La Epístola

Isidro Fabela # 999

Col. Tres Caminos

CP 50010 Toluca, Edo. Mex.

#126 Febrero, 2005

Impreso en México

 

Noticias

León: Conferencia de mujeres lleva una cuota de 100 pesos, depositados a la cuenta Bancomer 1261074482, con nombre de José Hernández. Para estar segura, lleva el comprobante de tu depósito a León. Empieza en la concha acústica del parque Hidalgo el viernes a las 7pm.

Directorio: Hay algunas correcciones al directorio de la epístola 120. Favor de corregir tu copia.

Morelia: Lorenzo Abarca Cabrera (443) 341-6117

Telcel (443) 101-1265

Querétaro: Hector Hernández (442) 228-5515

San Antonio: William Kincaid (830) 755-4841

Cel. (210) 386-0652

Polonia: José West (004822) 879-9058

ul. Tarnowiecka 9 m.6, 04-174 Varsovia, Polonia

jnwest@webmedia.pl

Irapuato: Conferencia de evangelismo foráneo, 11 - 13 de febrero, viernes a domingo. Predicadores invitados: Juan Castillo y Memo Kincaid.

San Luís Potosí, J. García: Conferencia de evangelismo foráneo del 21 al 27 de febrero. Marco Chaires predica.

Pachuca: campaña de predicación, 28 de febrero al 4 de marzo. Son bienvenidos quedar hasta el domingo, no olvidar cobijas (muchas).

Aguascalientes, Mitla: Mariano Alba anuncia que planea salir de tiempo completo a partir del fin de febrero.

Zacatecas: Conferencia de Exhortación, Abril 2 y 3, sábado y domingo, con Juan Tovar invitado.

San Luís Potosí, J. García: Conferencia sobre el ministerio y los ministros, predicada por Miguel N. Jackson, Abril 21-24.

Guadalajara: Planean una conferencia de exhortación de miércoles a domingo, 4 al 8 de mayo. Guillermo Kincaid invitado.

Aguascalientes: Conferencia con tema "la familia cristiana" se llevará a cabo en Mitla #117, col. Pirámides, de miércoles a domingo, 1 a 5 de junio. Conferencistas invitadas Memo y Déborah Kincaid.

Querétaro: Conferencia de Exhortación, Junio 12 al 19 con Flavio Santoyo y Memo Kincaid, ambos cada reunión. Domingo 12 a las 10am y 7pm, lunes a sábado a las 7:30pm, y domingo 19 a las 10.

San Juan Bosco: Alejandro a la Torre planea salir como misionero en julio.

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Perseguidores

13 Habiendo sido antes blasfemo y perseguidor é injuriador: mas fuí recibido á misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad.

1 Timoteo 1

Hace una semana vi en las noticias (de canal 7) un reportaje sobre Auschwitz (Polonia) en donde murieron cientos de miles de Judíos durante la segunda guerra mundial. Con fotos en la pantalla de cadáveres amontonados el reportero comentaba que en este campamento los Nazis alemanes mataron "entre otros, Judíos, Gitanos y Católicos." Al oír eso me quedé demasiado sorprendido. Me asombro por la ignorancia, o quizás aun la hipocresía y fraude de aquel reportero. No cabe duda que muchos católicos murieron en la segunda guerra mundial, y no hay duda que muchos de ellos murieron en la causa justa, de vencer a los Nazis, e intentando preservar la vida de los indefensos. Pero reportar que "entre otros" fueron extinguidos "Judíos, Gitanos y Católicos" en Auschwitz es patentemente falso. Si murieron católicos en Auschwitz, no fue porque eran católicos. Judíos y Gitanos eran razas odiadas por los Nazis, no religiones. Los Nazis, por supuesto, eran anti-religiosos básicamente, luchando en contra del poder político de los cristianos, mayormente de las sectas Luterano, Católico y Ortodoxo, y creo que persiguieron a los Testigos de Jehová también por alguna razón, pero no perseguían a los Judíos por ser religiosos, mucho menos a católicos por ser cristianos.

Según William Doino Jr., un autor católico cuyo libro "The Wanderer" defiende el Papa Pio XII (Eugenio Pacelli) de los que le acusan de haber colaborado con Hitler, murieron contados 169 cleros católicos por los Nazis, 110 de ellos por causas indirectas (enfermedades), y 59 de ellos por ejecución. [http://www.catholicculture.org/docs/doc_view.cfm?recnum=3126] Para el fin de la guerra habían varios miles de cleros católicos de toda Europa en los campos de concentración, pero ni estos cleros fueron extinguidos como los Judíos, mucho menos fueron "católicos" como categoría perseguidos por los Nazis. Ellos sobrevivieron los campamentos de concentración en masa, mientras los Judíos murieron literalmente por millones.

