La Epístola

Isidro Fabela # 999

Col. Tres Caminos

CP 50010 Toluca, Edo. Mex.

#119 Junio, 2004

Impreso en México

 

 

Noticias

León Conferencia de Exhortación predicada por Natanael Aradillas, sábado y domingo, 25 y 26 de julio.

San Luís Potosí, Selene Septiembre 3 al 5, viernes a domingo, habrá conferencia de exhortación predicada por Lyndell Kincaid y Memo Kincaid, ambos cada reunión. Viernes y sábado, noches a las 7 pm. Sábado predicación a los jóvenes a las 4 de la tarde. Domingo termina a las 10 am.

León Septiembre 8 al 12, miércoles a domingo, conferencia de exhortación predicada por Lyndell Kincaid y Memo Kincaid, ambos predicando cada reunión. Todas las noches a las 7 pm excepto sábado, que será a las 6 pm. Termina domingo en la mañana a las 10.

El himnario en dos formatos está disponible en la página de la internet www.epistola.valera1909.com.

Planeamos poner un directorio nuevo en la epístola 120, así que pido de favor que me envían cualquier corrección en este mes.

Querétaro Nos mandaron un mapa para facilitar la llegada al lugar de las reuniones de los predicadores.

 

 

 

 

 

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La Doctrina de Elección

por Charles Finney

[La doctrina de elección es bíblica, aunque muchos cristianos la evaden. Pocos predicadores pueden trazar una linea entre los dos extremos manteniendo a la vez fidelidad al texto y consistencia en su lógica. Es mas, pocos intentan sinceramente. Finney, sin embargo, lo intentaba siempre, algo que le hizo enemigos en ambos campos. No sé si tuvo razón en todo, pero su explicación demuestra respeto profundo a las palabras del texto bíblico, una aceptación humilde a la doctrina de elección como está en la Biblia, pero también una defensa enérgica y lógica de la benevolencia de Dios. Este sermón viene de la colección de Christian Classics Ethereal Library, de Wheaton College (www.ccel.org).]

4 Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor;

5 Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad,

Efesios 1

El tema de este discurso es la doctrina de elección, y al tratarlo, seguiré el siguiente orden

I. Manifestar lo que no se propone por esta doctrina.

II. Lo que sí se propone por ella.

III. Que es doctrina de la Biblia.

IV. Que es doctrina de razón.

V. Porqué son elegidos.

VI. Cuando fueron elegidos.

VII. Que no es una elección parcial.

VIII. Que no hay injusticia en ella.

IX. Que no opone ningún obstáculo a la salvación de los no elegidos.

X. Que es lo mejor que pudo haberse hecho por el mundo.

XI. Que no sobrepuja el uso de medios en la salvación de los elegidos.

XII. Que es el único estímulo para usar medios [evangelizar].

XIII. Cómo se puede saber quien es elegido.

I. He de manifestar lo que no se propone por esta doctrina.

1. No que una parte de la humanidad se destina ser salva independiente de su carácter moral. No debemos suponer que los elegidos serán salvos, hagan lo que quieran, sin consideración de su conducta.

2. Tampoco debemos entender por ella, que los elegidos serán obligados al cielo en contra de su voluntad.

3. Tampoco que hay alguna provisión particular hecha en la expiación para su salvación, mas que para la salvación de los no elegidos.

4. Ni que los elegidos aun inconversos sean mejores en lo más mínimo que los no elegidos.

5. Ni que los elegidos inconversos sean más amados de Dios que los no elegidos.

6. Ni que los no elegidos sean creados para la condenación, y que no puedan ser salvos por más que intentan.

II. Sino que, por la doctrina de elección, se propone, que una parte de la familia humana son escogidos a la eterna salvación; que no solamente son escogidos como grupo entero, sino como individuos; cada cual de los tales será finalmente salvo.

III. Esta doctrina está enseñada en la Biblia. Es claramente enseñada en el texto. Pedro dirige su primera epístola

á los extranjeros esparcidos en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia, y en Bithinia, Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo Gracia y paz os sea multiplicada. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos Para nosotros que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo.

