La Epístola

Apartado 432

Administración 1

Morelia, Mich. CP 58001

#82 Junio, 2001

Impreso en México

Querétaro: Taller de Pastores, Sept. 3 - 8, lunes a sábado. Solo pastores reconocidos, u hombres serios invitados por sus pastores. Es importante que todos los pastores asisten, y que asisten toda la semana. Esta es la única oportunidad posible en el futuro próximo de poder tratar el ministerio y la obra de los pastores. Reconocemos que nuestra instrucción y ayuda para pastores ha sido deficiente, y los problemas en las congregaciones aumentan cada año. Hemos apartado esta semana para remediar nuestras deficiencias, y mejorar nuestros ministerios. En mi opinión, el único pretexto aceptable para no asistir es tu muerte. (Y en tal caso, favor de enviarnos el certificado oficial.) Si tu trabajo te impide asistir, hermano pastor, por conciencia debes renunciar o tu trabajo, o tu pastorado. Habrán 4 hermanos enseñando el taller, Lyndell Kincaid de San Antonio, Dale West de Leakey, Guillermo Kincaid y Miguel Jackson. Se llevará a cabo en una bodega en Querétaro, donde mismo nos podemos hospedar. Cada uno debe llevar su propia cobija, almohada, toalla, etc. Habrá donde cocinar, y cada uno será responsable para sus propias comidas, si quieren comprar gorditas o tacos, o hacer sandwiches, o cocinar, o aun ayunar. No habrá necesidad de cooperación para las facilidades en Querétaro, pero se aceptará ofrenda para contribuir hacia los gastos de los hermanos que vienen de fuera (Lyndell Kincaid y Dale West). Ellos no quisieron ofrenda, pero es nuestro deber ofrendar. Todos tenemos tiempo para prepararnos, así que, no falte ninguno. Para dudas, preguntas y la dirección en Querétaro, diríjanse a Miguel Jackson al teléfono (4) 213-8742.

Irapuato: Algunos hermanos han abandonado la reunión, pero otros nuevos están llegando. Bautizaron a 11 el 3 de junio.

León: La próxima reunión de predicadores se llevará a cabo el domingo 19 de agosto, 2001, a las 4 de la tarde.

16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,

2 Timoteo 3

La inspiración es la doctrina básica de cristianos, es un fundamento de nuestra fe. Esta doctrina en un sentido es la doctrina más importante de la Biblia. Por esta doctrina la Biblia se declara la palabra de Dios, y digna de ser recibida de todos. Por ella, incrédulos nos acusan de razonamiento circular. Según ellos, decimos que la Biblia es palabra de Dios porque la Biblia dice que es palabra de Dios, y porque es la Palabra de Dios, tiene que decir la verdad acerca de sí misma. Todos podemos apreciar lo ilógico de esto. Una suposición que depende de sí misma para explicarse o defenderse no es digna de seguir.

Pero nuestra fe en la Biblia es una fe con historia. La Biblia no cayó de un cometa. No fue compuesta por un genio, un artista. No fue descubierta recientemente en una excavación arqueológica. Es una historia viva, legada de padres a hijos desde el principio. La Biblia es un compendio de escrituras compuestas por autores verdaderos, personas reales, que dieron testimonio de sus propias experiencias. Estos testimonios fueron demostrados en sus tiempos, y creídos continuamente desde los que testificaron. Es cierto que existen evidencias en la Biblia que son independientemente persuasivas, como ciertas profecías cumplidas, aun en nuestros días, por ejemplo, la nación moderna de Israel. Sin embargo, la influencia de la Biblia no depende de pruebas aisladas de su propia historia, sino que alcanzó su influencia a través de la historia, extendiéndose generación tras generación. Aunque cristianos no siempre quieren reconocer la verdad de esto, nuestra fe en la Biblia es una herencia. Nadie llega a tener fe en la Biblia por sí solo. La fe se contagia, se engendra por otros. El que llega a tener fe en la Biblia tiene que admitir que fue persuadido por alguien. En un mundo que adora la ciencia, esta verdad da pena a muchos cristianos. Prefieren pensar de sí mismos como razonables, no como creyentes. Pero somos creyentes, y nuestra fe nos fue engendrada.

Sin embargo, nuestra fe no es ciega. No estamos creyendo algo solamente, estamos creyendo el testimonio de alguien. Y nuestra fe en estos testimonios no depende de suposición, sino de persuasión. Persuasión requiere investigación por supuesto, pero sobre todo depende de discernimiento, o confianza en aquel que nos relata el testimonio. Por supuesto nuestra confianza en aquel no puede sobrevivir si nuestra investigación resulta negativa, pero cuando la investigación resulta positiva, o sea, cuando encontramos evidencias de que son verdaderas las cosas que nos relatan, nuestra fe se establece, no en una suposición, sino en un testimonio confirmado.

Pero la doctrina de inspiración nos lleva mas allá de esto. Nuestro texto principal dice que toda escritura es inspirada divinamente. Se usa una palabra compuesta, "inspirada divinamente," que es la palabra griega "theopneustos" (theo = Dios, pneustos = respiración, o espíritu). Es literalmente traducida en nuestra Biblia "inspirada divinamente (por Dios)." Algunos entienden esto como "respirado por Dios," o "dicho por Dios," otros dirán que significa tan solo "originado por Dios." Algunos dirán que significa que cada palabra fue dictada por Dios, otros dirán que los que escribieron fueron guiados por Dios, otros que los autores fueron alumbrados por Dios y luego escribieron en sus propias palabras lo que Dios les "inspiró." Digan lo que digan, la doctrina de inspiración es que las escrituras son de Dios, son palabras de Dios, o sea, la comunicación de Dios a los humanos. También significa que tienen la autoridad de Dios. Estos puntos tan importantes fueron declarados y defendidos en nuestra época mayormente por los que se llaman "fundamentalistas."

