La Epístola

Isidro Fabela # 999

Col. Tres Caminos

CP 50010 Toluca, Edo. Mex.

#123 Noviembre, 2004

Impreso en México

23 Hacer abominación es como risa al insensato: Mas el hombre entendido sabe.

Permíteme aclarar que entiendo este versículo. Los insensatos se ríen al hacer abominaciones, se mofan de los sabios y desdeñan su sabiduría con escarnio. Pero el hombre entendido no tiene porqué preocuparse, ni siquiera tiene porqué prestar atención, sabiendo que tarde o temprano cosechan lo que siembran.

6 Porque la risa del necio es como el estrépito de las espinas debajo de la olla. Y también esto es vanidad.

Eclesiastés 7

Risa en la Biblia a menudo tiene connotación negativa. El que lee la Biblia superficialmente puede concluir que la vida que Dios nos ha dado es de ¡pura responsabilidad y madurez! ¿Quién quiere eso?

2 A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?

Eclesiastés 2

3 Mejor es el enojo que la risa: porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.

Eclesiastés 7

25 ¡Ay de vosotros, los que estáis hartos! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.

Lucas 6

9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.

Santiago 4

Hablando de risa, algo que también me es muy curioso es que en ninguna parte de la Biblia se encuentra el concepto de la sonrisa. Lo más cercano que encuentro:

15 Y el vino que alegra el corazón del hombre, Y el aceite que hace lucir el rostro, Y el pan que sustenta el corazón del hombre.

Salmo 104

13 El corazón alegre hermosea el rostro: Mas por el dolor de corazón el espíritu se abate.

Proverbios 15

1 La sabiduría del hombre hará relucir su rostro, y mudaráse la tosquedad de su semblante.

Eclesiastés 8

Siempre de niño mi mamá me exigía "sonreír" para las fotos. No sé porqué eso es importante a las mamás. No siempre era así. ¿Nunca has visto una foto de antaño? No se sonreían. Miran a la cámara con una cara de "¿y ahora qué?" No creo jamás haber visto una foto de blanco y negro, o por lo menos de la generación de mis abuelos, en que estaban sonriendo. Pero algo cambió con nuestros padres. No es que tengo algo en contra de una sonrisa sincera. Si existe algo placentero en mirar a una lente con alguien atrás de ella diciendo, "ok, ya mero, uno, dos, oh, espérame," entonces sonríe. Pero no me vas a convencer que tu sonrisa es genuina cuando después de una, el fotógrafo quiere tomar otra, no más porque alguien puede haber parpadeado, o peor, no haber sonreído. Parece que de una generación a otra aprendimos la hipocresía. Existe una ley no escrita ahora que demanda la sonrisa para una foto.

En mi niñez yo no sabía suficiente de la Biblia para defenderme. Pero ahora, mamá, fíjate, nadie en la Biblia se sonríe. ¿Porqué tengo yo que sonreír? Yo prefiero mi cara natural. Una vez en la escuela dominical me acuerdo del maestro diciéndonos que tomaba mas músculos para mirar con ceño que para sonreír. Aun de niño yo sabía que aquel maestro estaba fumando sus calcetines. A algunos de nosotros no requiere ni un solo músculo mirar con ceño, es nuestra cara natural. Es una injusticia enorme insistir que todos nos sonriamos cuando para algunos requiere esfuerzo, y a otros su cara se relaja así. Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, me hubiera evitado que en todas las fotos luzca como el arzo-enemigo de Batman. Ahora sé que no hay ninguna descripción en la Biblia de una sonrisa, todos estaban de mal humor. Puede ser que eso se debe a que no existían calzones de algodón en aquellos tiempos. Quizás eso es también la explicación de porqué siempre estaban "rasgando" sus vestidos.

Bueno, volviendo al tema, la risa no siempre es algo malo en la Biblia.

6 Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.

Génesis 21

21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.

Lucas 6

4 Tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;

Eclesiastés 3

Obviamente la risa es apropiada en algunas circunstancias. Creo que una de estas circunstancias es cuando no hay opción. Se dice de ciertas situaciones que puedes o llorar o reír, y en tal caso mas te vale reír. Como cuando intentas matar a una rata que se escapó al drenaje, y por eso viertes un litro de gasolina al drenaje, y luego para ver si funcionó, prendes un fósforo.