De hecho, el partido Nazi (Socialistas Nacionales de Alemania), era un grupo anti-comunista, precisamente como la iglesia romana en aquel entonces era, y como comunismo (conocido como "bolshevistas" por su apoyo ruso) era en gran parte un movimiento judío (Karl Marx, Trotski, etc.), los Nazis y los Católicos tenían esta asociación anti-comunista y antisemita en común.

Adolf Hitler fue bautizado católico, como lo fueron casi todos sus deputados importantes del tercer reich. Cuando Hitler fue elegido Canciller de Alemania en 1933, hizo un tratado con el Vaticano (el "concordat" de julio 14) firmado por el Secretario del Estado del Vaticano, Eugenio Pacelli, (quién se hizo Papa Pio XII en 1939, y por eso es llamado el "Papa de Hitler"), [http://emperors_clothes.com/analysis/hitlerspope.htm] en el cual el gobierno alemán cedió ciertos privilegios para la educación religiosa de católicos, y prohibió a los cleros católicos de ser obligados a servicio militar. (Ninguna otra religión recibió tales concesiones.) El Vaticano por su parte cedió al gobierno Nazi que sus cleros no ejercerían poder político. Además, como requisito anterior de ser firmado por Hitler, el partido político católico, el Partido Céntrico de Alemania, tenía que votar a favor del "acto de habilitación" (Enabling Act), algo que el partido católico hizo el 24 de marzo, 1933, cual acto dio el poder de dictador a Hitler. [http://www.csustan.edu/History/Faculty/Weikart/enabling.htm] Además, como resultado del concordat, la alta jerarquía del Vaticano prometió causar la disolución del Partido Céntrico de Alemania, el cual se disolvió voluntariamente dentro de 3 semanas (el 5 de agosto). El resultado fue que sus miembros en masa se unieron al partido Nazi. Además, por esta unión de los católicos con los Nazis políticamente, los Nazis tenían acceso a los documentos sociales católicos, cuales ayudaron en la categorización de las razas ("attestation"), permitiendo a los Nazis determinar quienes eran Judíos y quienes no. Por todo lo que sabemos ahora de la colaboración entre Nazis y la jerarquía católica, es patentemente un fraude proponer que los católicos fueron perseguidos por los Nazis.

Defendiendo lo indefensible

No es difícil entender porqué el católico supone lo mejor que puede acerca de su religión, y la organización que la encabeza. Es naturaleza humana. Católicos por lo general saben de la "Santa Inquisición," la "conquista," y otros "excesos" de antaño. Pero universalmente colocan todos estos crímenes bajo la categoría de errores pasados. Los "tiempos" eran diferentes, suponen, el fanatismo y la superstición eran fuertes. Estaban mal, dirán, pero no debemos juzgar demasiado severamente a aquellos que vivían en los tiempos violentos sobre cómo escogieron protegerse de sus peligros percibidos. Además, toda religión hizo los mismos errores en tiempos pasados. Los Luteranos y los Anglicanos perseguían a los católicos en aquellas épocas también, los Puritanos de Nueva Inglaterra perseguían a las brujas en sus días, etc. Además, hoy en día los protestantes activamente apoyan crímenes horribles, como el aborto y la pena capital, y guerras políticas. Así que, como es la naturaleza humana, se enfocan sobre lo malo de otros, desoyen lo imperdonable de los suyos, y así se sienten mejor. Todos hacemos lo mismo.

Sin embargo, aunque te sorprende, algunos católicos, y con algún grado de apoyo oficial, defienden no solamente la iglesia en general a pesar de sus errores, sino defienden los mismos crímenes como justificados. Uno de ellos, Jim Burnham, cuyo sitio de internet contiene cientos de páginas defendiendo la fe católica de todas las demás sectas, escribió un artículo breve llamado "The ‘Holy’ or ‘Bloody’ Spanish Inquisition" (La Santa o Sangrienta Inquisición Española) en el cual pregunta "Is it Just For The True Church of God to Kill The Enemies of God’s Truth (Heretics)?" (¿Es justo para la verdadera iglesia de Dios matar a los enemigos de la verdad de Dios (herejes)? [http://www.catholicapologetics.net/apolo_105.htm] Su página se alaba por haber recibido el premio "Defensor Fidei" tres años seguido. Dudo que ese premio es verdaderamente oficial, pues algo que he notado es que muchos libros católicos contienen aprobación "oficial" (nihil obstat) firmado por algún clero romano, pero puede ser oficialmente negado por otros cleros. En realidad, no significa nada sino que algún clero católico aprobó la obra. Sin embargo, Jim Burnham es un católico que intenta defender la inquisición por argumentos bíblicos.