1 Pedro 1.1-5

En 2 Timoteo el apóstol dice

9 Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

2 Timoteo 1

No tomaré tu tiempo multiplicando pasajes de escritura; escasamente ninguna doctrina de la Biblia es mas abundantemente y inequivocadamente enseñada que esta. Mucha ingenuidad se ha ejercitado en explicar estos pasajes de tal modo para mostrar que estos pasajes no enseñan elección como la he declarado. Pero la manera en que los intentos de deshacerse de esta doctrina se han terminado, ha manifestado ampliamente que no se puede deshacerse de ella, y que la doctrina así como se encuentra en la faz de las escrituras es la misma contenida en la proposición que he declarado, a saber, que una parte de la humanidad son escogidos a la vida eterna y la salvación.

IV. Es doctrina de razón. Esto sigue, primeramente, de la presciencia de Dios. Dios tuvo que saber de antemano quién iba y quién no iba a ser salvo. Dr. Adam Clark intenta evadir la inferencia de elección por la omnisciencia de Dios. El dice, que la omnisciencia de Dios no es más evidencia que Dios sabe todo lo que es posible saber, que su omnipotencia comprueba que hace todo lo que es posible hacer. Su omnipotencia, él observa, es bajo el control de su sabiduría, así que realmente no hace nada sino lo que su sabiduría dirige; y que su omnipotencia nunca se ejerce, sino en tales casos que la sabiduría la pide actuar; así alega, que la omnisciencia de Dios, es en la misma manera bajo el control de su sabiduría infinita, y aunque puede saber toda cosa posible, realmente tan sólo sabe tales cosas que fuera sabio saber. Este argumento, si se puede llamarse argumento, difícilmente merece respuesta. Pero como a menudo se depende de ello y se ofrece como razonamiento sano y conclusivo, como para responderlo solamente pregunto, ¿Cómo pudo Dios saber si una cosa en particular fuera mejor saberse, sin un conocimiento anterior de tal cosa? Es obvio que primeramente tuvo que tener perfecto conocimiento de ella antes de poder saber si fuera sabio o insensato saberlo.

Pedro afirma la presciencia de Dios, dirigiéndose a cristianos como elegidos según la presciencia de Dios. Pablo, en el octavo capítulo de su epístola a los Romanos, dice,"

29 Porque á los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes á la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos;

30 Y á los que predestinó, á éstos también llamó; y á los que llamó, á éstos también justificó; y á los que justificó, á éstos también glorificó.

Romanos 8

Otra vez. Si Dios antes conoció a quien salvaría, tuvo que tener algún propósito en ello. Tuvo que haber planteado que fueran salvos, o que no lo fueran, o que no tendría ningún diseño en ello. Es irrazonable suponer que pudo tener cualquier de los últimos dos; así que tuvo que tener el primero, a saber, que fueran salvos.

Otra vez. Si cualquiera ha de ser salvo, Dios tiene que salvarlos. Ahora si los salva, o escoge salvarlos, o escoge no salvarlos, o escoge no escoger en ello. Pero es imposible que no tuviera escogimiento en ello. Es una contradicción decir que sabía lo que iba a ocurrir, y que no tenía escogimiento en relación al asunto.

Otra vez. La doctrina de elección se puede inferir por la inmutabilidad de Dios. Suponemos todos nosotros congregados alrededor del tribunal, suponemos todos sus santos han de ser recogidos a su diestra, y ahora la sentencia final se ha de pasar, y ahora Dios calcula llevar todos sus santos al cielo. Pero ¿cuándo primeramente formó Dios este propósito? ¿Tiene acaso alguna nueva luz sobre el asunto? Se habrá cambiado de opinión? "Empero si él se determina en una cosa, ¿quién lo apartará?" (Job 23.13).

Otra vez. La doctrina de elección se puede inferir del hecho que con Dios no hay tiempo pasado ni futuro, sino que toda la eternidad es tiempo presente a él. El principio y el fin de todo tiempo, todos los eventos de tiempo y eternidad, pasado para nosotros, el día de juicio y la eternidad mas allá, con todos sus eventos, son presentes a su mente. El nombre y carácter y destino eterno de toda criatura son presentes a él, y tal es una vista indigna de Dios, que lo exhibe como no teniendo ningún plan definitivo en relación a todos los intereses de su imperio extenso; en realidad es virtualmente negar a Dios, y robarle de los atributos esenciales de su naturaleza.