Me he fijado que la risa es más divertida cuando se dirige a otros. No nos gusta cuando se ríen de nosotros, pero me pregunto ¿acaso no es aceptable reírnos de otros? Tengo que admitir que yo la disfruto demasiado, pues me he reído de carcajadas muchas veces al pensar en la insensatez de otros. Hablando entre nosotros hace poco empezamos a reírnos de los personajes más mensos en la Biblia. Algunos de los casos de insensatez en la Biblia en realidad son tan trágicos que no son nada chistosos. Pero otros, aunque a veces trágicos, nos hacen reír. Quizás no es completamente fuera de lo normal reírnos al pensar en estos, aunque a veces terminan muy mal.

6 Y verán los justos, y temerán; Y reiránse de él, diciendo:

7 He aquí el hombre que no puso á Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas. Y se mantuvo en su maldad.

Salmo 52

El temor es primero, sin duda. Pero al que teme a Dios, y teme al pecado, y teme al juicio venidero, creo que queda lugar para "risa al insensato." Creo que por lo menos se puede justificar la risa en algunos casos. Y en cada caso hay algo que podemos aprender. Le comparto unos diez ejemplos.

59 Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban del nombre de su padre, Zacarías.

60 Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado.

61 Y le dijeron: ¿Por qué? nadie hay en tu parentela que se llame de este nombre.

62 Y hablaron por señas á su padre, cómo le quería llamar.

63 Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.

Lucas 1

He observado por muchos años la naturaleza humana en las familias, tanto naturales como políticas, y mi familia no es excepción. Que se alegran con uno es entendible, y que se emocionan con un bebé nuevo, y que quieran ponerle el nombre, todo eso entiendo. Pero cuando la mamá del bebé pone un nombre a su hijo, no entiendo porqué les importa un comino cual nombre fuera. A propósito, nunca he entendido porqué a algunos les gusta su nombre, y a otros no. O sea, si te llamas Juan Cabeza de Vaca y prefieres José Cabeza de Vaca, se me hace un poco extraño. Algunos han criticado mi pronombre, Roscoe, desde pequeño. No es un nombre muy común en Inglés, y algunos suponen que parece nombre de perro, pero era el nombre de mi abuelo, y nunca me importaba que a otro no le guste. Si quieres nombrar a tu mascota Roscoe, no me ofenderás a mí. ¿Pero te importa que yo llame a mi hijo así? Aun familiares deben saber la diferencia entre festejar un nuevo hijo y meterse en asuntos no suyos.

Sin embargo, así son familiares por lo regular, y los toleramos. Cuando discutieron con Elizabeth acerca del nombre que ella le puso a su propio hijo, no es para mayores. No mas hay que ser firme e insistir, "No, tía Chavelita, vamos a llamarle Juan, no obstante tu opinión, que también nos importa mucho." Puedo imaginar a Zacarías, sentado a la orilla, pacientemente soportando el ruido de la sala, todas hablando a una vez. Callaba, sabes, pero no porque era mudo, pues, ¿cuál hombre, mudo o no, puede hablar en una sala llena de mujeres? Pero lo que me llena de risa acerca de esta escena es cuando las doñas se escurren a Zacarías para preguntarle con quién decidía, con ellas o con su esposa. No tanto me divierte la constancia de Zacarías en apoyar a su esposa, pensando quiénes se creen estas para querer nombrar a su hijo. Pero me divierte pensar en la paciencia que tuvo que tener al ver tantas mujeres hablándole con señas. ¿Puedes imaginar a Zacarías sentado allí, habiendo oído toda la discusión (no estaba sordo, metiches distraídas, sino mudo), viendo a las mujeres tratando de comunicarse con señas, apuntando a su hijo, y luego a la boca, luego las manos abiertas, "¿cómo lo quieres llamar?" Si no estaba riéndose, seguramente estaba sonriendo, apreciando las señas si no mas por el silencio momentáneo que le traían. La moraleja de esta historia es, hermanas, y todos los demás, escuchar mas, opinar menos.

25 Y venida la mañana, he aquí que era Lea: y él dijo á Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿no te he servido por Rachêl? ¿por qué, pues, me has engañado?