Apoyándose sobre la Biblia

Empieza el artículo con la discrepancia entre las alegaciones de víctimas de la Inquisición, algunos católicos suponen tan sólo 2000, y algunos protestantes suponen tanto como 50,000,000 (como Jack Chick). Pero Burnham no cuenta el número de víctimas como lo importante, sino la "cuestión esencial" es según él, si es "escrituralmente" (bíblicamente) justificable matar a los "enemigos de verdad." Al momento me sorprendo que católicos por lo general se oponen a la pena capital, aun en casos de violencia extrema, mientras otros católicos defienden la matanza de indefensas, pacíficas personas por sus creencias religiosas. Pero así es.

Burnham, primeramente refiere a los mandamientos de Jesucristo de "amar a nuestros enemigos," pero luego cita de la Biblia dos salmos, 138 y 101, en cuales las escrituras nos "mandan" odiar a los enemigos de Dios (en la Biblia católica el salmo 138 es 139 en nuestra Biblia):

21 ¿No tengo en odio, oh Jehová, á los que te aborrecen, Y me conmuevo contra tus enemigos?

Salmo 139

3 No pondré delante de mis ojos cosa injusta: Aborrezco la obra de los que se desvían: Ninguno de ellos se allegará á mí.

8 Por las mañanas cortaré á todos los impíos de la tierra; Para extirpar de la ciudad de Jehová á todos los que obraren iniquidad.

Salmo 101

Con esto insiste que tenemos que amar a nuestros enemigos, y odiar a los enemigos de Dios. Luego, sin reconocer la contradicción, Burnham explica que es justificada la persecución de herejes porque nos son un peligro mayor (seguramente no son un peligro a Dios). Con todas las señas de un argumento desesperado, inexplicablemente usa las siguientes palabras de Cristo:

28 Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Mateo 10

La lógica de Burnham aquí es que no debemos temer a los "violadores" y "homicidas masivas" tanto como los herejes, porque Cristo manda temer más a los que dañan el alma. Hay varias cosas incomprensible a mí en este argumento. Primero por supuesto, es que Burnham completamente pasa por alto el contexto del pasaje:

16 He aquí, yo os envío como á ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.

21 Y el hermano entregará al hermano á la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.

Mateo 10

Cristo avisó que sus discípulos iban a ser perseguidos a muerte, y el intento de Cristo en el pasaje es fortalecerlos a no temer a los perseguidores religiosos que quieren matarles. Pero Burnham no se fija en la identidad de los asesinos en el contexto, suponiendo que son "violadores y homicidas múltiples." O sea, Cristo desarrolla nuestra actitud de mansedumbre hacia aun los religiosos que nos amenazan con muerte, y Burnham utiliza sus palabras para apoyar a los mismos perseguidores, porque supuestamente tan solo se están defendiendo de hombres mas peligrosos que asesinos.

Otro grande error en su lógica es que ignora por completo el objeto del temor y la motivación que nos debe dar. Cristo nos amonesta temer a Dios porque puede destruir alma y cuerpo en el infierno, y así darnos motivación de sufrir persecución de religiosos violentos. Pero Burnham supone que el objeto de temor debe ser los herejes, (que debemos temer a aquellos porque nos pueden "dañar" al alma), y que Cristo quiere así motivarnos a odiarles y aun matarles antes que nos pudieran dañar. Piensa que Cristo nos está diciendo, "las palabras de un hereje son mas peligrosas que las armas de un asesino." No creo que la Biblia jamás enseña tal cosa, por sabio que parezca, pero aún si fuera cierto, es todavía lejos de una justificación para odiar a herejes. Temer no es odiar.

El Olor de Muerte

Pero sigue alegando mucho más. De ahí empieza a citar versículos como justificación para matar a herejes. Dice, "Moisés fue el primero en sentenciar muerte a los que abandonan la verdad..." y cita Éxodo 32:

26 Púsose Moisés á la puerta del real, y dijo: ¿Quién es de Jehová? júntese conmigo. Y juntáronse con él todos los hijos de Leví.