Otra vez. Si Dios no conoce los individuos que serán salvos, es imposible que supiera que cualquiera se salvará. Si ha diseñado salvar sus santos como cuerpo, tuvo que haber diseñado salvarlos como individuos, porque [el cuerpo] es hecho de individuos.

V. He de demostrar porqué son elegidos.

1. Comento que no es porque los elegidos son algo mejor por naturaleza que otros. Pablo dice, "somos llamados con vocación santa, no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, que tuvo en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos" (2 Tim. 1.9).

2. Ni porque Dios desea mas fuertemente la salvación de los elegidos, que de los no elegidos.

3. Ni porque Cristo acordó comprar una parte de la humanidad del padre, y depositó cierto tanto sufrimiento para cierto tanto pecado, y que escogió de entre ellos, como lo haríamos de una manada de ovejas.

4. Ni porque sintió alguna parcialidad particular para los elegidos que para los no elegidos. En breve, no era nada en la naturaleza o carácter de los hombres, que le guió hacer esta distinción, y escoger unos en preferencia de otros.

Ni tampoco debemos suponer que Dios actuó en la selección de los elegidos sin motivos. Tuvo que haber tenido alguna buena y sustancial razón para escoger uno en preferencia de otro. Algunos hablan de la elección en tal manera para dejar la impresión en la mente, que Dios actuó arbitrariamente, y que todo revolvió sobre una soberanía inescrutable, las razones de la cual no podemos en ninguna manera entender. Pero ciertamente así no aprendí la doctrina de elección. Porque, aunque no nos ha dicho porqué seleccionó uno en preferencia sobre otro, sin embargo nos ha dicho ciertas cosas de las cuales podemos justamente inferir cuáles son las razones que le guió a esta selección. Las escrituras nos informan que Dios es bueno, aun infinitamente bueno, y que hace lo bueno; y del hecho que es infinitamente bueno somos obligados inferir que hace todo el bien que puede.

Además pregunta, "¿Qué más se había de hacer á mi viña, que yo no haya hecho en ella?" (Isa. 5.4). Si Dios no salva a todos los hombres, tiene que ser porque no todos pueden ser salvos consistentemente. Que la salvación de todos los hombres requeriría tal cambio en la administración de su gobierno que en la suma haría mas daño que bien en el universo. Porque si la salvación de todos los hombres sería sabio en la suma, para la máxima gloria de Dios, y para los intereses mejores de su reino, podemos reposar asegurado que todos los hombres serían salvos. Pero es cuestión de hecho que la conversión de todos los hombres requeriría un arreglo y administración del gobierno divino muy diferente de lo que ahora experimentamos, a fin de cargar suficiente influencia moral sobre este mundo, para volver todos a Dios. Es fácil ver también, que este cambio en la administración del gobierno divino puede en muchas maneras desordenar los intereses del universo, de los mundos que ruedan su trono, de tal manera que en suma haría mas mal que bien.

También sigue, que si cualquier parte de la humanidad se salva, es porque Dios puede sabiamente salvarles. Que en la mejor posible administración de su gobierno puede imponer suficiente influencia moral sobre ellos para convertirles. Es una contradicción decir que la misma cantidad de influencia moral se puede incumbir sobre todo individuo de la familia humana. Sería lo mismo decir que cada individuo puede estar en circunstancias precisamente similares, en todos los respectos. Pero esto es una imposibilidad natural. Los elegidos entonces tienen que ser aquellos de los cuales Dios veía pudieron ser convertidos bajo la mas sabia administración de su gobierno. Que al administrarlo de tal manera que fuera beneficiente a todos los mundos, ejercitando tal cantidad de influencia moral sobre todo individuo, que en la totalidad resultaría en el bien mayor a su reino divino, veía de antemano que ciertos individuos podían con esta la mas sabia cantidad de influencia moral, ser recuperados y santificados, y por esta razón fueron escogidos a la vida eterna. Por eso no debemos entender que veía que algunos serían mejores por naturaleza que otros, y que por esta cuenta podían ser mas fácilmente vueltos a Dios; sino que en suma estarían en tales circunstancias que sería sabio en Dios, en la administración de su gobierno, traer suficiente influencia moral sobre ellos para sujetar su oposición, y salvar sus almas.

