miembro de la Iglesia de Dios Mundial (secta de Herbert Armstrong, que enseña que Británicos son Israelitas), que visitó la mezquita Al-Aqsa en 1969 como turista, y adentro abrió su mochila, sacó vasos de petroleo, mojó pañuelos y los encendió sobre el púlpito de madera, saliendo del santuario tan pacíficamente como entró. El incendio que siguió casi destruyó la mezquita, y casi inició otra guerra. El día siguiente Gamal Nassar, presidente de Egipto, y el Rey Faisal de Arabia Saudita, ambos alertaron sus tropas para una guerra para liberar a Jerusalem. Autoridades Israelíes arrestaron a Rohan, pero concluyeron que era legalmente "demente," no responsable por sus acciones. En ojos de Judíos incrédulos lo que hizo era "demente," pero nosotros entendemos su motivación. Quería acelerar el fin del mundo. Era responsable por sus acciones, e increíblemente irresponsable a la vez. Estaba siguiendo lógicamente ejemplos y fanatismos de Evangélicos no dementes, sino necios e irresponsables.

La Culpa de Evangélicos

Lo que me concierne no es la doctrina de estos Evangélicos, aunque este último no era de una secta Evangélica legítima. La mayoría de estos creen casi idéntico a nosotros. Pero se han hechizado con la euforia del renacimiento de Israel como nación. Lo ven naturalmente como una maravilla de nuestro día. Pero por lo mismo se han olvidado de la urgencia de su renacimiento espiritual. Su error es multiforme. En primer lugar se están asociando con Judíos irrazonables. Estos no son Judíos ordinarios, ni forman algún segmento considerable de la sociedad Israelí. Son hombres perturbados, maniáticos y arriesgados, cuyo único propósito es absurdo, irrelevante, humanamente imposible, y peor que todo, sumamente peligroso para millones de inocentes que no tienen porqué morir antes del fin. Estos locos, si no piensan iniciar una guerra para forzar a la nación de Israel correr a los árabes, aun los pacíficos, de sus hogares legítimos, algo que ni Dios hará en aquel día (Jer. 12.16), por lo menos no les importa cuáles serán las consecuencias.

Pero además, no deben olvidar, estos Judíos locos también son incrédulos. No creen a los apóstoles ni al Nuevo Testamento. No creen en Cristo. Creen profundamente que nuestro Señor es un falso profeta, un estafador, un enemigo de Dios. Utilizan la estupidez de sus Cristianos aliados, por el dinero que tienen, no por semejanza de fe. Ningún Cristiano debe asociarse con estos. Debe evangelizarles, arrebatándoles del fuego quizás, pero aborreciendo aun la ropa que han contaminado con sus pecados. ¿Cuántos de estos Judíos fanáticos seguirían la alianza si los Cristianos evangelizan a los Judíos como deben? ¿Cuánto tiempo estos locos Judíos aceptarían la tregua con Evangélicos mientras demostramos nuestro verdadero amor hacia Palestinos?

14 No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas?

2 Corintios 6

Pero peor que estos errores es su imaginación absurda que están haciendo la obra de Dios por restaurar el templo judaico, como cumplimiento de profecía. Es cierto que el templo será reconstruido, por referencias abundantes, como Ezequiel 40 al 47 y Apocalipsis 11. Es cierto que el "hombre de pecado" se sentará en el templo de Dios como Dios (2 Tes. 2.4). Pero no hay la más mínima indicación en las escrituras que nosotros como Cristianos debemos involucrarnos en reconstruir el templo. ¿O acaso olvidaron la escritura?

24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, éste, como sea Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos,

Hechos 17

Cristo desdeñó la gloria del segundo templo mientras existía (Mat. 24.2), viéndolo como algo prontamente innecesario (Juan 4.21), y ahora Cristianos evangélicos insanos están juntando dinero, millones de dólares por año, y a veces depositándolo en las manos de unos cuantos terroristas, cuyo designio es robo, escándalo y aun asesinato. El hecho de que tales terroristas son inusualmente Judíos no es justificación. Estos no quieren ni prosiguen justicia, igualdad, ni beneficio mutuo entre Judíos y Árabes en Palestina. No quieren paz, ni siquiera libertad de religión, y cuánto menos ayudan la causa del evangelio, para que sean salvos. Evangélicos deben considerar que mientras piensan cumplir las profecías (que no pueden fallar), pueden ser directamente responsables por una guerra espantosa que ni siquiera es profetizada, y que no es la voluntad de Dios. No podemos acelerar las profecías. No podemos forzar la mano de Dios. Son idiotas los que intentan.

Ambos lados del conflicto en el medio oriente son incrédulos de remate, pero son verdaderamente humanos, hechos en la imagen de Dios, y por eso dignos de la vida que Dios les dio, y aun más, desde nuestro punto de vista, objetos del amor de Dios, y señalados para recibir el evangelio persuasivamente de nosotros. Ningún Evangélico debe meterse en negocios ajenos (1 Pe. 4.15) pero mucho menos este de demoler el Domo y construir un "tercer templo." No nos hace falta el templo, pues somos el templo (2 Cor. 6.16). A nadie les hace falta el templo, ni a Judíos ni a Musulmanes. Necesitan a Cristo. Si Judíos incrédulos y maniáticos quieren hacer un tercer templo, y parece que esa decisión formará parte del apocalipsis venidero, pues que lo hagan sin nosotros. No tenemos porqué involucrarnos. Pero los Judíos ordinarios no quieren un templo. Son mayormente Cristianos, y todos estos idiotas, que lo quieren. Y si esta fascinación con el tercer templo por parte de los que conocen a Cristo causa una conflagración entre aquellos que no le conocen, Cristianos llevarán su culpa. Sus manos no son limpios de sangre. Los escándalos vendrán, seguramente, pero ay de aquel por quien vienen.