Génesis 29

Seguramente Labán era un oriental típico, muy listo, más listo que el novato Jacob, y seguramente tuvo raciocinio muy importante por ingeniar un plan así. No tenemos que entender completamente porqué le era importante que su hija mayor se casara primero. Yo por mi parte nunca pude entender la mente oriental. Demasiadas cosas, aun comprendiendo la explicación, no me suenan. Por ejemplo, no entiendo el concepto de desgracia que hay en tener el zapato descalzado (Deu. 25.9). No entiendo la mentalidad de los árabes hasta ahora de levantar el pie hacia la cara de otro como un insulto. No me afecta a mí personalmente. Quizás un perro lo entendería mejor. Y al pensarlo, nunca entendí tampoco eso de quitar el zapato y dárselo al otro como confirmación de un negocio (Rut 4.7). Entiendo que no basta la palabra, pero se supone que habrían inventado algo mas lógico con que hacer contratos. No es por ser extraño tampoco, muchas cosas son extrañas que no importan. Pero el zapato se me hace un componente importante del vestuario, solo superado, quizás, por los calzones. Me es difícil imaginar al que juró así, caminando a casa con un solo zapato. "Oye vieja, acaba de comprarme una esposa jovencita." "Caray, viejo, ahora tienes que comprarte otro par de zapatos." ¿Y porqué voy a querer llevar el zapato del otro a casa? ¿Dónde lo voy a poner? Y si no fuera eso mucho, ¿no hay algo personal que pudiéramos intercambiar que no apesta?

Tampoco entiendo eso de las mujeres orientales que se compiten entre sí para ver quién va a tener mas hijos, y que prestan sus sirvientas a sus esposos para así "ganar". Y ¿qué es eso de regatear a las hijas -- tres camellos, dos cabras, siete años de servicio? Tengo que admitir, no me cae el veinte. La mentalidad oriental es un tesoro escaso sin duda, y supongo que Labán tenía sus razones para sustituir la mayor por la menor. Pero no creo que lo que pasó a Jacob podemos acreditar como una curiosidad de la mente oriental. No estoy seguro cuáles costumbres tenían los orientales para permitir funcionar un engaño así, pero puedo asegurar una cosa, si no hay otra buena razón que esta, de no tener bebidas alcohólicas en tus bodas, esta basta. Si no puedes recordar tu noche de bodas, dalo por seguro, bebiste demasiado.

24 Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y diéronmelo, y echélo en el fuego, y salió este becerro.

Exodo 32

Varias cosas en esta historia admito no puedo entender. No entiendo la incredulidad del pueblo que después de haber visto las plagas caer sobre Egipto, después de pasar por la cama del mar Bermejo sobre tierra seca, después de comer maná esa misma mañana, no aguantan la ausencia de Moisés por cuarenta días al desaparecer en el monte. Otra cosa a que no puedo relacionarme es la consolación de un becerro de oro. Si están angustiados por extrañar a Moisés, ¿qué alivio puede haber en un becerro de oro? No entiendo el consuelo aparentemente encontrado por católicos en las imágenes. Y hasta la fecha no me lo han podido explicar; ni siquiera han intentado.

Pero sin duda la cosa mas curiosa de este texto, y la mas chistosa, es la torturada explicación de Aarón de cómo sucedió. Es que "echélo en el fuego, y salió este becerro." Todos hemos experimentado los pretextos de niños. La gimnasia mental que hacen para esquivar la responsabilidad es una tortura. Demasiados padres la consideran "chulo," y sin duda es chulo en ojos de los padres, y demasiado chistoso a veces. Pero un hombre maduro proponiéndonos que ese becerro de oro salió así del fuego es demasiado. Es como los que nos dicen que Juan Diego vio la virgen en Tepeyac, que los indios adorando a Tonantzin cada año en ese lugar cada 12 de diciembre no le estorbaron, que esa imagen apareció no mas en la tilma, manchada por las flores que llevaba, y tanto más. Si no me ves una sonrisa, es porque oyes una carcajada.

26 Y ellos tomaron el buey que les fué dado, y aprestáronlo, é invocaron en el nombre de Baal desde la mañana hasta el medio día, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Mas no había voz, ni quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.

27 Y aconteció al medio día, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, que dios es: quizá está conversando, ó tiene algún empeño, ó va de camino; acaso duerme, y despertará.

28 Y ellos clamaban á grandes voces, y sajábanse con cuchillos y con lancetas conforme á su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.

1 Reyes 18

Si no hay otra prueba que Dios tiene sentido de humor, esta es suficiente. No hay escena más chistosa que esta, de cientos de profetas de Baal, obviamente llenos de fe sincera, implorando a su dios que responda. Pensando en aquellos saltando como simios alrededor del altar me da risa, lo siento. Pero no estoy solo. Elías también notaba la ironía cuando les escarnecía, "grítale, es que no te puede oír." Y los profetas, todos pensadores originales, empiezan a gritar. Desesperado se sajaban con cuchillos hasta que la sangre chorreaba sobre ellos.

