La Epístola

Isidro Fabela # 999

Col. Tres Caminos

CP 50010 Toluca, Edo. Mex.

#138 Febrero, 2006

Impreso en México

Calendario

Febrero 3 al 5, Aguascalientes, San Marcos, Evangelismo Extranjero (local), Guillermo Kincaid y Marco Chaires.

Febrero 16 al 19, León: jueves a domingo, conferencia de exhortación, con Marco Chaires y Guillermo Kincaid.

Marzo 8 al 12, Aguascalientes, Mitla: miércoles a domingo, conferencia de evangelismo extranjero, con Ramiro García y Guillermo Kincaid.

Marzo 18 y 19, Pachuca: Sábado y domingo, predicará a la iglesia misionero Alberto Sotelo de Guadalajara.

Abril 1 y 2, Zacatecas: Conferencia de exhortación (tema libre), con Juan Castillo, misionero a Toluca.

Abril 9 al 16, San Antonio: Conferencia de evangelismo extranjero. Este año esperamos la participación también de Miguel y Jenny Riggs, y de Corey y Magda Riggs, que estarán visitando desde Polonia.

Abril 10 al 15, León: Semana Santa, campaña evangelística en la cual regresan los evangelistas enviadas de León para predicar en las calles de León otra vez.

Junio 4 al 11, Querétaro: Conferencia de tema libre para ambas congregaciones con Miguel N. Jackson y Juan Castillo.

Julio 7 y 8, Toluca: Reunión de Predicadores en casa de Miguel N. Jackson, a partir del viernes a las 7 pm.

Agosto 2 al 6, Aguascalientes, Mitla: miércoles a domingo, conferencia de tema libre, con Miguel N. Jackson.

Agosto 4 al 13, San Antonio: viernes al segundo domingo, conferencia de avivamiento, con Guillermo Kincaid.

Diciembre 4 al 11,Querétaro: domingo a domingo, Conferencia de evangelismo extranjero, con Lyndell Kincaid, Manuel Ojeda e Isaac Girón.

Noticias

San Luís Potosí, Selene, apartan cada primer sábado del mes para tener reuniones en el Rancho Hidalgo, y tienen alrededor de 20 congregados.

Dios No Puede

2 Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.

Job 42

¿Puede Dios hacer una piedra tan grande que no la puede mover? Para algunos esta pregunta representa su primer experimento en el mundo exótico de hipótesis. Jóvenes me la han preguntando como si fuera una polémica realmente profunda, confundiendo aun a los filósofos antiguos. Pero en realidad es solamente un dilema semántico, nada mas que un juego de palabras. El chiste para estos pobres pensadores es en pronunciar las palabras "Dios no puede." Suponen que para un "todopoderoso" nunca se debe decir "no puede." No examinan el tema mas profundamente que eso, y se quedan hipnotizados por su propio intelecto imaginado. Sin embargo, aunque Dios "todo lo puede," las palabras "Dios no puede" no son extrañas, ni contrarias a la revelación divina. Muchas veces los autores bíblicos, para manifestar la naturaleza de Dios, nos informan de cosas que Dios no puede hacer. No es un enigma, no es ningún misterio. Si Dios "puede todo" sigue naturalmente que le es imposible ser débil, no se puede cansar, le es imposible fracasar. ¿No ves? No es tan difícil. Dos negativas hacen una positiva. "Imposible fracasar," dos negativas, significan la misma frase positiva "siempre logra." Por supuesto que Dios no puede hacer una piedra tan grande que no la puede mover. Dios no puede no poder. Dios no puede hacer una piedra tan pequeña que no la puede ver. Dios no puede tirar una piedra tan lejos que no la puede hallar. Dios no puede ser menos de lo que es. ¿Cuál es el problema? Tales son polémicas interesantes a mentes pequeñas.