27 Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta á puerta por el campo, y matad cada uno á su hermano, y á su amigo, y á su pariente.

28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.

Éxodo 32

No obstante que Dios directamente había mandado que así mueran estos (v. 35), y eso porque habían hecho "dioses de oro" (v. 31), este católico sigue intentando justificar a la persecución en contra de quienes predicaban en contra de ídolos, según el capricho de los inquisidores. Sigue citando otros textos del Antiguo Testamento, como Deu. 18.20 que manda matar a falsos profetas. Luego cita a Deu. 13.5 "Y el tal profeta ó soñador de sueños, ha de ser muerto; por cuanto trató de rebelión contra Jehová vuestro Dios..." y explica que esto significa que "nosotros debemos ejecutar a los que enseñan una doctrina que no coincide con la verdad enseñada por la verdadera iglesia (la iglesia católica romana)." Burnham también se apoya sobre los mandamientos de Dios acerca de las ciudades de Canaán: Hai, Jericó, Libna, Lachis, Eglón, Hebrón, Debir y Hasor, ciudades destinadas por Dios para destrucción por su grande iniquidad e idolatría, aun después de siglos de paciencia (Gén. 15.16). Después Burnham menciona que "Jehú juntó todos [los] herejes y sus mas de 450 líderes y los puso al cuchillo." Obviamente está hablando de Elías en vez de Jehú (1 Reyes 18.19), pero también cita el pasaje de cuando Jehú mató a los profetas de Baal (2 Reyes 10.19-28). El hecho que tales sentencias fueron dadas directamente por Dios por revelación, a profetas que también podían hacer grandes milagros, no parece estorbar el proceso mental del católico justificando manos sangrientas que actuaron así porque carecían del poder de Dios, y desoían su revelación escrita.

Carencia de ejemplos relevantes

El hecho que todos estos ejemplos son del AT no se perdió sobre Burnham, pues entonces intenta mostrar lo mismo en el NT. Por ejemplo, menciona que Cristo fue llevado ante el pontífice judío por ser acusado de blasfemia, y que en ninguna instancia Cristo niega el derecho de ellos hacerlo. Menciona también que apedrearon a Esteban y que el error único de ellos es que le habían identificado equivocadamente como hereje.

Para concluir que la iglesia tiene este poder de matar a herejes cita a Pablo que proclama ciertas cosas "dignas de muerte" (Rom. 1.32), cuales cosas incluyen herejías. Luego utiliza el caso de Ananías y Safira, en que llegaron a Pedro después de su engaño y Pedro pronunció sentencia de muerte sobre ellos (aunque no eran herejes). No menciona Burnham la circunstancia muy relevante que Pedro no les tocó, ni mandó a nadie tocarles, sino que fue el poder directo de Dios que ejecutó su sentencia. No creo que ningún cristiano tiene objeción a una sentencia dada por un apóstol, y llevado a cabo por Dios. Pero le toca a Burnham defender los hechos de los "sucesores" de Pedro, que muy al contrario de lo que hicieron los apóstoles, cuales pronunciaron juicios severos muchas veces, (1 Tim. 1.20, 2 Tim 4.14, Gal. 1.9, 5.12, 1 Cor. 5.5, etc.), pero nunca levantaron un dedo para dañar un cabello de ellos, estotros no solamente pronunciaban juicios sin tener el mismo poder y relación con Dios que tuvieron los apóstoles, sino además se encargaban de ejecutar sus sentencias a base de pura fuerza humana, y con las armas del asesino.

Ninguno de los versículos citados por el católico perseguidor de herejes justifica en lo mas mínimo las acciones de su iglesia, como tampoco justificaban las acciones de los Judíos en contra de los apóstoles y creyentes en la Biblia. Ninguno de estos textos siquiera toca el asunto de persecución por parte de los verdaderos cristianos en contra de herejes. No hay un solo ejemplo de un cristiano persiguiendo a un hereje.

Evidencia directa

Sin embargo, hay varios textos que tocan este asunto directamente. Para responder al abuso de textos del Antiguo Testamento que utilizan para defender su persecución de herejes, les recordamos que Cristo dijo algo muy relevante:

52 Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una ciudad de los Samaritanos, para prevenirle.

