La Epístola

Apartado 432

Administración 1

Morelia, Mich. CP 58001

#105 Mayo, 2003

San Antonio: Steve Dalros, fiel pastor de muchos años en la iglesia, renunció su oficio por razón que su esposa le dejó y ella ahora está viviendo en adulterio. No sabemos la motivación de ella, pero Steve determinó que él no podía seguir en tal ministerio sin una esposa fiel. Este acontecimiento pesa mucho a la iglesia en estos momentos, y en especial a Steve y a sus tres hijos. Necesitan nuestra oración. La iglesia sigue ahora con tres pastores, Lyndell Kincaid, Brian Thibault, y Trinidad Noyola. Oremos por todos ellos.

León, San Juan Bosco: La iglesia de San Juan Bosco se encargará de la reunión de varones el domingo 18 de mayo. Se llevará a cabo en la deportiva de San Miguel, por el Blvd. Torres Landa (la salida a San Francisco del Rincón). La comida comienza a partir de las 4 y la reunión comienza a las 5:30 en punto.

Morelia: La conferencia de exhortación se llevará a cabo en la calzada de San Diego, desde domingo 25 de mayo hasta domingo 1 de junio. Predicarán Flavio Santoyo, Juan Girón, Marco Chaires, Miguel N. Jackson y Mariano Alba. Noches a las 7 pm, domingos en la mañana a las 10.

San Antonio: La conferencia de Evangelismo Extranjero era de bendición. La iglesia de San Antonio se prepara para enviar otro misionero a Polonia, Corey Riggs. Tiene planes para mudarse a Varsovia en el verano.

Epístola: Cualquier hermano o hermana que desea recibir la epístola por correo electrónico como mensaje directo, o en forma original para imprimir (usando Acrobat Reader gratis) tan solo tiene que escribirme a kincaidw@prodigy.net.mx , e indicarme el formato preferido (o ambos). Es gratis, y además no cuesta nada.

========================================

23 Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

1 Tesalonicenses 5

Incredulidad tiene muchas formas. En los días de Pablo pocas personas hubieran negado la existencia de Dios, o de dioses, pero habían muchos "intelectuales" (alguien que se cree inteligente) que negaban la resurrección, la agencia de espíritus, ángeles, etc. (Hec. 23.8). Pocas negarían la idea de justicia, del bien y del mal, pero muchas negaban un juicio después de esta vida. De mi punto de vista estas personas intelectuales eran inconsistentes e ilógicas, cosas que demuestran poco intelecto, no mucho. Negar la resurrección es en algún sentido lo mismo que negar la diferencia entre alma y cuerpo, y hay argumentos bíblicos que utilizan la obvia diferencia entre carne y espíritu para comprobar la verdad de la resurrección (1 Cor. 15.44). Así que, incredulidad racional desde tiempos antiguos ha intentado desmentir la existencia del espíritu, el ser interior, el principio de vida después de muerte, de moralidad y responsabilidad a Dios.

Después del invento de la imprenta (1450) conocimiento incrementó rápidamente, la Biblia se esparció sobre todo el continente de Europa, la doctrina original del NT empezó a crecer, y la ciencia moderna nació. Este "renacimiento" no sucedió pacíficamente. Cada nuevo descubrimiento fue opuesto violentamente por ciertos llamados "cristianos," mayormente Romanos, pero también por denominaciones Protestantes establecidas. Todos hemos oído de la tragedia de Galileo que fue acusado por el "Santo Oficio" y tuvo que retractar sus "herejías" helio-céntricas en su vejez para salvar su pellejo. Los "cristianos" de esa historia estaban defendiendo la Biblia supuestamente, seguros que la tierra era el centro del universo, y convencidos que Galileo, Copérnico, y muchos otros científicos estaban equivocados (o endemoniados) por sugerir que el sol lo era. La verdad es que la Biblia jamás decía que la tierra era centro de nada (ni el sol), y así que aquellos "teólogos" estaban defendiendo su opinión, y no la Biblia. Eso mismo ha sucedido tantas veces que cristianos verdaderos debemos ser cautelosos en afirmar lo que la Biblia no dice estrictamente.

Sin embargo, la Biblia sí dice algunas cosas directamente que han causado errores semejantes. Por ejemplo, el "cielo" a veces es llamado un "firmamento" (Dan. 12.3), palabra también traducida "expansión" (Gén. 1.6). Esto es mas que una curiosidad, pues estas traducciones vienen de la palabra hebrea (raqiya) que significa "martillar" o batir un metal para extenderlo.