En la Biblia hay muchas descripciones negativas del carácter de Dios, y todas se relacionan entre sí. No puedes considerar una sin considerar todas. Las imposibilidades para Dios son varias expresiones similares que nos ayudan conocerle. Quizás la más conocida de estas expresiones es que Dios no puede mentir.

Dios no puede mentir

2 Para la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no puede mentir, prometió antes de los tiempos de los siglos,

Tito 1

18 Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos á trabarnos de la esperanza propuesta:

Hebreos 6

Bueno, hay dos sentidos en que no es posible a Dios mentir. La primera no es una imposibilidad absoluta, como que no pudiera pronunciar algo falso aun si quisiera, sino precisamente porque nunca querría. Es imposible para Dios mentir porque carece de motivación, y obviamente no puede mentir por accidente. Absolutamente no tiene porqué mentir. No tiene nada que ganar, nada que probar, nada que esconder, nadie que impresionar, nadie que temer, nadie que vencer.

Pero es mas que eso. Existe una intrínseca imposibilidad a Dios mentir. Dios no puede pronunciar algo falso, ni aun si quisiera. Si lo dudas es normal. La mentira es tan común al hombre, tan característica, tan natural, que el concepto de no poder mentir, de ser irrealizable mentir, no nos cabe. Podemos imaginar la decisión de Dios no mentir, aun la determinación de Dios no mentir. Podemos comprender el odio de Dios hacia la mentira, aun la pasión de Dios en contra de la mentira. Pero no alcanzamos percibir la idea de ser imposible mentir, sencillamente porque la oportunidad de hacerlo es siempre presente. Para nosotros el hecho de hablar es la constante ocasión de mentir. Nunca hablamos sin la posibilidad de mentir. Así que, nos es imposible no mentir. O sea, si siempre estamos expuestos a la oportunidad, estadísticamente nos es imposible siempre resistir. Y cada vez que mentimos, mas fácil nos es mentir otra vez. Y con cada mentira, otra mentira se hace necesario. Y terminamos, no con la perpetua posibilidad, sino con la fatalidad, la necesidad de mentir. En poco tiempo nos hacemos incapaces de decir la pura verdad nunca. No podemos hablar sin también mentir.

Aun si definimos la mentira estrictamente, reconociendo la diferencia entre una mentira y un error, y solamente considerando mentiras motivadas por egoísmo, descontando mentiritas que hablamos por no ofender, o las de cortesía, no pasa una hora consciente que no somos culpables. Mentimos aun en nuestros sueños. Nos engañamos a nosotros mismos. Mentira es tanto parte de nuestra experiencia, pensamientos y habla que ya no podemos distinguir entre verdad y mentira. No solamente no podemos confiar en otros, no podemos confiar en nuestra propia memoria. Al contar experiencias propias olvidamos la verdad, mejoramos la verdad, seleccionamos la verdad, exageramos la verdad. Redondeamos por interés propio, abreviamos para esconder algo, fingimos, aparentamos, a veces callamos para engañar. ¿Cómo entender la imposibilidad de mentir?

Pero hay algo acerca de Dios que le hace primordialmente imposible mentir. Es que cuando Dios habla, crea. Todo existe por su palabra. Dios "llama las cosas que no son, como las que son" y entonces son. Si pudiera Dios mentir, la mentira se convertiría en verdad, porque al salir de su boca, se convierte a realidad. Todas las cosas son sustentadas por su palabra. Así que, le es imposible mentir, aun si quisiera.

Dios no puede ser tentado

13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta á alguno:

Santiago 1

También relacionado con la imposibilidad de mentir es la constitutiva imposibilidad de tentar o de ser tentado por otros. Estos también son principios inseparables, por si no lo has pensado. La razón que Dios no puede tentar a otro con maldad es precisamente porque no puede ser tentado con maldad. Un vendedor honesto no puede vender lo que no sirve, lo que no quiere, lo que no valora. No tiene herramientas lógicas para persuadir al no decidido. Sería como a una mujer persuadiendo al hombre no llevarle a cenar fuera. Es impensable. No tiene ningún argumento con que empezar. Es destinado a fracasar.