53 Mas no le recibieron, porque era su traza de ir á Jerusalem.

54 Y viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, como hizo Elías?

55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;

56 Porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron á otra aldea.

Lucas 9

Aquí Cristo aclara que nosotros no somos del mismo espíritu de Elías, y que lo que él hizo en su tiempo no sería aceptable para nosotros hacer como cristianos. Cristo no vino para matar sino salvar (Juan 10.10). Los "vicarios" de Cristo, sin embargo, creían que les tocaba matar, y no es de pasar por alto que estos no podían resucitar a los muertos. El que tuvo poder de vida y muerte prefería dar vida, nunca mató a nadie, no pronunció muerte a nadie, y rogaba para salvar aun a sus enemigos, o sea, los enemigos de Dios (Juan 5.34). Estos que solo tienen poder de matar a indefensos, y eso utilizando métodos disponibles a cualquier verdugo, se atreven matarlos por millares, y eso tan solo después de torturarles con artefactos de una imaginación cruel. Ni los que hicieron tales obras sangrientas, ni los que defienden tales, tienen parte con Cristo, ni han conocido a Dios.

El pecado de Pablo

Quizás el colmo del argumento torcido de Burnham defendiendo lo indefensible, justificando lo imperdonable, es su uso de Pablo como ejemplo positivo de persecución en contra de herejes. Y tienen que usar a Pablo, porque no hay otro ejemplo de persecución (ni por parte de futuros cristianos) en todo el NT. El hecho que "San Pablo" estaba presente en la ejecución de Esteban significa a Burnham que él entendía su muerte "ser la voluntad de Dios." Burnham afirma que "aun después de su conversión ... Pablo claramente argumenta que los que ‘mudan la verdad de Dios en mentira’ son dignos de muerte." Es cierto que Pablo perseguía a la iglesia, pensando que eran herejes. Pero Pablo no lo hizo después de convertirse, ni siquiera contra verdaderos herejes. Pablo acusa fuertemente a los Judíos de su día por la misma actitud que él antes tenía.

15 Los cuales aun mataron al Señor Jesús y á sus propios profetas, y á nosotros nos han perseguido; y no agradan á Dios, y se oponen á todos los hombres;

1 Tesalonicenses 2

Y no es porque Pablo nunca tenía oportunidad de perseguir a los enemigos de Dios. Los mas grandes enemigos del evangelio en tiempos de los apóstoles eran precisamente los Judíos. Pero nunca pretendían matar a ninguno de ellos por su enemistad al evangelio. Mientras los Papas de todos los siglos han perseguido a los Judíos ferozmente, al contrario, Pablo buscaba su salvación.

3 Porque deseara yo mismo ser apartado de Cristo por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;

Romanos 9

Pablo nunca se defiende por haber perseguido a los que consideraba herejes. Admite su equivocación (que pensaba que eran herejes, Hec. 24.14) pero no se justifica por ella. Es más, como dice nuestro texto, Pablo se arrepiente profundamente por ser "perseguidor." La idea que Pablo tan solo se avergüenza de haberse equivocado en pensar que eran herejes no cabe en nuestro texto. Se arrepiente de ser en general un "perseguidor e injuriador." Era pecado el hecho de perseguir, era pecado injuriar en sí, fueran herejes o verdaderos.

Ahora dice el texto que fue recibido por haberlo hecho en ignorancia e incredulidad. Pero esto no significa que Dios tan solo tenía en contra de él su equivocación doctrinal. Pablo era un criminal, un injuriador, un perseguidor, pero lo hizo por ignorancia e incredulidad. Si lo hubiera hecho por avaricia, como Judas, o por poder político como Caifás, o por apatía y miedo del tumulto como Pilato, o por popularidad como Herodes (Hec. 12), Dios no le hubiera ofrecido misericordia. Pero hizo estos crímenes en un ciego celo para Dios, y por eso Dios se fijó en él como un ejemplo apropiado de extrema misericordia. No por eso sus injurias eran permisibles.