VI. He de mostrar cuando la elección fue hecho.

El apóstol dice que fue antes que se fundara el mundo, o desde la eternidad. Tuvo que ser cuando el plan de gobierno divino se estableció en su mente, y que el modo presente de administración fue concluido. Algunos suponen que los hombres no son elegidos hasta que son convertidos, y confunden su elección con su conversión. Pero esto ni es razonable ni bíblico. Cristo dirá a sus santos en el día de juicio, "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo;" (Mat. 25.34), y ciertamente es irrazonable suponer que un Dios inmutable se ha cambiado de opinión acerca de algún individuo, y hecho un nuevo escogimiento, y lo haya elegido a la vida eterna [solo] cuando ve que se ha convertido.

VII. He de mostrar que esta elección no es parcial.

Por la parcialidad, entendemos una inclinación o favor hacia un individuo o partido, fundado sobre algún interés o prejuicio. Alguna preferencia que tenemos por algún individuo mas que por otros. Ya mostré que la elección no vuelve sobre ninguna cosa en el carácter de los elegidos, no sobre cualquier prejuicio particular o parcialidad que Dios tiene en su favor. La cuestión de su elección no dependió de nada en ellos. Dios no examinó la familia humana para ver quien amaba mas, sino a quien podía en la mas sabia administración de su gobierno, imponer suficiente influencia moral para salvarles. No era parcialidad a ellos, sino un alto y santo respeto a los grandes intereses de su inmenso reino que terminó en su elección.

VIII. He de mostrar que no hay injusticia en esto.

Dios no estaba bajo ninguna obligación a nadie. Pudo haber enviado, en perfecta justicia, a toda la humanidad al infierno. La doctrina de elección no condenará a nadie; al tratar a los no elegidos según sus méritos no les hace ningún agravio. y seguramente al ejercer gracia en la salvación de los elegidos no es ningún acto de injusticia a los no elegidos, y especialmente se demostrará verdadero esto si tomamos en consideración el hecho que la única razón que los no elegidos no serán salvos es porque tercamente rehúsan salvación. El ofrece misericordia a todos. La expiación es suficiente para todos. Todos pueden venir y están bajo la obligación de ser salvos. El fuertemente desea su salvación y hace todo lo que puede sabiamente hacer para salvarles. ¿Porqué pues deberá la doctrina de elección pensarse injusta?

IX. La elección no opone ningún obstáculo a la salvación de los no elegidos.

El escogimiento de algunos a la vida eterna, por el fundamento que pueden ser convertidos bajo la mas sabia administración de su gobierno, en ninguna manera presenta dificultad alguna en el camino de conversión de los no elegidos; porque con ellos Dios usa todos los medios consistentes con sabiduría reclamarles y salvarles. La conversión de los elegidos, en vez de ser obstáculo en el camino, es un incentivo poderoso a los no elegidos de volverse y vivir. La conversión de los elegidos, que sustentan tales relaciones como tienen con las multitudes de los no elegidos, es entre los motivos mas poderosos que se puede presentar para la conversión de los no elegidos.

X. Esto es lo mejor que en suma podía ser hecho para los habitantes de este mundo.

Es razonable inferir de la benevolencia infinita de Dios que el plan de su gobierno incluye la salvación de un mayor número que se podían ser salvos bajo cualquier otro método de administración. Es tan seguro como que la infinita benevolencia tiene que preferir un bien mayor sobre un inferior. Suponer que Dios preferiría un modo de administración que lograra la salvación de menor número que podían ser salvos bajo algún otro modo, obviamente sería acusarle de una falta de benevolencia. Es sin duda verdad que él podría variar el transcurso de eventos para salvar otros individuos de los que hace. Para convertir mas en algún barrio en particular, o familia, o nación, o en algún momento particular, de lo que hace.