Pero obviamente Dios no puede ser tentado con lo malo porque no puede ignorar todos los aspectos, consecuencias y resultados de cada decisión. Tentación es engaño. Es una apariencia superficial escondiendo una realidad diferente. Una ramera se cubre de maquillaje y pone minifalda por una razón. Pero es imposible a Dios pasar por alto ninguna lógica, argumento o sabiduría. Sería como un hombre espiritual y noble seducido por una mujer vana, macha y majadera, muy fea, sin maquillaje, con piojos, y llagas en todo su cuerpo. Es inconcebible.

Pero es más que incomprensible. Tentación es imposible a Dios por la naturaleza de tentación misma. Tentar por definición es probar algo que en algún sentido es desconocido o nuevo. La palabra desciende de raíz en Latín que significa "palpar," tocar con la mano, implicando curiosear, investigar y probar. Lógicamente nada es nuevo a Dios, él es el origen de todo. Todo viene de él, y todo por el "subsiste."

17 Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten:

Colosenses 1

Así que, no puede tener curiosidad, no puede probar algo nuevo, no puede desear lo que no tiene, porque si no lo tiene, es porque no lo quiere. Y si no lo quiere, no es tentación. Tentación depende de carencia y deseo, y como "el alma harta huella el panal de miel" así es Dios con todo lo que pudiera teóricamente desear. Tentación para Dios es inimaginable.

Obviamente, si no puede ser tentado, no puede pecar, y siendo de su misma naturaleza, la simiente de Dios tampoco puede pecar.

9 Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

1 Juan 3

Los que creen en la perfección impecable, incluyendo a John Wesley y varios grupos pentecostales ahora, tienen que "explicar" esto, diciendo que el cristiano "no practica pecado," explicación que indefensiblemente se encuentra agregada al mismo texto de la versión 1960. "No hace pecado" puede entenderse como "no practica pecado," pero el contexto hace claro que esto es más que un hecho o logro. Es una imposibilidad. No dice, "no puede pecar sin consecuencias severas." Dice que "no puede pecar," y eso porque Dios no puede pecar. Cristianos pecan, sin excepción, pero la naturaleza divina en el cristiano (su simiente) no puede pecar, porque es nacido de Dios.

Dios no puede mudar

Junto con la nativa imposibilidad de curiosear Dios no puede cambiar. No puede aprender, no puede descubrir, no puede crecer.

17 Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Santiago 1

No puede cambiar su naturaleza.

6 Porque yo Jehová, no me mudo; y así vosotros, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.

Malaquías 3

No puede cambiar su decisión.

19 Dios no es hombre, para que mienta; ni hijo de hombre para que se arrepienta: el dijo, ¿y no hará?; habló, ¿y no lo ejecutará?

Números 23

29 Porque sin arrepentimiento son las mercedes y la vocación de Dios.

Romanos 11

Y no puede cambiar su opinión.

29 Y también el Vencedor de Israel no mentirá, ni se arrepentirá: porque no es hombre para que se arrepienta.

1 Samuel 15

24 Jehová de los ejércitos juró, diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado:

Isaías 14

El problema aquí es que a veces la Biblia dice que Dios se arrepiente.

6 Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón.

Génesis 6

Aunque es imposible para Dios arrepentirse, o cambiar de opinión, esto tampoco es una contradicción. Algunos entienden aquí una metáfora divina, que Dios se expresa como hombre para que el hombre entienda. Que Dios está hablando en nuestro idioma, no el de palabras, sino el idioma de emociones y experiencias. Supuestamente se representa con emociones humanas aunque no las tiene en realidad. Esa explicación no me suena. Demasiadas veces Dios se expresa emotivamente. Me parece por su revelación propia que Dios es un ser emocional. Ama y odia, se alegra y se lamenta. Así que, si aquí nos dice que algo le pesó en su corazón, no creo que es metáfora.