La ignorancia y la incredulidad no son pretextos para pecar. Al contrario, ignorancia e incredulidad son pecados en si mismos. Ninguno tiene derecho de ignorar la verdad de Dios, como tampoco tenemos derecho de ignorar las leyes de tráfico. Ninguno tiene derecho de no creer el evangelio, y casi todos los que no lo creen son los que no han leído la Biblia, o no han investigado el asunto profundamente. Son inexcusables los incrédulos. Así era Pablo. Era incrédulo, y eso añadía a su culpa. Pero Dios cuenta a todos como incrédulos, y nos tiene misericordia apesar de eso. Sin embargo, a los que persiguen a otros por motivos perversos, como un amor a la crueldad, no son recibidos a misericordia. Tampoco los que se endurecen sabiendo la verdad. Son obstinados, o en palabras bíblicas, contumaces. Dios les entrega a una mente depravada, no queriendo tener a Dios en su noticia (Rom. 1.28). Pero Pablo fue recibido a misericordia, no porque su único pecado era equivocarse en sus objetos de odio, sino porque a pesar de lo horrible de su culpa, lo hacía en ignorancia de las enseñanzas y el espíritu de Jesucristo. Al saber y abrazar la doctrina de Cristo, Pablo se arrepintió, no de haber identificado a cristianos como herejes, sino de ser "perseguidor e injuriador." En ninguna manera la incredulidad e ignorancia de Pablo mengua su culpa por haber matado, torturado y encarcelado a quienes no hacían daño a nadie. Solamente le permitió en el plan de Dios ser objeto de misericordia.

La Biblia Habla

Ni Pablo ni los demás apóstoles jamás dan lugar de pensar que es permitido a los cristianos matar, ni odiar a los herejes. Lo que es más, en muchas ocasiones nos mandan lo contrario. ¿Cuántas veces nos manda amar a todos los hombres, o hacer bien a todos, y eso siempre y en toda oportunidad?

10 Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.

Gálatas 6

12 Y á vosotros multiplique el Señor, y haga abundar el amor entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros;

1 Tesalonicenses 3

15 Mirad que ninguno dé á otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.

1 Tesalonicenses 5

1 AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, hacimientos de gracias, por todos los hombres;

1 Timoteo 2

24 Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido;

2 Timoteo 2

2 Que á nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.

Tito 3

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:

Hebreos 12

17 Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey.

1 Pedro 2

¿Cómo pueden los inquisidores justificar sus actitudes y acciones con tales mandamientos escritos una y otra vez? Y eso debe ser suficiente, pero hay mas. No debemos olvidar que acerca de los herejes Dios nos dio precisos mandamientos, y de ellos ninguno incluye matarlos.

19 Porque preciso es que haya entre vosotros aun herejías, para que los que son probados se manifiesten entre vosotros.

1 Corintios 11

17 Y os ruego hermanos, que miréis los que causan disensiones y escándalos contra la doctrina que vosotros habéis aprendido; y apartaos de ellos.

Romanos 16

11 Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es á saber, que si alguno llamándose hermano fuere fornicario, ó avaro, ó idólatra, ó maldiciente, ó borracho, ó ladrón, con el tal ni aun comáis.

1 Corintios 5

6 Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme á la doctrina que recibieron de nosotros:

2 Tesalonicenses 3

14 Y si alguno no obedeciere á nuestra palabra por carta, notad al tal, y no os juntéis con él, para que se avergüence.

15 Mas no lo tengáis como á enemigo, sino amonestadle como á hermano.

2 Tesalonicenses 3

10 Si alguno viene á vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡bienvenido!

2 Juan

10 Rehúsa hombre hereje, después de una y otra amonestación;

Tito 3

La fe de los cristianos es que Dios nos protegerá de los falsos, y que le toca a Dios aplicar juicio contra ellos. Falsos profetas traen sobre si mismos "perdición," no persecución.

1 PERO hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos doctores, que introducirán encubiertamente herejías de perdición, y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos perdición acelerada.

9 Sabe el Señor librar de tentación á los píos, y reservar á los injustos para ser atormentados en el día del juicio;

2 Pedro 2

No debemos tampoco evitar un juicio crítico acerca de nuestra actitud hacia herejes, aunque no los perseguimos. Debemos amarles, odiando la ropa contaminada, por supuesto. La justificación de perseguidores aun en nuestra generación por hombres citando la Biblia como apoyo me convence que la única cosa que impide la persecución de cristianos por la iglesia romana y otras religiones poderosas en el mundo, es su presente debilidad. No repudian de corazón su pasado, como Pablo hizo. No buscan perdón, aunque el Papa Juan Pablo II lo haya proclamado error, y pedido perdón de los Judíos por los errores del Vaticano durante la guerra. Tan pronto que los hombres no regenerados tienen el poder de despojar, encarcelar, torturar o matar a los que consideran herejes, lo harán. La Biblia lo profetiza (Apo. 6, 20, etc.). Tan solo me sorprendo de que mientras no tienen el poder de hacerlo, algunos sinvergüenzas (palabra precisa al caso) se ocupan de la Biblia, mal-leída, mal-entendida y mal-aplicada, para justificarse.