La Epístola

Apartado 432

Administración 1

Morelia, Mich. CP 58001

#83 Julio, 2001

Impreso en México

 

 

Noticias

Morelia: Tenemos una conferencia de exhortación planeada desde el 5 al 8 de Julio, jueves a domingo. Hemos invitado a Noé Castillo de Celaya, Juan Tovar de Guadalajara, y José Hernández de León. El horario es el siguiente:

Jueves 7 PM Noé Castillo Juan Tovar

Viernes 7 PM José Hernández Noé Castillo

Sábado 7 PM Juan Tovar José Hernández

Domingo 10 AM José Hernández Noé Castillo

Celaya: Alberto Sotelo está en estos días buscando casa en Guadalajara. Ya tiene todo preparado para cambiarse. Oremos que encuentre la casa adecuada a un precio justo, y a tiempo para inscribir sus hijos.

León: La próxima reunión de predicadores se llevará a cabo el domingo 19 de agosto, 2001, en casa de Juan Córdova, a las 4 de la tarde.

Querétaro: Visita de Jóvenes de San Antonio desde Sábado, 7 de Julio. Mayormente llegarán jóvenes de 13-15 años, para observar la vida y obras de misioneros, y para tener oportunidad de conocer algunas iglesias personalmente.

León: Conferencia de Evangelismo Extranjero, agosto 25 al 28. Predicadores invitados incluyen Flavio Santoyo, Natanael Aradillas y Guillermo Kincaid (algunos todavía por confirmar). Se propone llevar a cabo en el auditorio CTM (también por confirmar).

Claves:

Morelia 11

La Epístola 13

León, Coecillo 15

Irapuato 19

San Luís Potosí, Selene 21

 

 

Inspiración II

16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,

2 Timoteo 3

La doctrina de inspiración declara que las "escrituras" son palabras de Dios. Muchos fundamentalistas nos aseguran que esto significa que solamente los documentos originales fueron inspirados, y por tanto, inerrantes. Concluyen que ahora podemos confiar en "las escrituras" solamente al grado en que las copias y traducciones son fieles a los originales. Pero no existen originales, así que nadie puede asegurar la fidelidad de ellos. Además, entre los manuscritos copiados que existen hay mucha variación. La conclusión inevitable es que nadie puede estar seguro acerca de la Biblia. La inerrancia de las escrituras ha llegado a ser un dogma evangélico que no tiene ninguna aplicación práctica. Según la lógica de hoy, ninguna Biblia es sin error, ningún manuscrito por mas antiguo es sin error, y cualquier secta puede legítimamente hacer su propia traducción basada en sus propios manuscritos preferidos, porque cada opinión tiene el mismo peso.

No encontramos esa actitud entre los apóstoles. Ningún apóstol ni profeta pone en duda la copia de las escrituras que tenía en la mano. Todos citaron con confianza, y no mencionaron ninguna controversia acerca de las palabras o las versiones. ¿Cómo es posible que no hubiera controversia entre ellos acerca de diferentes textos y lecturas? Existían diferentes sectas judías, como los Saduceos y Fariseos, que diferían en su entendimiento de las escrituras, pero ni aun entre ellos encontramos una sola controversia acerca del texto. Claro existían diferencias entre manuscritos de aquel entonces. Y claro existían errores de transmisión. Y no cabe duda que algunos de los documentos originales se habían desaparecido siglos anteriormente. Sin embargo, no había controversia acerca del texto de las escrituras.

Ahora, algo ha cambiado, y nos conviene averiguar qué. Considerando la multiplicidad de Biblias en nuestros días, y la controversia, no solamente entre sectas, pero entre hermanos verdaderos, acerca de cual Biblia es mejor, (ni modo de determinar cual es la autoritativa palabra de Dios), la solidaridad de los apóstoles, judíos, y sectas como Saduceos y Fariseos, acerca del Antiguo Testamento es sorprendente. La única manera que pudiera existir tal confianza y acuerdo entre ellos, es por existir normas de discernimiento, principios lógicos, espirituales y universalmente aceptados entre ellos. El hecho que no son enumerados tales principios por los apóstoles solamente demuestra que no existía ninguna polémica acerca de ellos. Sin duda tales normas existían, y eran universalmente aceptadas en su día.

La confianza en el texto del Antiguo Testamento en los días de los apóstoles se debe a ciertas importantes conclusiones de fe, reconociendo la obra de Dios en la transmisión de su palabra. Pero antes de considerar estos principios espirituales que confirmaban a los apóstoles y a los judíos las escrituras de su día, dejándolos confiados en el texto actual, nos conviene considerar ciertos principios humanos, completamente naturales, que también confirmaban el texto a ellos. Tantos expertos alegan error en todas las Biblias de hoy, implicando nuestra dependencia sobre ellos para poder discernir lo que Dios realmente dijo, que nos vale considerar las evidencias que proponen, evidencias naturales, y científicas, que supuestamente demuestran nuestra ignorancia, y credulidad. La verdad es que estas "ciencias" son pobres, e inconclusivas, y miserables bases para nuestra fe. Pero si no consideramos sus argumentos nuestra fe se basaría en ignorancia, y tendrían razón en acusarnos de pereza y negligencia, o de seguir una fe burra. Es importante entender el razonamiento, el vocabulario, y las alegaciones de los supuestos expertos modernos.