Así que, me quedo con la explicación que esto habla de diferente categoría de arrepentimiento. El arrepentimiento personal es cambiar de opinión o decisión propia, lo cual Dios no puede hacer, porque es imposible a su naturaleza. Dios es firme. No se puede madurar, ni desarrollar. Pero existe un arrepentimiento que es solamente reacción. No es decisión u opinión, no es capricho o humor, sino es una reacción natural. Cambiar de emoción no es cambiar personalmente. Dios tiene sentimientos que por definición cambian conforme a la experiencia "sentida." Antes del pecado Dios llamó todo "bueno." Le gustó. Pero después del pecado se disgustó. Su emoción cambió porque emoción es una reacción. Esto no habla de su carácter, y no es contradicción. De hecho, tal cambio de reacción define el inmutable carácter de Dios. Creo que esto es sencillo, pero para expresarlo en la forma mas complicada posible, Dios no puede arrepentirse de haberse arrepentido emocionalmente, porque su emoción en tal circunstancia tenía inmutablemente que cambiar.

14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer á su pueblo.

Éxodo 32

8 Empero si esas gentes se convirtieren de su maldad, de que habré hablado, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles.

Jeremías 18

El arrepentimiento divino es solamente reactivo, o sea, condicional. Dios puso una condición dependiendo de la cual Dios reaccionaría. Pero el cambio es en el otro, no en Dios. La decisión de Dios es el mismo, inmutable e irreversible. La "inmutabilidad" de las decisiones y la opinión, o "consejo" de Dios se menciona específicamente en la Biblia para recalcar la confiabilidad, inflexibilidad y permanencia de sus promesas, cuales incluyen sus reacciones a promesas condicionales.

17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente á los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento;

Hebreos 6

Aquí ha otro aspecto de su inmutabilidad. Es imposible que su consejo, o su opinión, cambie, pero junto con esa fría realidad Dios añade su juramento. Esto lo hace varias veces.

4 Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melchîsedech.

Salmo 110

24 Jehová de los ejércitos juró, diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado:

Isaías 14

El juramento no es para concretar su consejo, ni es una decisión mas profunda, pues no había necesidad de jurar lo que era imposible para él ni siquiera considerar más profundamente.

18 Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos á trabarnos de la esperanza propuesta:

Hebreos 6

El juramento sin embargo es algo que humanos reconocemos como inalterable, y si para hombres es invariable un juramento, cuanto más para Dios. Dios no solamente es inmutable, quiere que los hombres confiemos en su inmutabilidad, por eso hizo sus promesas doblemente imborrables, por la inmutabilidad natural de su "consejo," y por la intrínseca inmutabilidad de un juramento.

Dios no puede ser burlado

7 No os engañéis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Gálatas 6

Inseparable de la imposibilidad de mudar es que Dios tampoco puede ser burlado. Cuando dice "burlado," no quiere decir que nadie puede mofarse de Dios en esta vida. Muchos han mofado a Dios, y el espanto será palpable cuando a Dios se le pega la risa. Más bien, superficialmente significa que nadie puede engañarle, nadie puede esconder nada de él, es imposible a Dios pasar algo por alto. No es solamente porque Dios es muy listo, ni por ser todosabio, porque sabemos que Dios puede por su propia decisión olvidar cosas.

17 Añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados é iniquidades.

Hebreos 10

No es lógico decir que Dios puede olvidar, siendo inmutable, pero la Biblia nunca dice que no puede olvidar, así que, aparentemente Dios puede decidir no recordar. Pero no puede ser engañado.