Supone que hay uno en esta ciudad, que tan firmemente se ha atascado en error que existe solamente un hombre en todo el territorio que es suficiente enterado de sus "acogidas de mentiras" para poder responder a sus objeciones y sacarlo de sus refugios. Ahora es posible si este individuo pudiera ser puesto en contacto con él, que sería convertido pero si es empleado a alguna distancia en la viña, su removimiento de tal campo de trabajo a esta ciudad, quizás en la suma no sea lo mejor para el interés del reino de Dios; y mas puedan carecer de la salvación por su removimiento acá, de los que serían salvos por tal movimiento. Dios tiene a la vista el bien de todo su reino. El obra sobre una escala inmensa y comprensiva. No tiene parcialidades para individuos, sino avanza en la administración de su gobierno con su ojo sobre el bien general, diseñando salvar al mayor número, y producir la máxima felicidad en su reino.

XI. Elección no sobrepuja la necesidad de medios para la conversión de los elegidos. Son escogidos para salvación por la santificación del Espíritu y fe de la verdad. Tienen que oír, creer, y obedecer la verdad. Si el fin es de lograrse, los medios necesarios tienen que usarse ¿puede un campesino, por saber que Dios ya lo tiene establecido en su propia mente si tendrá cosecha o no, decir que si ha de tener cosecha la tendrá, siembre su tierra o no? ¿Puede un enfermo dejar de usar medios para recuperar su salud, porque sabe que Dios ha contado sus días, que ya está establecido en la mente divina si morirá o no? Seguro que no. Si el campesino ha de tener cosecha, tiene que sembrar su campo y usar los medios necesarios. Si el enfermo ha de vivir, los medios requeridos para su recuperación tienen que usarse. Así en la curación de pecadores, si no se usan los medios, ni siquiera los elegidos pueden ser salvos, y los que desatienden los medios nunca harán firme su vocación y elección.

XII. La doctrina de elección provee la única base para estimular el uso de medios en la salvación de pecadores.

Como sé que la mente carnal es enemistad contra Dios; que los hombres son enteramente opuesto al camino de la salvación; que odian al evangelio, y a todos los esfuerzos que se hacen para salvarles; ¿qué motivación tendría yo de predicar el evangelio, si no conociera que Dios haya escogido algunos a la vida eterna, y que muchos o todos mis oyentes puedan ser de este número; y que su providencia los ha reunido aquí, con el diseño de alcanzarles con las saetas de su verdad? Es esta consideración solamente que provee base de motivación para extender en su audiencia la palabra de vida.

XIII. He de mostrar cómo se puede saber quien es elegido.

Los elegidos que ya se han convertido se conocen por su carácter y conducta. Demuestran la realidad de su elección por su obediencia a Dios. Los que no son convertidos pueden resolver el asunto cada uno por sí mismo si es elegido o no, para tener la mas suficiente evidencia de si sea del número feliz. Si ahora te sometas a Dios, tu puedes saber que eres elegido. Pero cada hora que pospones la sumisión, aumenta la evidencia que no eres elegido.

Inferencias y Comentarios

I. Presciencia y elección no son inconsistentes con libre albedrío, sino se fundamentan sobre ello. Los elegidos fueron escogidos a la vida eterna, porque Dios antes vio que en el perfecto ejercicio de su libertad, podían ser inducidos a arrepentirse y acoger el evangelio.

II. Puedes ver porqué muchas personas se oponen a la doctrina de elección, e intentan deshacerse de ella; primero, la mal-entienden, y segundo, deducen inferencias ilegítimas de ella. Suponen que significa que los elegidos serán salvos en todo evento, cualquiera que sea su conducta; y otra vez infieren de la doctrina que no hay posibilidad de la salvación de los no elegidos. Su entendimiento de la doctrina sería una motivación a los elegidos perseverar en pecado, sabiendo que su salvación es segura, y su inferencia llevaría los no elegidos a la desesperación, por la razón de que sería en vano que hagan el esfuerzo de salvarse. Pero tanto la doctrina como la entienden, y su inferencia son falsas. Pues elección no asegura la salvación de los elegidos independiente de su carácter y conducta; ni pone, como hemos visto, ningún obstáculo en el camino de salvación de los no elegidos.