La incertidumbre acerca del texto de la Biblia en nuestra generación se debe a una circunstancia interesante. Sucede que en los últimos siglos se han descubierto manuscritos muy antiguos de la Biblia, unas 70 porciones del NT, y estos manuscritos difieren en muchos pasajes al texto tradicional de la Biblia. El texto tradicional desciende de manuscritos hechos mas recientemente, y aunque hay miles de ellos, difieren muy poco. Es un texto estandarizado. Pero al descubrir manuscritos mas viejos, algunos posiblemente escritos aun en el segundo siglo, los expertos modernos opinan que las variaciones en ellos son mas cercas a los originales. La lógica es simple. Un manuscrito copiado en el año 350 sería mas exacto que uno copiado en el año 1200. Con este principio simple descartan todos los manuscritos responsables para nuestra Biblia antigua, y reducen la evidencia disponible para "reconstruir" el texto del NT a solamente 70 manuscritos (solamente una docena de verdadero valor).

Sin embargo, los modernos ignoran, quizás voluntariamente, algunas cosas. La teoría moderna es una simplificación inexcusable de la realidad. No estamos esquivando las evidencias por creer la Biblia antigua, el texto tradicional que ha estado continuamente con los creyentes. Estas evidencias no pueden confirmar la doctrina de inspiración e inerrancia, porque estas confianzas no dependen de investigaciones científicas. Pero las evidencias tampoco controvierten nuestra fe. El texto tradicional disfruta de evidencias naturales que lo defienden, y los que lo atacan sufren de ignorancia. Y esto queda claro aun por las normas naturales, que no dependen de ninguna suposición sobrenatural. Todos, incluyendo Fariseos, Saduceos y Apóstoles, judíos, romanos y griegos, sabían estas normas, y por ellas no había controversia en cuanto al texto de las escrituras en sus días. Y había relativamente poca controversia al respecto durante los primeros 18 siglos de la iglesia. Solamente ahora que ignoran los principios antiguos empiezan las dudas.

Escribanía

Tenemos una desventaja enorme hoy en día porque nadie entre nosotros es verdaderamente experto en la industria de escribanía, mientras en aquellos días, todo alfabetizado sin excepción era familiar con los conceptos básicos de manuscritura. La ignorancia de las normas de la literatura antigua se demuestra constantemente en los argumentos de los críticos textuales de hoy. Y la soberbia de los "expertos" modernos en menospreciar la obra de los antiguos ha resultado en desconfianza no solamente en el texto estándar antiguo, sino también en las conclusiones de la ciencia moderna. La ciencia moderna no ha resultado en certeza acerca del texto de la Biblia, sino en controversia. No ha producido una Biblia mayormente fuera de duda, sino una muchedumbre de Biblias competitivas, todas diferentes, desde su texto base, su preferencia de traducción, y aún hasta la doctrina que propagan. Para caernos bien el veinte, tenemos que considerar el estado de la literatura antes de la imprenta.

La imprenta fue inventada alrededor de 1450. Antes de la imprenta todo libro era copiado a mano, letra por letra. Tan laboriosa era la industria de escribanía que literatura resultaba muy cara. Además, copias de libros resultaban muy inexactas, con muchos errores de descuido en cada hoja. Hoy en día los modernos "expertos" en crítica textual categorizan estos errores inocentes así:

Errores Inocentes

Abreviación: Por ser tanto trabajo copiar a mano, palabras que se repetían mucho eran abreviadas a propósito, como "Dios" (que se abreviaría con una letra mayúscula especial, por ejemplo, "D"). Sin embargo, también palabras mas o menos innecesarias se perderían por la tendencia natural en escribas de optimizar el texto. Omitir un artículo o conjunción (el, la, los, su, en, y, pero, de, por, para, con, etc.) era una tendencia constante, que aunque en copiar las escrituras intentaban no hacerlo, por seguir copiando horas siguientes cada día, era imposible evitar completamente. Además frases enteras se perderían a veces, especialmente si la frase fuera repetida muchas veces en el mismo pasaje. La impaciencia natural de cualquier humano producía abreviaciones inconscientes en toda obra de copia a mano.

Iotacismo (o Itacismo): El vocal mas pequeño en griego es el iota, y se encuentra muchas veces en un "diptongo" (dos vocales juntos). Era fácil omitir el iota en tales casos, y sucedía múltiples veces en cada página copiada. Normalmente al leer la página era fácil discernir la omisión, porque resultaba en una palabra mal escrita pero inmediatamente reconocible. Pero de vez en cuando la palabra mal escrita resultaba en otra palabra legítima, y en raras ocasiones la nueva palabra se podía caber en el contexto. Estos errores escasos no se notaban inmediatamente, y se persistieron en algunos casos, requeriendo mas estudio y comparaciones para discernir cual palabra era la original. Tan común era la de omisión de un vocal que todo error menor de escrito se llama iotacismo.

Haplografía: Esto significa brincar una letra o palabra duplicada. Este tipo de error era muy común, y además sucedía en frases y lineas también. Unos ejemplos en español pueden aclarar la tendencia:

Letras omitidas: escribir "pero" en vez de "perro," o "alaba" en vez de "alababa."