El uso de esta palabra en la Biblia para explicar la naturaleza del cielo daba la impresión a muchos judíos y cristianos antiguos que las teorías caldeas y egipcias acerca del cielo tenían razón, pues aquellos imaginaban el cielo como un domo sólido sobre la tierra del cual se colgaban las estrellas, el sol y la luna. Caldeos y egipcios pensaban que ese domo celestial fue sostenido por columnas en sus cuatro ángulos, y que existían "ventanas" por las cuales se derramaban las lluvias (Andrew Dickson White, Warfare of Science and Theology, ch. 1). Cristianos antiguos, desde por lo menos el tercer siglo, desarrollaron una "ciencia" bíblica acerca del universo, el cielo, la tierra y los fenómenos meteorológicos, que tenía las mismas suposiciones paganas, el domo sólido y sus columnas, las ventanas y cisternas de agua arriba, con todo y ángeles moviendo grandes palancas para girar todo. Y había apoyo bíblico directo:

Muchas mas referencias existen en el hebreo y que también existían en nuestras traducciones antiguas (Reina, Enzinas, Perez y Valera), que ahora se han eliminado por las revisiones siguientes de nuestra Biblia (1862). Los religiosos poderosos de hace unos siglos persiguieron los científicos que osaban sugerir un error en el modelo tradicional (religioso) de los cielos. Muchos conocedores se mantenían discretos con sus descubrimientos por temor al rechazo público como incrédulos. Poco a poco la verdad se dio a conocer comúnmente, y mas tarde científicos verdaderamente incrédulos se aprovecharon del error teológico para desacreditar la misma Biblia. Muchos "intelectuales" en los últimos siglos se han reído de la Biblia y sus "crédulos" por estos dichos bíblicos que hacen parecer que sus autores creían cosas absurdas.

Sin embargo su risa era prematura. Sin duda existía la imaginación antigua de cielo sólido sostenido por columnas. Y sin duda los autores bíblicos usaron estos términos en sus escritos. Pero queda claro que los autores inspirados tenían un entendimiento científico muy superior que los teólogos medievales romanos y paganos. Por ejemplo, aunque Eliú llamó el cielo "firme" y "sólido" (Job 37.18), existen dichos por Job que efectivamente rectificarían cualquier ilusión de los paganos antiguos, y nos hacen suponer que aun Eliú sabía la verdad, y que estaba usando figuras de habla.

Es cierto que Job mismo menciona las columnas del cielo (26.11), pero ninguno debe suponer por eso que Job lo creía literalmente. El entendimiento astronómico de Job era fundamentalmente superior al de los posteriores Caldeos, Judíos, y teólogos cristianos. Los escarnecedores intelectuales quedan sin justificación, porque Job demuestra su conocimiento en el mismo pasaje que burlan.

7 Extiende el aquilón sobre vacío, Cuelga la tierra sobre nada.

8 Ata las aguas en sus nubes, Y las nubes no se rompen debajo de ellas.

Job 26

Aquí no encontramos una ignorante imaginación de "ventanas en el cielo" de donde se derraman las lluvias suplidas por cisternas arriba de un domo sólido sostenido por columnas. Aquí Job explica que las aguas se contienen en las nubes, que el "aquilón" (constelación norteña) es extendido sobre vacío, y la misma tierra se cuelga sobre nada. Esto fue escrito mas de mil años antes de Pitágoras. Aunque autores en la Biblia utilizan frases como "ventanas de los cielos" (Mal. 3.10), su uso es patentemente metafórico.

2 Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello.

2 Reyes 7

¿Cómo utilizarían ventanas celestiales como figura si creyeran que las mismas lluvias constantes caían de tales ventanas literalmente? Demuestra que todos entendían la terminología, que no era literal, sino metafórica. Todos sabían que las lluvias fueron llevadas por nubes (Job 37.10,11, Isa. 5.6, Zec. 10.1), y entendían la agencia de evaporación (Gen. 2.5,6, Ecl. 1.7), y parece que todos sabían que la tierra, los mares y el cielo eran esféricos (Job 22:14, Sal. 19.6, Pro. 8:27, Isa. 40:22) mil años antes de Platón y Aristóteles.