He visto "cristianos" igualmente necios, sin embargo. Ver a un pastor pentecostal sacando demonios, o curando la llaga, es casi tan risible como los Baalitas. "Te repreeeeeeeendo, invooooooco la saaaaaangre, ¡sal de eeeeeella!" y luego le pega en la frente y se tropieza en la banca de atrás. Si Dios tiene poder, y si quiere actuar, no tienes que gritarle. Pídale, y conténtate.

30 Y el rey de Israel dijo á Josaphat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla: y tú vístete tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla.

1 Reyes 22

Se puede decir de Josaphat que en algún momento anterior a esto "se le había caído el queso de la galleta." No hablo de su inclinación de asociarse con los peores amigos posibles, aunque eso también demuestra que era lisiado demasiado alto para muletas. Josaphat era un buen rey, uno de los mejores, creía en el verdadero Dios, y se mantenía firme. Pero tenía alguna afición al rey de Israel, uno de los peores reyes en la historia del reino norteño, y eso sí es decir mucho. La primera pista que tenemos que Josaphat sólo era un poco mas inteligente que carnada, es que después de haber insistido en oír un profeta de Jehová antes de comprometerse a la batalla, y el profeta les había dicho, bajo sentencia de muerte, que la batalla les iba a salir muy mal, Josaphat decide comprometerse de todos modos. Es como tantos cristianos que piden consejo de sus pastores y luego no lo toman. Hacen lo que querían hacer desde siempre. ¿Porqué piden consejo si no piensan tomarlo?

Es interesante que el rey de Israel cree más el aviso del profeta que Josaphat, pues para evitar la predicción, decide entrar en la batalla disfrazado. "Tú, sin embargo, vístete tus vestidos reales," dice a Josaphat. Es cierto que es bastante tonto por parte de Achab pensar que podía engañar a Dios, pero me es aun más chistoso pensar en Josaphat vestirse sin objeción cualquiera. "Buena idea, Achab, me suena muy bien. ¿Me prestas tu capa?" Así también son demasiados cristianos que no saben objetar a las sugerencias de sus amigos mundanos. No son débiles, ni vulnerables, son mensos.

8 Entonces Faraón llamó á Moisés y á Aarón, y díjoles: Orad á Jehová que quite las ranas de mí y de mi pueblo; y dejaré ir al pueblo, para que sacrifique á Jehová.

9 Y dijo Moisés á Faraón: Gloríate sobre mí: ¿cuándo oraré por ti, y por tus siervos, y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti, y de tus casas, y que solamente se queden en el río?

10 Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme á tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios:

Exodo 8

Debemos recordar que Dios para entonces había endurecido el corazón de Faraón para que se pusiera demasiado terco. Dios quiso quebrantarle muchas veces, porque para sus propósitos no bastaba una sola vez. No por ese endurecimiento fue Faraón condenado, por supuesto, como algunos suponen, ya era condenado, solo que el endurecimiento permitió a Dios mostrar su poder a Israel. Pero aun considerando el endurecimiento, no puedo explicar porqué Faraón pidió de Moisés que esperara hasta mañana para quitar las ranas. Obviamente le eran alguna molestia, porque pidió de Moisés que las quitara, pero ¿no suficiente molestia para pedir que se quitaran luego? No creo que hubiera sido menos convincente la señal si Moisés quitara las ranas inmediatamente. Pero Moisés le dio la opción, y escogió pasar otra tarde con ranas sobre su cuerpo, cenar otra noche con ranas en su mesa, y despertar otra madrugada con ranas en su cama. Vaya que Faraón es buena competencia para el premio Darwin.

Eso me hace pensar en los que piensan arreglarse con Dios un poco antes de morir. Piensan disfrutar un poco más su vida antes de aprovechar la oferta de perdón. Tengo que advertir a todos los que quieren la salvación, pero no la quieren ahora mismo, no han entendido el evangelio todavía. Si estás calculando el "cuando" de tu salvación, no has entendido el significado de la salvación, y no has tomado el primer paso de la salvación. Tu problema no es que "arriesgas" tu alma esperando aceptar a Cristo, tu problema es que no has visto tu pecado, y no te has cansado de tu rebeldía. No tienes prisa. Aguantas la miseria. Con esa actitud Dios ni siquiera te aceptaría si decidieras hoy mismo aprovechar del evangelio, y le prometieras todo lo demás de tu vida. Dios no quiere tu vida, y seguramente no tiene ningún plan para tu vida miserable. Hueles a rana.