Palabras omitidas: "De cierto te digo," en vez de, "De cierto, de cierto te digo."

Parablepsis (frase omitida): "¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque coméis las casas de las viudas...Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra..." La frase "Ay de vosotros" es repetida en cuatro versículos seguidos (Mat. 23.14), y al copiar, el ojo brinca de la hoja original a la copia, y fácilmente puede equivocar en regresar a la hoja original. En tal caso el escriba perdería todo el versículo.

Homoeoteleuton (lineas omitidas): Cuando una linea termina con la misma palabra que otra, fácilmente pierde el escriba todo lo escrito entre las lineas por seguir copiando después de una segunda instancia de la palabra al final de la linea.

Interpolación: Inserción accidental de palabras que ayudan el sentido, "por la fe" se copia a "por medio de la fe," por escribas que no pueden evitar leer y considerar de vez en cuando lo que están copiando.

Dittografía: Duplicación accidental de una letra, sílaba, palabra o o frase. Esto es fácil al fin de una linea, y difícil encontrar. Probablemente ninguno que leyó esto se fijó en el error que yo inserté a propósito. Sin embargo, muy rara vez este error complicaba el sentido.

Armonización: Al copiar muchas veces el mismo libro, el escriba a menudo escribe de memoria. Dichos muy semejantes se recuerdan por el escriba, y fácilmente se añaden a una narración semejante. En siguientes copias es muy difícil reconocer el error.

Errores Maliciosos

Además, en cuanto a las escrituras existía la posibilidad de variaciones no accidentales. Tenemos el ejemplo claro del "Pentateuco Samaritano" que fue alterado por los Samaritanos en varios pasajes, para defender su tradición divergente. En Deut. 12.5 el texto Samaritano añade "Gerizim" para defender su tradición, como también en Deut. 27.4 (Ebal es cambiado a Gerizim). Esto era una controversia entre Samaritanos y Judíos aun en tiempos de Jesucristo:

20 Nuestros padres adoraron en este monte, (Gerizim), y vosotros decís que en Jerusalem es el lugar donde es necesario adorar.

Juan 4

Si los Samaritanos tenían escrituras cambiadas a propósito, seguramente los apóstoles entendían el peligro de eso, aun entre las sectas judías, sin embargo nunca tal sospecha es mencionada entre ellos. Ni los Saduceos jamás ponen en duda las escrituras citadas en su contra. A pesar de la imprecisión inherente en la copiada a mano, existía una confianza implícita en las escrituras de su día. Esta confianza no es accidental, ni es ignorante. En primer lugar depende del sentido común entre personas familiares con la técnica de manuscritura, o sea, todos los antiguos.

Sentido Común

Aunque los críticos modernos nos quieren intimar que necesitamos a ellos para poder descubrir el texto original, citando variaciones entre antiguos manuscritos, exageran la inexactitud de la escribanía profesional antigua. Hablan de estos errores de copiado como descubrimientos de la ciencia moderna, pero los escribas profesionales de antemano eran muchas veces mas expertos en esta obra que los modernos. Si un moderno estudiante de escribanía cree poder reconocer errores en manuscritos, ¡cuánto más un escriba profesional, que duraba 12 horas por día en la manuscritura durante 50 años o más! Hoy en día no existen escribas. Desaparecieron totalmente, y casi inmediatamente después del invento de la imprenta en 1450. Hoy en día tenemos solamente estudiantes del arte, inexperimentados en la obra, adivinadores, sin recursos originales, removidos de los eventos por miles de años. Se supone que serían por eso mas humildes.

Sin embargo, escribanía era una industria mayor anteriormente. La primera razón que no existía ninguna controversia entre judíos del primer siglo acerca del texto de las escrituras es porque eran íntimamente familiares con las normas de escribanía. Esta primera confianza no invoca la preservación sobrenatural de las escrituras. Mucha variación de texto en literatura de aquellos días podría ser resuelta por medio de los escribas profesionales, expertos en comparación y corrección de errores, aun sin recurso a documentos originales. Pero pocos textos de literatura eran dignos del esfuerzo.

No así las escrituras. La industria de escribanía era sobresaliente entre los judíos, precisamente para mantener abundantes copias de las escrituras. Los escribas se mencionan entre los Judíos como una comunidad importante.

32 Y Jonathán, tío de David, era consejero, varón prudente y escriba;

1 Crónicas 27

Los escribas tenían un papel importante en las cosas de las escrituras, especialmente para aclarar el texto y su significado.

Neh. 8:13 Y el día siguiente se juntaron los príncipes de las familias de todo el pueblo, sacerdotes, y Levitas, á Esdras escriba, para entender las palabras de la ley.

Mateo 2:4 Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Mat.13:52 Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos, es semejante á un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.

Mar. 9:11 Y le preguntaron, diciendo: ¿Qué es lo que los escribas dicen, que es necesario que Elías venga antes?

Mar.12:35 Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el templo: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?

Es mas, escribas eran estimados a veces mas que los sacerdotes, y ellos mismos sabían su eminencia entre el pueblo.

46 Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;

Lucas 20

Jesucristo mismo recalca esta autoridad que tenían.

2 Diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los Fariseos:

3 Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme á sus obras: porque dicen, y no hacen.