III. Esta perspectiva del tema no ofrece ningún fundamento para presunción en el un lado, ni para desesperación en el otro. Nadie puede justamente decir, si he de ser salvo, seré salvo, haga lo que quiera. Ni puede alguno decir, si he de ser condenado, seré condenado, haga lo que quiera. Sino la cuestión se ha dejado, de lo que les toca a ellos, completamente un asunto de contingencia. Pecadores, su salvación o condenación es tan absolutamente suspendida sobre su propio escogimiento, como si Dios no supiera ni propusiera cosa alguna acerca de ella.

IV. Esta doctrina no pone ningún fundamento para controversia con Dios. Sino al contrario sí pone amplio fundamento para gratitud, tanto por parte de los elegidos como de los no elegidos. Los elegidos ciertamente tienen grande motivación de agradecimiento que son así distinguidos. Oh que pensamiento, de tener tu nombre escrito en el libro de la vida, de ser escogido de Dios como un heredero de salvación eterna, de ser adoptado en su familia, de ser destinado disfrutar su presencia, y de bañar tu alma en el mar ilimitado de su amor para siempre jamás. Ni están los no elegidos sin obligaciones de gratitud. Tu debes ser agradecido si algunos de tus hermanos en la familia humana son salvos. Si todos fueran perdidos, Dios sería justo. Y si alguno de tus vecinos o amigos, o cualquier de este mundo moribundo recibiera la dádiva de vida eterna, tu debes ser agradecido y ofrecer gracias eternas a Dios.

V. Los no elegidos a menudo disfrutan tan grandes, o mayores privilegios que los elegidos. Muchos han vivido y muerto bajo el son del evangelio, han gozado todos los medios de salvación durante una vida larga, y han muerto al fin en sus pecados, mientras otros han sido convertidos desde su primer encuentro con el evangelio de Dios. Ni se debe esta diferencia al hecho que los elegidos siempre reciben mas esfuerzos del Espíritu que los no elegidos. Muchos que mueren en sus pecados parecen haber recibido convicción durante gran parte de sus vidas; han sido impresionados profundamente con un sentido de sus pecados y el valor de sus almas, pero fuertemente se han atrincherado bajo el acogimiento de mentiras, han amado el mundo y odiado a Dios, y han penetrado peleando, todos los obstáculos que se han echado a su alrededor para impedir su camino a la muerte, y literalmente han forzado su paso por las puertas al infierno.

VI. ¿Porqué se debería la doctrina de elección hacerse una piedra de tropiezo en el camino de pecadores? En ninguna otra cosa hacen el mismo uso de los propósitos y diseños de Dios, como [hacen] en el tema de religión; y sin embargo en todas las demás cosas los propósitos y diseños de Dios son igualmente establecidos y tienen la misma influencia absoluta. Dios tan ciertamente designó el día y las circunstancias de tu muerte, como de que si fuera salva tu alma. No solamente está expresamente declarado así en la Biblia, pero es claramente la doctrina de razón. ¿Qué dirías al volver a casa de la reunión, si fueras llamado a ver un vecino enfermo, y al inquirir encuentras que ni come ni bebe, y que casi se muere de malnutrición al altercar con él acerca de su conducta, él tranquilamente te responde que cree en la soberanía de Dios, en presciencia, elección, y decretos; que sus días son contados, que el tiempo y las circunstancias de su muerte son establecidos, y que no podría morir antes de su tiempo, y que todos los esfuerzos que pudiera hacer no le permitirían vivir un momento mas allá de su tiempo? Si tu intentaras protestar en contra de su inferencia, y de tal abuso y perversión de la doctrina de decretos, él te acusaría de ser hereje, de no creer en la soberanía divina. Ahora si vieras un hombre razonando y actuando así sobre temas mundanas, tu lo pronunciarías loco. Si campesinos, mecánicos y comerciantes razonaran así en cuanto a sus negocios mundanos, serían considerados candidatos perfectos para el manicomio.

VII. Cuán fuertemente la perversión y abuso de esta doctrina ilustra la locura del corazón humano, y su entera oposición a los términos de salvación. El hecho que Dios sabe de antemano y tiene designios en cuanto a todos los demás eventos, no se ha hecho una excusa para seguir ociosos, o peor que ociosos en estos asuntos. Pero cuando se toca sus obligaciones a Dios, y tan sólo aquí, toman las escrituras y las tuercen a su propia destrucción. Cuán afectadamente este hecho resalta la demostración que los pecadores desean una excusa para desobedecer a Dios, que desean un argumento para vivir en pecado, que buscan ocasión para guerrear en contra de su hacedor.