34 Ciertamente él escarnecerá á los escarnecedores, Y á los humildes dará gracia.

Proverbios 3

Junto con la suposición de ignorancia bíblica acerca de los cielos los intelectuales también acusaban a los autores bíblicos de ignorar la función de la anatomía humana. Conceptos tan básicos como la circulación de la sangre por las arterias y venas eran ignorados hasta casi nuestras generaciones (se descubrió por científicos recientemente). Risa parece mas o menos lógica cuando incrédulos leen las figuras bíblicas.

La idea que David creía que sus pensamientos se encontraban en sus riñones, que Salomón creía que su alma estaba en su vientre, que Jeremías suponía que su tristeza estaba en su hígado, y los atributos que Ezequiel y Pablo daba a sus entrañas, pues, tiene su lado humorístico. Hoy en día la lógica pone los pensamientos en el cerebro (palabra que no se usa en la Biblia), que, después de todo, es también un órgano del cuerpo, así que, aceptando la verdad de la Biblia, que existe una alma y un espíritu aparte del cuerpo, se podría ver como igualmente chistoso a los autores Bíblicos. Además, todavía usamos el "corazón" como sinónimo para alma y mente, así que, no debemos suponer que los antiguos suponían literalmente que sus pensamientos se encontraban en tales órganos, a menos que tú así lo supones acerca del corazón. Ellos como nosotros usamos figuras en nuestra habla común, pero todos entendemos que la mente es mas que una función del cuerpo. La idea fundamental de la Biblia desde la primera hoja es que hay una diferencia entre el cuerpo y el alma.

7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente.

Génesis 2

Intelectuales no aceptan esta verdad. Racionalistas quieren pruebas científicas que existe una mente mas allá del cerebro material. Creyentes durante siglos difícilmente han podido satisfacer la demanda lógica de pruebas sobre la existencia de espíritu, y a los intelectuales esto demuestra lo ridículo de nuestra fe. Pero no hay que olvidar que estos mismos intelectuales todavía no están muy convencidos que existe materia, aunque están sentados sobre sillas de madera, se acuestan sobre colchones de plumas y tela, y toman agua cuando tienen sed. Algunos hemos rebasado ese obstáculo de estupidez desde niños, y no contamos estos argumentos triviales como "intelecto" sino como idioteces. No podemos comprobar científicamente que existe espíritu aparte del cuerpo porque ciencia depende de pruebas materiales. Es como el ciego que demanda una prueba de que existen colores distintos sin aceptar la palabra de quienes pueden ver. Por mi parte estoy convencido que existe espíritu aparte del cuerpo porque el concepto de su inexistencia es demasiado oscuro y absurdo para mi mente. El concepto de su existencia es el cimiento de todo pensamiento alto que he considerado. La fe es una avenida de la cual no puedo ver ni el comienzo ni el fin, pero incredulidad es un callejón que sale a un lado, del cual puedo ver ambos extremos, y tengo que decir que no me parece "racional" escoger el callejón. Si yo dudara la existencia de espíritu terminaría dudando la misma existencia de materia como ellos, y francamente, eso para mi es negar la existencia de inteligencia. Si tomó una vida entera para Descartes concluir "pienso, así que soy," (hmmm, ¿piedras no "son"?) no me fue difícil adelantarme sin mucho rodeo, "pienso, así que soy mas que piedra."

Ahora, sabiendo que existe mas que cuerpo es un paso de fe muy básico, y explicando las diferencias entre cuerpo y espíritu es mas o menos sencillo. Espíritu es lo que lógicamente existe mas allá de los sentidos naturales (lo que no se ve, oye, palpa, etc. o sea, pensamientos, voluntad, justicia, fe, Dios, etc.). Sin embargo, nuestro texto habla de tres partes íntegras del humano, cuerpo, alma y espíritu. Algunos verdaderos creyentes niegan esta tricotomía, y prefieren tratar al espíritu y el alma como sinónimos. Y tienen su argumento, pues muchas veces la Biblia habla de alma y espíritu como sinónimos.

9 Con mi alma te he deseado en la noche; y en tanto que me durare el espíritu en medio de mí, madrugaré á buscarte:

Isaías 26

Pero también la Biblia declara que son distintos.