Mateo 23

Además de ser altamente avanzados los escribas judíos, preparados especialmente para mantener las escrituras hebreas, también tenían recurso directo a documentos originales durante siglos, para determinar la exactitud de cualquier lectura. Y aunque un documento en piel o papiro no podía perdurar en uso mas que unos tres o cuatro siglos, los documentos antiguos del Pentateuco, Josué, Rut, Job, Samuel, y etc., habían sido copiados desde el principio, y copias oficiales y profesionales habían sido mantenidas cuidadosamente. Si copias oficiales, revisadas minuciosamente, se hicieran fielmente cada par de siglos, las copias oficiales en los días del NT serían copiadas no mas que 6 o 7 veces en caso del Pentateuco, y en caso de algunos profetas casi tendrían acceso a los mismos originales. Una razón que no había controversia entre ellos es porque era demasiado fácil llegar a una conclusión firme en cualquier variación. Cualquier que tenía una copia de las escrituras sabía dónde recurrir para resolver una discrepancia. Y todos los escribas eran conscientes de cuáles copias eran las originales, o cuales copias habían sido cotejadas con los originales.

La prueba está en el resultado. Las escrituras hebreas no demuestran variaciones mayores ni entre manuscritos elaborados en el primer siglo antes de Cristo y manuscritos masoréticos del siglo 10. La copia de Isaías encontrada junto al mar muerto en 1952 fue escrita un siglo antes de Cristo, y es esencialmente idéntica a las copias hechas por los escribas judíos europeos (masoretas) mil años después.

Relevancia al Nuevo Testamento

Aunque la situación es un poco diferente en cuanto a los documentos del NT, creo que la industria de escribanía logró lo mismo en Griego que logró en Hebreo. Pero porque los nuevos acusadores del texto tradicional desoyen las circunstancias, hay que resumirlas.

Una de las acusaciones en contra de la Biblia estandarizada, y el texto tradicional en griego (el texto bizantino), es que no existen manuscritos muy antiguos que contienen lecturas "bizantinas" exclusivamente. Los mas antiguos manuscritos que tenemos (manuscritos hechos antes del año 500) no son de tradición bizantina mayormente, y contienen algunas lecturas en contra de nuestro texto tradicional. Por sus semejanzas se categorizan como manuscritos alejandrinos, aunque no por eso son muy semejantes. Tienen muchísimas variaciones. Estos manuscritos por ser los mas viejos se supone que deben ser los mas confiables. Y aunque se difieren entre sí mismos demasiado, en muchos pasajes bíblicos están de acuerdo en contra del texto bizantino. La conclusión de los expertos modernos es que el texto tradicional que había sido el único texto griego en manos de creyentes durante 15 siglos, es un texto muy alterado y desconfiable. Según la teoría moderna, el texto tradicional que completamente dominó el mundo Griego por lo menos desde el fin del cuarto siglo, es un texto alterado, mientras el "texto alejandrino" supuestamente representa el estado actual del texto en el cuarto siglo.

Bueno, aunque existe una lógica simple en esto, y una correspondencia con "las evidencias," existe también unas suposiciones enormes. No solamente suponen que un documento elaborado en el año 350 es mas confiable que uno elaborado en el año 1200, también tienen que suponer que el texto del NT como existió en el año 350 casi desapareció completamente durante ese siglo. Es que el texto alejandrino no continuó. Es muy difícil entender cómo puede haber sucedido tal cosa, pero eso no es lo más sorprendente de sus suposiciones expertas. Además tienen que suponer que el texto tradicional bizantino, que, según su lógica, no existía en el año 350, (porque no tenemos ningún manuscrito de esa edad), completamente dominó el mundo Griego desde ese siglo. Es que los "padres antiguos" pos-nicenos (325 en adelante) citan el texto bizantino desde entonces. Algo no concuerda.

Otra cosa que no toman mucho en cuenta los modernos "expertos" es que existen varios miles de manuscritos bizantinos de fechas entre 900 y 1400, que son tan constantes y similares que tomas cualquier 10 de ellos y lograrás un texto casi idéntico. Pero los antiguísimos manuscritos alejandrinos (solamente existen unos 70, y pocos de esos de verdadero valor) son mas diferentes entre sí mismos que los manuscritos bizantinos, aunque existen mas de 5000 de estotros. Tantas diferencias hay entre los 70 manuscritos antiguos que no es justo llamarlo un "texto alejandrino." Son mas bien variaciones alejandrinas. Y son tan variables que los expertos modernos no pueden llegar a ninguna certeza acerca del texto original dependiendo de ellos. Esto no es un argumento nuevo. John W. Burgon, Decano de Chichester, y experto en manuscritura y literatura patrística, aclaró estas cosas en sus libros "The Last Twelve Verses of Mark" (1871), y "The Revision Revised" (1883).