VIII. He comentado que la cuestión es tan abierta para tu decisión, que estás permitido tan perfectamente ejercer tu libertad, como si Dios ni supiera ni propusiera cosa alguna acerca de tu salvación. Supone que hubiera una hambre grande en esta ciudad, y que solamente Fulano de tal tuvo provisión en gran abundancia, y que fuera un hombre benevolente y liberal, y dispuesto a suplir toda la ciudad con provisión gratuita, y supone que existiera un prejuicio universal y demasiado irrazonable en su contra, tanto que cuando anunció en los diarios que sus bodegas se hayan abiertas, que cualquier pudiera venir y recibir provisiones, sin dinero y sin precio, comenzaron todos á una á excusarse, y obstinadamente rehusaron aceptar las ofertas. Ahora supone que aquel empleara todos los ambulantes para que llevaran provisiones por toda la ciudad, y pararan en cada puerta. Pero aún se animaban unos a otros, y preferían morir que endeudarse a él por comida. Muchos habían hablado tanto en su contra que estaban plenamente avergonzados de sentir y admitir su dependencia sobre él. Otros estaban tanto bajo su influencia de ellos tal que no osaran ofenderles, y tan fuerte la corriente de opinión pública, que ninguno tuvo el valor moral de romperse de la multitud y aceptar de vida. Ahora supone que aquel Fulano sabía antemano el estado de opinión pública, y que todos los ciudadanos le odiaban, y que preferían morir antes de estar endeudados a él por su vida. Supone que también sabía desde el principio que habían ciertos argumentos que podía incumbir sobre algunos individuos que les cambiará de opinión, y que se debería proceder a presionarles con estas consideraciones hasta que hayan abandonado su oposición, y gratamente aceptado sus provisiones, y fueron salvos de la muerte. Supone que usaba todos los argumentos y medios que sabiamente podía para persuadir a los demás, pero a pesar de todos sus esfuerzos benevolentes, se apegaron a su resolución y prefirieron la muerte a la sumisión a sus propuestas. Ahora supone que tenía perfecto conocimiento desde el principio, de la cuestión de todo este asunto; ¿no sería la cuestión de vida o muerte tan plenamente abierta para la decisión de cada individuo como si no supiera nada de ello?

IX. Algunos pueden preguntar, ¿porqué usa medios Dios con los no elegidos considerando que está seguro que no aceptarán? Respondo porque él propone que fueran sin excusa. Demostrará su [propia] buena voluntad y la contumacia de ellos delante del universo. Él limpiará sus vestidos de su sangre; y aunque sabe que su rechazo de la oferta solamente aumentará su culpa y agravará su profunda condenación, aun hará la oferta, siendo que no hay otra manera de ilustrar su infinita voluntad de salvarles, y su perverso rechazo de su gracia.

Por último, Dios requiere que procures tanto mas hacer firme tu vocación y elección. En escoger sus elegidos, tienes que entender que ha echado la responsabilidad de ser salvo sobre ellos, que todo depende de su consentimiento a los términos; todos ustedes están perfectamente capaces de dar su consentimiento, y en este momento de echar mano a la vida eterna. Independiente de tu propio escogimiento ninguna elección te puede salvar, y ninguna reprobación te puede condenar. El Espíritu y la Esposa dicen Ven. Y el que oye, diga Ven. Y el que tiene sed, venga y el que quiere, tome del agua de la vida de balde. La responsabilidad es tuya. Dios hace todo lo que sabiamente puede, y te desafía mostrarle qué más pudiera hacer que no ha hecho. Si vas al infierno, tienes que ir manchado con tu propia sangre. Dios está libre, los ángeles están libres. Para tu propio señor estás en pie, ó caes; misericordia espera, el Espíritu se esfuerza; Jesús está a la puerta y llama; entonces no perviertes esta doctrina, ni hagas de ella una ocasión de tropiezo hasta que te encuentras en la profundidad del infierno.