28 Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo á Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has herido estas tres veces?

29 Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí: ¡ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!

Números 22

Bueno, Balaam no es el foco más brillante en el árbol de navidad, por supuesto. Balac pide de Balaam que maldiga el pueblo de Israel, y Balaam pidió de Dios respuesta, el cual le respondió "no vayas con ellos." Entonces Balac pide de nuevo, y como el perro que persigue su propia cola, Balaam pide de nuevo. ¿Cuántas veces tiene que responderte? Es como el Testigo de Jehová que al leer de las llamas del infierno en Lucas 19, busca otro texto que no las menciona. O como aquél religioso hablando con José West hace años, que se cansaba de que José siempre le demandase un texto para apoyar su doctrina de los curas, "¿pero dónde dice eso la Biblia?" El católico le responde por fin, "¿dónde no dice eso la Biblia?" José abre su Biblia y apunta el dedo, "aquí no lo dice, ni aquí, ni aquí..."

Yo comprendo la frustración que Balaam obviamente sintió cuando su asna sigue saliendo del camino, y entiendo el enojo que se le dio cuando se sentó en el camino debajo de él, y no me sorprende que le pegara con su palo. Hasta ahí estoy abordo. Pero cuando Dios abre la boca del asna, y le pregunta "¿Qué te hecho que me has herido estas tres veces?" no puedo evitar la risa pensando en la reacción de Balaam. No se detuvo para preguntarse si de veras había oído bien. No miró atrás a sus mozos para ver si no habían ellos dicho eso quizás, o por lo menos por ver si les parecía también un poco extraño lo que acaba de oír. La reacción que uno supondría en tal caso es una de confusión, "aaah, perdón, ¿me estás hablando?" Balaam es tan enojado, o tan aturdido que en primer instancia, contesta la pregunta. Y luego continúa su argumento un poco más para defender su enojo. Luego el asna le calma un poco con su intelecto superior, y aparentemente ni entonces se le cae el veinte de la extrañez de estar hablando con un burro. Si es que le prendió una pista de lo paranormal de la situación, ocurrió solo al ver el ángel, y de ahí solamente tenemos que imaginar el sonrojo de Balaam ante sus mozos por haber sostenido una discusión con un asna, sin mencionar que el asna le había superado.

Eso me recuerda de aquella vez travesando la ciudad de Laredo que tuve que cambiar carriles por construcción en el camino. Esperé hasta el último vehículo me había rebasado, y empecé a meterme en el carril. Pero para entonces tráfico se había parado, y no pude meter el carro y el remolque completamente en el carril. Mientras estábamos parados, otro carro llegó, y en vez de esperarme, intentó meterse en frente, tomando lo que pudo del carril. Viendo la descortesía de aquella mujer, seguí metiéndome en el carril, y ella también siguió adelante, hasta que por fin pegó el lado de mi remolque con su defensa. Me salí del carro bastante enojado, pero como la mujer era hispana, sin pensar que estábamos en Texas, la regañé en español. Le dije que había intentado tomar mi lugar en el "redil." (Por si no lo sabías, los gringos no podemos distinguir entre "redil" y "carril" cuando estamos enojados.) Pero ella me respondió que yo mas bien había intentado robar "su redil." No llegó a más que eso, y me metí otra vez en el carro, y seguí el camino. Pero a unos minutos me dí cuenta de la discusión que habíamos tenido, y lo demás del viaje no podía dejar de reírme de los dos idiotas en la calle discutiendo sobre quien tenía mas derecho al "redil".

11 Y á los hombres que estaban á la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con ceguera; mas ellos se fatigaban por hallar la puerta.

Génesis 19

No hay nada más triste en la vida que ver a un pecador que no quiere abandonar su pecado. Nos duele cuando es uno de nuestra familia, esclavo al vicio, a la pereza, o a la idolatría. Pero vaya, hermano, es difícil imaginar una escena mas aguda que esta, hombres perversos tratando de violar a dos ángeles, que después de ser "heridos con ceguera" siguen tropezándose unos sobre otros intentando "hallar la puerta." No pararon para considerar que la puerta no había cambiado de lugar, y cualquier ciego la podía palpar. Tampoco consideraron lo que pensaban hacer si es que tarde o temprano la hallaban, si no se fatigaban antes. ¿Acaso eran tan dominados por su lujuria perversa que ni se notaron que las luces se apagaron, o tan impacientes de satisfacer su carnalidad que no pensaron en buscar el "switch" antes de buscar la puerta? Perversos mentecatos.