Hay otra circunstancia importante que expertos modernos escasamente mencionan. Aunque hay diferencias entre el texto bizantino y los documentos viejos egipcios, casi todas las lecturas bizantinas se encuentran entre los manuscritos alejandrinos, quizás no en la mayoría de ellos, pero algún manuscrito alejandrino contiene la misma frase o palabra que tenemos en la Biblia tradicional. En los rarísimos casos que no aparece la lectura bizantina en ningún manuscrito alejandrino, existen otras evidencias de la lectura, o en una traducción antigüísima (Siriaca o Latín), o algún "padre antiguo" cita la referencia con el texto bizantino en vez de la variación alejandrina. O sea, la única evidencia en contra del texto bizantino es que no perduraron los individuos manuscritos bizantinos. El texto bizantino existió, pero los manuscritos se deshicieron. Y aunque los manuscritos antiguos dejaron de existir, el texto continuó en las copias.

Y no hay que olvidar que los mismos griegos que universalmente adoptaron el texto bizantino, abandonaron el texto alejandrino, porque ese texto cesó de existir entre los griegos desde antes del cuarto siglo (aunque siguió un poco mas entre egipcios.) Todas las variaciones alejandrinas desaparecieron del mundo de habla griega. (Algunas lecturas alejandrinas sobrevivieron en Latín, debido a la fecha en que Jerónimo hizo su vulgata - 385.) La tradición textual alejandrina desapareció de la historia a partir del siglo 5, y cristianismo alejandrino (egipcio) desapareció con la conquista musulmana en el siglo 7. La situación verdadera es que existía un texto griego estandarizado que fue adoptado por todos los de habla griega desde Juan Crisóstomo (347-407) en adelante.

Nos conviene preguntar, considerando el abandono de las variaciones alejandrinas por parte de los de habla griega, si existiera alguna evidencia que explicaría la falta de manuscritos antiguos de tradición bizantina, y la extrema variación entre los manuscritos antiguos alejandrinos. La explicación simple no es razonable. Seguramente la falta de manuscritos viejos bizantinos no es mas fuerte evidencia que la desaparición de las variaciones egipcias. La verdad es mas evidente que imaginarías.

Escribanía Griega

Aunque los expertos modernos menosprecian la obra de escribas griegas, por ver tanta variación en los manuscritos mas antiguos, se han apresurado su juicio. La obra de escribas fieles era continuada entre los cristianos, pues el mismo Jesús prometió su continuación:

34 Por tanto, he aquí, yo envío á vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, á unos mataréis y crucificaréis, y á otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad:

Mateo 23

Hay dos razones por qué los manuscritos griegos antigüísimos son muy inexactos. En primer lugar, la mayoría de los manuscritos del NT no eran obra de profesionales, por lo menos al principio. Cristianos primitivos no eran ricos, ni poderosos, ni tenían acceso a tales recursos. Tan cara era la producción de libros por escribas que para conseguir una copia de un libro de la Biblia la mayoría de los lectores copiaban el manuscrito ellos mismos. Copias no profesionales demostraban muchos mas errores que las profesionales, y esto producía mucha variación en la mayoría de copias. Y de consiguiente había gran diferencia de valor entre manuscritos. Todos los antiguos sabían este principio, porque era parte de su vida diaria.

La fuente del manuscrito determinaba su relativo valor. Comparaciones de manuscritos se podían hacer a menudo por sus dueños, y aunque intentaran determinar los errores en sus copias, cuando existía una discrepancia difícil, tendrían que buscar una copia profesional para discernir la lectura original. En algunos casos solamente un documento o una copia original podría resolver el problema. Copias profesionales obviamente serían escasas, y seguramente por eso variaciones entre manuscritos abundaban. Esto no es evidencia en contra de la obra de escribas, sin embargo, pues copias profesionales hubieran resuelto la gran mayoría de los problemas. Sin embargo, a pesar de profesionalismo entre escribas, por la proliferación de copias inexpertas, es natural encontrar mucha variación en copias de los primeros siglos, antes de ser establecida una tradición cristiana de escribanía profesional.

En segundo lugar, la iglesia creció rápidamente entre gentiles, y por las persecuciones fue esparcida a todo el imperio. Las copias de los libros del NT fueron llevadas a todo el imperio Romano, y aún mas lejos, y estas comunidades cristianas eran en gran parte aisladas. Inevitablemente esto causaría una proliferación de variaciones particulares en diferentes áreas. Entre mas crecía la iglesia, mas llegaría a la luz las diferencias entre estas copias, pero aún entre escribas profesionales en todas estas áreas, era (y todavía es) verdaderamente imposible llegar a conclusiones certeras sin copias originales como autoridad final.

En otras palabras, donde no existían copias originales de los libros del NT, y donde abundaban copias inexpertas, llenas de errores accidentales, y algunos maliciosos, sería imposible acertar la lectura original, exactamente como hoy en día los expertos modernos no pueden reconstruir el texto original dependiendo de textos alejandrinos. La palabra clave aquí es "donde." Cada área del mundo griego tendría sus propias lecturas particulares, siendo comparadas solamente con los documentos a la mano. Entre mas se esparcía el NT en el mundo en copias hechas por aficionados, y sin documentos originales accesibles para discernir errores, variaciones naturalmente aumentarían en cada área. Por esta circunstancia, el texto del NT se estaba evolucionando en "familias" diferentes, con algunas lecturas radicalmente alteradas del original. En diferentes áreas del mundo griego el problema con variación persistía, aún con el esfuerzo notable de escribas profesionales para reconstruir el texto. Y aun más, las mismas correcciones de los escribas aumentaron el problema, porque sus adivinaciones resultaron en aún mas alteración. Por eso en casi todas las áreas ningún texto normalizado resultó. Un escriba antiguo escribió esto al respecto:

"Hoy en día, como es evidente, hay gran diversidad entre los varios manuscritos, o por la negligencia de ciertos copistas, o la perversa soberbia demostrada por algunos en corregir el texto, o por la culpa de aquellos, que, tomando el papel de correctores, lo aumentan o disminuyen a su capricho."