12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Hebreos 4

La Biblia nunca explica la precisa diferencia entre alma y espíritu, y eso da lugar a muchas diferentes opiniones. No creo que hay mucha importancia en estas diferencias de opinión, pero tampoco creo que estamos en tinieblas al respecto. Aunque la Biblia no lo dice en tales palabras, sí indica la precisa función de nuestra naturaleza triuno. No queremos suponer, queremos descubrir bíblicamente lo que son. Tenemos que prestar atención al uso de las palabras, pero también al propósito de su uso. Y si finalmente queda algún incertidumbre, reconocemos que partir alma y espíritu eficazmente requiere la palabra viva de Dios para alcanzarlo.

Espíritu es una palabra que viene de una raíz que significa viento o respiración tanto en Hebreo (ruwach) como Griego (pneuma). No por eso debe nadie suponer que los antiguos se confundían. Todos sabían de qué estaban hablando aunque la misma palabra se usaba en mas de un contexto. Alma es palabra que significa respiración también, tanto en hebreo (nephesh) como griego (psuche). Se traduce también "vida." No debe sorprendernos si se usan sinónimamente a veces, junto con otras palabras de anatomía (corazón) y concepto (entendimiento, interior). Por supuesto son sinónimos cuando se usan para expresar una naturaleza distinta que "carne" o materia.

Bíblicamente ambas palabras "espíritu" y "alma" se usan para expresar la "ánima" o la vida interior del cuerpo.

También ambas palabras se usan para expresar emociones y en ese sentido también parecen sinónimos bíblicamente. Emociones como Tristeza:

Gozo:

Amor:

Odio:

Temor:

Enojo:

Y es claro que el espíritu conoce y entiende:

Pero también queda claro que hay cosas que el espíritu conoce que el alma no entiende:

Una clave de esto es que bíblicamente el espíritu está en nuestra mente, o sea, como el alma es el interior del cuerpo, el espíritu es el interior del alma.

Todos sabemos lo que es el cuerpo, y suponemos saber lo que es la mente. Pero como alma y espíritu son difíciles de distinguir, en realidad también lo son el alma y el cuerpo. La mente, o el alma, obviamente incluye nuestros pensamientos, que demostrablemente se encuentran en el cerebro humano. También el alma bíblicamente incluye nuestras emociones, que científicamente podemos demostrar están conectadas a nuestra sangre en forma de hormonas (químicos producidos en nuestros cuerpos). No por eso existe duda que la mente y el cuerpo son distintos. Solamente aclara que son conectados. De la misma manera podemos entender la mente y el espíritu. Al parecer, el alma es el puente que une espíritu a cuerpo. En algún sentido el alma muere cuando muere el cuerpo (Eze. 18.20) pero también en algún sentido el alma sigue viviendo (Gén. 35.18). Esto sí se entiende cuando reconocemos que nuestra alma es el vínculo entre ambas naturalezas humanas, carne y espíritu. El alma carnal (el cerebro) muere (conectada al cuerpo), pero el alma espiritual (conciencia, memoria, deseo) sigue viva (conectada al espíritu).

De allí podemos enfocar para concluir algunas cosas acerca de ambos. En la Biblia el alma es la memoria:

Sal..119:129 Por tanto los ha guardado mi alma.

La conciencia:

El deseo:

La fe:

Y la voluntad:

Mientras se encuentran en el alma las emociones, sentimientos, deseos, la conciencia, fe, y la misma voluntad de cada persona (decimos que el alma es el asiento de estas cosas), el espíritu de la persona es origen de tales cosas. Por ejemplo, el espíritu es origen de voluntad:

Es origen de sabiduría:

Y es origen de soberbia:

Bíblicamente se ve que el espíritu habla de la actitud de la persona:

Además, el espíritu habla del ánimo de la persona:

Finalmente, como definición tenemos que decir que el espíritu es el carácter del hombre, su persona, o su personalidad:

La idea religiosa que la diferencia entre animales y el hombre es que tenemos espíritu mientras los animales no lo tienen se ve claramente falsa por estas cosas. Los animales también tienen espíritu, aunque no eterna.

Después de todo, por fin podemos entender el mandamiento principal, que nos manda controlar nuestro "corazón, alma, mente, y fuerzas." Fundamentalmente no somos ni nuestro cuerpo ni nuestra alma, sino nuestro espíritu. Es nuestro carácter. Nuestra voluntad se origina en nuestro espíritu, y podemos y debemos conformar nuestra alma, mente, corazón y fuerzas para amar a Dios.

30 Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; este es el principal mandamiento.

Marcos 12