35 Y dirás: Hiriéronme, mas no me dolió; Azotáronme, mas no lo sentí; Cuando despertare, aun lo tornaré a buscar.

Proverbios 23

Esto nos recuerda de la humanidad en el Apocalipsis que es engañada por Satanás después de que este se suelte del abismo. Con tales ya no queda mas remedio. Tengo que admitir que esta historia me hace reír, perverso como eso suena, pero reconozco que cuando Dios empieza a reírse, eso sí es mala noticia.

21 Mas tú no los creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales han hecho voto debajo de maldición, de no comer ni beber hasta que le hayan muerto; y ahora están apercibidos esperando tu promesa.

Hechos 23

Fanatismo hace los más fatuos de todos los hombres. Me he quedado sin palabras a veces, tratando de asimilar lo que me acaban de contar algunos. Pienso en aquella mujer que me aseguró que Jesús había "nacido de la mollera de María" porque ella no pudo jamás haber dejado de ser "virgen." No sé si has tratado de imaginar cómo un bebé nacería de la mollera, pero me deja preguntando si en tal caso se vale decir que siquiera nació. La "natividad" de Jesucristo viene siendo una celebración de ¿qué cosa? Bueno, la "fe" es lo que cuenta, o así me aseguran.

No es nada extraño pensar en cuarenta Judíos rabiosos, nutriendo su "asesino interior," conspirando juntos, y jurando sobre la tumba de sus madres, que no comerán ni beberán hasta matar a Pablo. Pero no puedo evitar la sonrisa al imaginarles la cara a todos poco después, sin haber ayunado un solo día todavía, cuando oyen la noticia que Pablo había sido cambiado a Cesarea. Todos empiezan a verse uno a otros, todos pensando lo mismo, pero no queriendo ser el primero en decir lo obvio. "Alguien quiere ir por tacos?"

11 Volvió el rey á enviar á él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y hablóle, y dijo: Varon de Dios, el rey ha dicho así: Desciende presto.

12 Y respondióle Elías, y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió á él y á sus cincuenta. 2 Reyes 1

Si hay premio para el más mentecato de todos los bobos en la Biblia, el segundo capitán tiene que ser el mejor candidato. Bueno, le damos una buena marca al ejército de Israel que entrenó a sus capitanes y soldados de tal manera que estuvieren dispuestos a arriesgar sus vidas para cumplir su deber. Y el primer capitán, sin duda, no tenía porqué pensar dos veces cuando se le mandaba traer abajo a Elías. Pero al ver fuego caer del cielo e incinerar a ese valiente con sus cincuenta hombres de guerra, no estoy seguro cómo explicar el comportamiento del segundo capitán, que por cierto, subió al mismo lugar de las cenizas, y con el humo todavía en el aire, y el hedor de sus compañeros todavía fuerte, proclamara las mismísimas palabras de su antecesor, como si fueran originales e inteligentes. "El rey ha dicho así." Menso. Ya sabemos todos lo que el rey ha dicho. Existen momentos en la historia que uno tiene que pensar que algunas cosas llevan mas peso que lo que el rey ha dicho, y seguramente, ese era uno.

Esto me hace pensar en la respuesta ciega y terca de tantos religiosos que insisten seguir su religión aunque han visto una y otra vez que es falsa. Nos dicen "tu Biblia lo dice, pero mi Biblia no dice eso," y entonces se lo mostramos en su propia Biblia. "Bueno, tú sabes, Lutero dijo que para vivir, la protestante, pero para morir, no hay como la católica." Bueno, Lutero no dijo eso, pero si lo dijera, ¿eso que tiene que ver? ¿A quién le importa lo que dijo Lutero? "Mis padres me dejaron esta religión, y entonces moriré exactamente como ellos." Si, pues, morirás como tus padres, pero no exactamente como ellos. A ellos se le puede entender que creyeran una mentira, pero tú tienes muchas ventajas que no tuvieron ellos. Al primer capitán no le culpamos. Pero al segundo capitán, pues, él se lleva la palma. Este es el mejor de los mentecatos, el príncipe de los papanatas. ¿Y tú le seguirás, como un tercer capitán aun mas intelectualmente desafiado que él?