Origen de Alejandría, (año 250?), Matth. tom. XV, p. 14, P.G. XIII, p. 1293, citado por Wilbur Pickering, The Identity of the New Testament Text, Thomas Nelson Inc. Publishers, Nashville - New York, p. 42.

Mientras no tenían acceso al documento original tal fue la situación. Sin una autoridad final ningún texto estándar puede resultar. Sin embargo, no todas las áreas padecían la misma circunstancia. Aunque variaciones abundaban al principio, naturalmente, no todas las áreas carecían de documentos originales. Aunque en nuestra generación expertos no pueden discernir estas cosas, sin duda en los primeros siglos algunos escribas tenían los recursos necesarios. En tal caso, todos podemos ver que lo importante en aquel día era el origen de la copia, no su edad. Dos cosas determinaban el valor de un manuscrito en tiempos primitivos, su elaboración (profesional o amateura), y su lugar de origen (si los escribas profesionales tendrían acceso a documentos originales, o copias oficiales). Copias hechas profesionalmente por un gremio de escribanía que tenía acceso a copias originales serían de mucho mas valor que una copia amateura hecha por un auto-educado padre de familia con una copia prestada. Y en lugares donde existían documentos originales en depositarios locales, toda controversia tendría solución final. El resultado natural de estas circunstancias sería una eventual estandarización del texto en la área principal, a pesar de multitudes de variaciones en otras áreas durante los primeros siglos. La superioridad de copias cotejadas y verificadas con los documentos originales resultaría gradualmente en una normalización del texto, y una desaparición de controversia al respecto. Claro, esto no puede suceder sin documentos originales, pero es ilógico suponer que no existían tales en ninguna parte. El texto así normalizado sería el texto preciso, correcto, y superior a lecturas variantes de otras áreas. Con tiempo, todos empezarían a citar el texto estandarizado, porque su superioridad no dependería de suposiciones ni tradiciones, sino de hechos comprobados. Aunque un texto estandarizado es imposible lograr sin un fundamento seguro, como Origen lamentaba, es consecuencia natural donde existen documentos originales.

Mientras la iglesia era pequeña, pobre, y esparcida, la mayoría de las copias de del Nuevo Testamento eran inexpertas, aisladas e inseguras. Existía mucha variación entre manuscritos al principio, cosa que se demuestra por las citas de los "padres antiguos" (ante-nicenos, o sea, antes del año 325). Aun después estas variaciones seguían persistiendo en las áreas mas lejanas de Asia Menor, como en Egipto (Alejandría) y Roma. Pero en Asia Menor las copias empezaron a estandarizarse. Poco a poco las copias con variaciones se eliminaron, y las copias idénticas se proliferaron. O sea, se estandarizó el texto. La única área del mundo griego que produjo un texto estandarizado era Asia Menor, o sea, Bizantium. La única explicación de este fenómeno es que existían documentos autoritativos, o sea, los mismos originales estaban a la mano. Si no existiera recurso a originales, no podría suceder una normalización del texto. Seguirían las variaciones, hasta producir controversias entre las lecturas diferentes, como lamentaba Origen en Alejandría.

Pero no olvidan, documentos originales eran muy valorados en los días de manuscritura, y seguramente los receptores de los documentos originales de los apóstoles guardarían su tesoro celosamente. Escribas diligentes llegarían a la biblioteca que contenía el documento original y resolvería su duda. Esto sería fácil para escribas que vivían en el área del depositario original. Así que, es importante al considerar las evidencias naturales, reconocer dónde estaban destinados los documentos originales, porque eso será la clave mayor para determinar el texto correcto.

Asia Menor (Bizantium) fue el depositario de casi todos los documentos originales, con la posible excepción de Mateo, Marcos y Romanos. Mateo y Marcos posiblemente fueron escritos en Judea, probablemente para ser copiados desde el principio, y quizás los originales se quedaron allí. Romanos obviamente se encontraría en Roma. Ningún original tuvo destinación en Egipto, ni en África, ni Arabia. La sede de cristianismo gentil se hizo en Antioquía de Siria (Hec. 11), y luego se hizo fuerte en Asia Menor, demostrado al principio por el libro de Hechos, y mas tarde por las destinaciones de las copias originales de Apocalipsis, todas en Asia. Es natural suponer que un texto estandarizado del NT saldría de Asia Menor porque los escribas profesionales (enviados por Jesucristo, Mat. 23.34) tendrían acceso a una autoridad final en asuntos de manuscritura.

Con esta evidencia la edad de un manuscrito resulta de segunda importancia. Es obvio que la variación ya existía en gran manera desde los primeros siglos. Seguir suponiendo que manuscritos viejos son mejores solamente porque son viejos es ignorancia terca. Innegablemente la gran mayoría de tales manuscritos viejos son muy alterados, porque hay demasiada variación entre ellas. La evidencia mas fuerte es la decisión de escribas profesionales durante ese mismo tiempo en la estandarización del texto griego que siguió siendo copiado.