Más profundamente, la idea de "burlar a Dios" indica que algún designio de Dios no se cumpliera, y especialmente por la decisión de otro. Así que, es imposible que el propósito, el plan, el objetivo de Dios fallara. No es que Dios hará lo necesario para cumplirlo, y cuando hay contratiempos, los puede superar. Es más que eso. No puede ser frustrado porque el éxito está inmiscuido en la misma creación. Todo lo que Dios decidió hacer desde el principio, se cumplirá, sin más esfuerzo de Dios, no obstante todas las apariencias contrarias en el momento. Pero más precisamente, aquí afirma que ningún ser puede evitar el objetivo de Dios. El Diablo no puede frustrar el deseo de Dios en la salvación de ningún hombre. Ningún hombre puede frustrarle. Si hay alguna verdad que hace claro la última y determinada elección de Dios es esta imposibilidad. Dios no puede ser frustrado.

Dios no puede negarse a sí mismo

Ahora, el más profundo de estos aspectos negativos de Dios es que Dios no se puede negar a sí mismo.

11 Es palabra fiel: Que si somos muertos con él, también viviremos con él:

12 Si sufrimos, también reinaremos con él: si negáremos, él también nos negará:

13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel: no se puede negar á sí mismo.

2 Timoteo 2

Esto no significa lo que ya hemos visto, que Dios no puede negar lo que una vez afirmó. Obviamente si sabe todo perfectamente, incluyendo el futuro, no puede cambiar de opinión. Y si hizo juramento, no puede ahora pesquisar.

25 Lazo es al hombre el devorar lo santo, y andar pesquisando después de los votos.

Proverbios 20

Sin embargo, dice que Dios no puede negarse a sí mismo. Superficialmente significa que Dios no puede negar quién es, ni negar cómo es. Me recuerda de aquella vez Cristo explicó algo similar.

55 Y no le conocéis: mas yo le conozco; y si dijere que no le conozco, seré como vosotros mentiroso: mas le conozco, y guardo su palabra.

Juan 8

Quizás parecía atrevido siempre expresarlo, o innecesario siempre repetir quién era. Quizás hubiera sido "sabio" callar en ciertas ocasiones, pero Cristo no podía callar. No podía negar quién era, ni quién conocía. Era contrario a su naturaleza guardar silencio al respeto.

Sin embargo, el concepto de Dios negándose a sí mismo tenemos que relacionar al contexto. No podemos separar este dicho del versículo anterior, en que algunos niegan a Dios, y por eso Dios niega a ellos. En la antigüedad el concepto de negar una persona era exclusivo al Nuevo Testamento. Negarse una cosa es un concepto muy conocido, aun en literatura griega clásica, pero Jesús originó el uso de "negar" a una persona. Habló no solo de negarle a él, sino también de negarse a uno mismo.

23 Y decía á todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame.

Lucas 9

Por ser extraño, muchos pensaron que esto significa negarse cosas de esta vida. Todas las ramas cristianas desde antigüedad han aplicado esta frase por medio de abstinencias, premiando pobreza y sufrimiento. Históricamente ha producido un cristianismo no solamente ascético, pasivo y anti-progresivo, sino también introvertido e hipócrita. Pero la idea que para ser salvo uno tiene que no disfrutar de esta vida no es bíblica. El amar la vida y ver buenos días es el objetivo de cristianos también (1 Pe. 3.10). Juan Bautista vino en camino de abstinencia, pero Jesucristo comía y bebía (Mat. 11.19). Abstenerse de cosas buenas es inaplicable consistentemente a la vida humana. No podemos abstener de comida y bebida, y cuando uno tiene hambre, es imposible no disfrutar la comida mas blanda. Los apóstoles eran mucho más razonables y balanceados.

2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad.

3 Juan 1

En realidad, "negarse a sí mismo" es diferente concepto que "negar algo a sí mismo." Gramáticamente son diferent

es frases. En una la persona es el objeto directo de la negación, en la otra la persona es el objeto indirecto (la cosa es el objeto directo). Negarse a sí mismo es el rechazo de nuestra misma persona, que es lo que hicimos en aceptar a Jesucristo. Negamos todo mérito propio, rehusamos todos nuestros derechos, admitimos nuestra condenación justa, y nos entregamos a Jesús confiando en la pura misericordia. En realidad, esto es exactamente opuesto a la idea de abstinencias para lograr méritos.