Efectivamente, a partir del fin del cuarto siglo (año 400) todos los textos griegos del NT habían sido estandarizados en Bizantium. No tenemos manuscritos de grande edad de esa área, pero las evidencias son innegables, y no sé de ningún estudiado que niega el hecho. Todos los "padres antiguos" a partir del fin del cuarto siglo (pos-nicenos) citan el texto bizantino. Todas las traducciones después de 400 utilizan el texto bizantino. Aún Jerónimo (385), que fue cargado con estandarizar los textos en latín, al fin de su trabajo empezó a recurrir al texto bizantino para corregir las variaciones irresolvibles de los manuscritos latinos. Por eso la Vulgata es aun mas bizantina que alejandrina. La conclusión natural es que el texto griego bizantino dominó porque tenía bases mejores, y la normalización del texto sucedió por las normas de manuscritura bien conocidas entre todos los alfabetizados de aquel entonces. Escribas en todo el mundo griego no serían tan ignorantes del arte de escribanía para aceptar un texto incorrecto unánimemente. La unanimidad entre ellos después del cuarto siglo se debe a su maestría, su entendimiento de las normas de escribanía, y lo indubitable de las conclusiones. Textos Egipcios y Occidentales desaparecieron, y creyentes antiguos dejaron de citar variaciones, no por accidente, sino por el mismo sentido común. El único texto diferente que sobrevivió la estandarización bizantina era la Vulgata, la traducción en latín, hecha antes del dominio bizantino. Y ese fue en gran parte asemejado al texto bizantino por Jerónimo, aunque todavía contiene variaciones pre-bizantinas.

El Clima de Egipto

Los modernos "expertos" menosprecian la normalización bizantina porque no encuentran ejemplares antiguos, mientras sobre-estiman los 70 manuscritos alejandrinos (egipcios) que recientemente han sido descubiertos. Las Biblias modernas emplean con casi total preferencia las variaciones egipcias por la edad de los manuscritos alejandrinos. Esta preferencia es debida al menosprecio (o ignorancia) entre expertos modernos de la obra de escribas profesionales en tierras de habla griega (Bizantium).

No es misterio, sin embargo, que existan antiguos manuscritos alejandrinos, y que no existan ejemplares bizantinos. Los manuscritos egipcios dejaron de ser usados y copiados, aun antes de la conquista de Islam en el siglo 7, mientras los bizantinos seguían en uso. Esto se aclara por el dominio bizantino desde el año 400. Curiosamente, el clima de Egipto es mucho mas propicio para preservar las materias escritas almacenadas (o enterradas). Ya que la arqueología ha avanzado en nuestra generación naturalmente tenemos acceso a manuscritos muy más antiguos. Sin embargo, no tenemos acceso a manuscritos de lugares húmedos, ni de áreas templadas o frías, sino solamente de lugares áridos, y de clima mas estable, como Egipto, Sinaí, y el Mar Muerto. Esto no es evidencia que manuscritos no existían en Bizantium (Asia Menor, Grecia, Macedonia, Armenia, etc.). Solamente es evidencia que el clima de Egipto es mas propicio a preservación de manuscritos. La conclusión por parte de modernos de sobre-estimar las variaciones alejandrinas porque perduraron mas tiempo escondidos es ilógica e ignorante. La estandarización del texto bizantino es bien documentada, y el absoluto domino de ese texto de norma en griego a partir del cuarto siglo demuestra que los ejemplares antiguos sí existían. El hecho que no hay manuscritos bizantinos de esa edad ahora no es tan sorprendente como el hecho que los manuscritos alejandrinos dejaron de ser copiados.

Semi-expertos modernos no toman estas cosas en cuenta. No pueden comparar manuscritos con los originales, ni con copias de valor palpable (valor que se debe al haber sido cotejados con originales). Los modernos solamente pueden discernir (1) la edad del manuscrito, (2) la área de su provenencia, y (3) la calidad de su copiada (por contar errores por página). Sin embargo, los modernos nunca dan importancia a la área de origen, a menos que es para descartar un manuscrito bizantino. Y rara vez aplican el criterio de la calidad de la copia, pretendiendo que todo manuscrito tiene el mismo "peso." Hoy, mayormente valoran el manuscrito según su edad. Y eso parece lógico a uno removido de los eventos por casi 2 milenios. Pero no es lógico. Deben reconocer la inferioridad de Egipto como provenencia de copias cotejadas con originales, porque eso es criterio importantísimo a escribas verdaderos, y así descontarían los manuscritos alejandrinos, exactamente como hicieron los escribas profesionales de los primeros siglos. Y si además consideraran la pobre calidad, la mucha variación, y las obvias alteraciones de los manuscritos egipcios, serían descartados como reliquias de una comunidad cristiana aislada y débil, destinada a ser conquistada en poco tiempo.

Persistencia Ignorante

El razonamiento moderno es tan simple que los modernos expertos solamente pueden apiadarse de nosotros que rechazamos tal simplificación de la situación. Sin embargo, para persistir en sus conclusiones modernas, supuestamente basadas en "ciencia," y franca examinación de las evidencias, el experto de hoy:

1. Tiene que pretender que no existían manuscritos antiguos con las lecturas bizantinas (cuya existencia es fuera de duda). Aunque no tenemos manuscritos bizantinos de esa edad, toda la evidencia (los "padres," las versiones, y su futuro dominio completo en griego) indica que los manuscritos sí existían anteriormente, y por eso nuestras copias mas recientes mantienen su valor superior.

2. Tiene que ignorar el hecho histórico que las variaciones alejandrinas fueron abandonadas por los escribas expertos de su día, causando su casi completa desaparición por 15 siglos. Su discontinuidad es la evidencia mayor acerca de su valor.

3. Tiene que pretender que no existían documentos originales accesibles, ni en los primeros siglos, para ser cotejados por escribas expertos. O tiene que suponer que los documentos originales no se encontrarían en la área de su destinación original, o sea, que no serían reconocidos como pergaminos de valor, y que ni los dueños de los documentos originales se darían cuenta.

4. Tiene que pensar que los mas destacados escribas de la área destinataria no reconocerían un documento original al manejarlo, aun por accidente, para poder calificarlo como superior, y así llegar a conclusiones unánimes.

5. Tiene que suponer que los estudiantes modernos de escribanía son mas capaces de discernir el texto original que los actuales escribas que vivían en tiempos cuando todavía existían documentos originales.

6. Tiene que pasar por alto que fueron expertos verdaderos que a pocos siglos de los apóstoles preferían las lecturas ahora conocidas como bizantinas, y que así produjeron un texto estándar.

7. Tiene que oponerse a la opinión universal en habla griega durante 15 siglos de cual era el texto griego del Nuevo Testamento. Tiene que suponer una ignorancia unánime, no solamente de escribas bizantinos desde el año 100, sino de todos los "padres" griegos en todas las áreas después del año 400, y además la ignorancia miserable de todos los reformadores desde Erasmo (1500).

8. Tiene que suponer que el texto que dominó completamente a partir del cuarto siglo tuvo que haber sucedido por accidente, o mas bien por conspiración, que algún decreto magisterial estableció un texto oficial por fuerza, o algo al estilo (aunque no hay evidencia de un tal decreto en la historia de Bizantium).

9. Tiene que ignorar las serias fallas, alteraciones, errores multiplicadas, y extrema variación entre los manuscritos egipcios. O tiene que concluir que el texto original de la Biblia es irrecuperable.

10. Tiene que suponer ilógicamente que un clima árido y estable (como el de Egipto) es el criterio sobresaliente en preferencia de manuscritos.

Ahora, me da pena insistir en estos argumentos porque no creo que son conclusivos. No demuestran la inspiración, ni la inerrancia de la Biblia. No explican el canon, la lista de libros todos reconocemos como la Biblia. No establecen la autoridad práctica en nuestros días. Ni siquiera explican la secuencia teórica para resolver un problema en la Biblia. Aun reconociendo la superioridad de los manuscritos bizantinos, esto no resuelve los problemas con variaciones entre ellos, por leves que sean. Argumentos como estos, sobre evidencias de manuscritura, menosprecian la providencia histórica que nos trajo la Biblia, desde los patriarcas hasta la imprenta (1450), la caída de Bizantium (1453), y el descubrimiento del nuevo mundo (1492), cuales cosas resultaron en una transferencia de poder mundial del medio-oriente a Europa norteña y occidental, reformando el cristianismo, y profiriendo Biblias traducidas del texto bizantino a todas las lenguas mayores del mundo moderno. (Esto se tocó en la Epístola 67.)

Además, estos argumentos sobre manuscritos y variaciones completamente pasan por alto las verdaderas circunstancias de los documentos originales. La insistencia sobre inspiración de documentos originales es una ignorancia del desarrollo de la Biblia. Para entender bien tenemos que examinar las evidencias internas, entender las circunstancias del producto final, y considerar los criterios que demuestran la inspiración. Nuestra fe en la Biblia tiene que ser basada en criterios mas seguros que ciencia natural, o sea, sobre un entendimiento de la mentalidad de Dios mismo.

Sin embargo, estudiando estas evidencias, aun sin invocar la providencia de Dios, son suficientes para confiar que el texto "tradicional" bizantino, mayormente responsable por nuestra Valera 1909, es esencialmente idéntico a los documentos originales. Seguramente, al considerar la obra histórica de los escribas profesionales, no podemos confiar mas en las opiniones triviales de mentes enanas, modernos estudiantes y "críticos textuales." Si tenemos que escoger entre las determinaciones de escribas bizantinos del año 300, y estudiantes soberbios apóstatas del año 1950 y después, seguiremos creyendo el texto bizantino, como superior en todo sentido al texto alejandrino reconstruido. No es suficiente esta lógica para demostrar la autoridad de la Valera 1909, pero es suficiente para descartar las acusaciones en su contra. Todavía nos falta elaborar las normas espirituales que los apóstoles también confiaban, y que también establecen el texto de la Biblia aun en nuestros días, no como superior a otros, sino como palabra de Dios autoritativa en nuestra generación.

Seguiremos en la siguiente Epístola, si Dios permite...