Entonces, en el contexto, negar a Cristo es negar su persona, o sea, quién es, su especial dignidad, su relación con Dios. O es rehusar asociación o identificación con él. En tal caso la prometida reacción de Cristo es negar también al tal (Mat. 10.33). No puedo suponer que en nuestro texto significa otra cosa tampoco. Aunque parece abrir la posibilidad que un cristiano cambie de opinión acerca de Cristo, hasta negarle después de haberle confesado, y al fin ser negado por Dios, no es para tanto. Negar a Cristo no habla de verdaderos cristianos por débiles que fuéramos. Pedro negó a Cristo tres veces en una noche, y Cristo no le negó nunca. Le miró en el momento de su fracaso (Luc. 22.61), y después le apareció a él antes que a ninguno de los que no le negaron (1 Cor. 15.5). Así que, esto no habla de negación superficial, una infidelidad muy común entre verdaderos cristianos, callando cuando deben hablar. Negar a Cristo, lo mismo que negar a Dios, en este texto y en los demás, habla de una negación profunda y decisiva, como la de los herejes (2 Ped. 2.1, Judas 1.4).

Esto se hace claro cuando consideramos el contexto más inmediato, "si fuéramos infieles, él permanece fiel." Cristo promete negar a los que le niegan, pero en el caso de los "infieles," los débiles, los Pedros entre nosotros, vemos que la reacción de Dios es diferente. A estos Dios permanece fiel. Cristo no negó a Pedro cuando le faltó fe. Cristo le siguió fiel. Y no es por determinación, ni por disciplina propia, ni por juramento, ni siquiera por amor constante. Es porque le es imposible hacerlo. Es porque nuestra relación con Dios es verdadera. Ser infiel a nosotros sería negarse a sí mismo. Dios no puede negar a Cristo. Dios no puede negar a nosotros por estar en Cristo, y Cristo en nosotros. Dios no puede negarse a sí mismo.

Si te fijas, todas estas descripciones negativas de Dios tienen el objetivo de consolar y animar al cristiano. Cuando dicen que Dios no puede mentir, es para confirmar la promesa de vida eterna (Tito 1.2). Que Dios no puede ser burlado es exhortación que no nos cansemos de hacer bien (Gál. 6.9). Si hablan de su inmutabilidad y juramento es para consolar y confirmar a los Judíos creyentes en las promesas que seguramente iban a dudar al ver su nación destruida (Heb. 6.18). Si afirman que Dios no cambia es para explicar el porqué no somos consumidos (Mal. 3.6). Aun cuando aluden a la imposibilidad de que Dios tiente al hombre, no solo es para asignar correctamente la culpa al pecador, sino es para animar al tentado que Dios no está en su contra. No está sufriendo tentación por alguna malicia de Dios hacia él. Dios no busca tropezarle. Toda buena dádiva viene de Dios, ninguna tentación hacia la maldad viene de él.

Así que, en este caso también el importe es que la fidelidad de Dios hacia los suyos no es condicional. Nuestra relación con él no depende de nuestra fidelidad (o la permanencia de nuestra fe), sino de la fidelidad de Dios, la imposibilidad de Dios ser diferente de lo que es. Dios no puede ser infiel. Su carácter no cambia por nuestros fracasos. Dios puede negar a quienes le niegan por su inmutable carácter. Y Dios puede arrepentirse emocionalmente, lamentar, ser "entristecido." Dios puede dar promesas condicionales, y variar su reacción conforme a decisiones humanas. Pero su fidelidad a nosotros no es variable porque somos de él. Dios no puede negarse a sí mismo. El cristiano es animado a tomar aliento y consolación por saber las cosas imposibles a Dios.