Fundamentalismo moderno empezó hace mas de un siglo por hombres que quisieron resistir la apostasía de su día. Desde la imprenta, y luego la reforma, la educación se basaba en gran parte sobre la Biblia. Los mas educados respetaban la Biblia, o la creían implícitamente. Los nombres mas respetados en la ciencia y arte eran creyentes bíblicos, como Isaac Newton, Johannes Kepler, Sebastian Bach, etc. Sin embargo, en el siglo 19, el fundamento bíblico de la educación fue destruido por descubrimientos en dos categorías de ciencia, primeramente en ciencias naturales, y luego en la crítica textual. Las ciencias naturales especialmente desde las teorías de Lyell, Hutton y Darwin, que supuestamente podían explicar la geología y biología sin lo sobrenatural, causaron incredulidad en la veracidad de la Biblia. Descubrimientos de la arqueología y manuscritos egipcios produjeron una ciencia de crítica textual que destruyó la confianza en la Biblia común. Los mismos cristianos mas educados empezaron a rechazar la Biblia en su sentido literal, y comenzaron a considerarla como una literatura poética, útil, pero no confiable; sabia, pero llena de errores científicas.

Fundamentalismo moderno era una reacción en contra de esta apostasía. Aunque no fue llamado Fundamentalismo desde el principio, empezó a principios del siglo 19 (1825) por un surgimiento de "milenarismo," o la doctrina que Jesucristo regresará para reinar sobre la tierra desde Jerusalem, y que tal reino durará mil años (Apo. 20). De milenarismo nació el movimiento fundamentalista, que se enfocaba en tres controversias mayores, la segunda venida de Jesucristo, la evolución, y la crítica textual de la Biblia. Se llamaba Fundamentalismo después de 1900, porque reafirmaba la fe en doctrinas fundamentales del cristianismo (he ahí su nombre). Las doctrinas básicas de cristianismo que defendía regularmente fueron el nacimiento virginal, la muerte expiatoria, la resurrección, y el poder sobrenatural (milagros) de Jesucristo. Pero sobre todo la doctrina mas básica de Fundamentalismo era la inspiración inerrante de la Biblia.

Cristianos desde el inicio habían creído en la inspiración, pero tantas teorías surgieron durante la apostasía por cristianos sinceros que querían conformar el cristianismo a la ciencia moderna, que habían abandonado la inspiración verbal de la Biblia. Algunos defenderían el "mensaje general" aunque no intentaban defender las palabras. Otros defendían partes de la Biblia como genuinas, pero negarían otras partes, como los primeros once capítulos de Génesis, y cualquier relato de algo sobrenatural. Aunque algunos cristianos estaban confundidos, y los mas educados eran ya incrédulos, la mayoría de los creyentes sencillos seguían creyendo la Biblia al pie de la letra. Entre estos cristianos comunes se levantaron predicadores valientes que defendían la Biblia en contra de sus antagonistas mas educados. Los fundamentalistas por eso fueron burlados como medio-educados cristianos rancheros, pero en general las ramas fundamentalistas crecieron, mientras las ramas modernistas se decayeron. Hoy en día la inspiración verbal inerrante de la Biblia es una doctrina básica de todos los cristianos evangélicos.

Sin embargo, la doctrina de inspiración verbal fue declarada por los fundamentalistas como una inspiración divina de las escrituras como originalmente escritas. O sea, la doctrina declarada fue que solamente los documentos originales fueron inspirados. Aunque los documentos originales sí fueron inspirados, eso no es la doctrina bíblica de inspiración. La doctrina declarada en la Biblia no menciona esta restricción (originalmente escrita). Pero llegaron a esta conclusión por las obvias discrepancias entre la doctrina de inspiración y la realidad. No existen copias perfectas de los documentos inspirados, entonces les parecía que la doctrina de inspiración tenía que aplicarse solamente a documentos originales. Es lógico, pero sin embargo, es un error. Y el resultado actual de este error lógico es una multiplicación de Biblias modernas, algunas muy alteradas, lo cual destruye la confianza en cualquier de ellas.

Para tratar este asunto primeramente tenemos que documentar la doctrina bíblica de inspiración. Pero no es suficiente documentar el error popular. Nos conviene ofrecer una respuesta al problema de la imperfección de copias. Parecen irreconciliables la doctrina de inerrancia con la realidad de imperfección, pero una consideración calmada de los principios y normas que gobernaban a los apóstoles en sus declaraciones acerca de inspiración mostrará la respuesta bíblica del problema. Al descubrir las normas bíblicas nos es aclarado nuestro deber hacia la Biblia en esta generación.

Podemos organizar la doctrina bíblica de inspiración en tres puntos mayores: 1) Origen Divino, 2) Escritura Divina, y 3) Preservación Divina.

La doctrina de inspiración en su sentido mas directo es el origen divino de las palabras de Dios.

Las palabras inspiradas originaron en la mente de Dios. En palabras de Pedro, tales profecías no fueron traídas por voluntad humana. Ningún hombre las imaginó, ni las desarrolló. La voluntad responsable por las palabras inspiradas era la de Dios mismo. Son ideas de Dios, compuestas por Dios, nacieron del corazón de Dios, Dios es su compositor original. Inspiración significa que aunque las palabras fueron habladas por hombres originalmente, originaron en Dios. Lo que es mas, aunque fueron habladas por hombres, la inspiración nos dice que fueron también habladas por Dios.

No quiere decir que los hombres usados por Dios no pensaron, ni que hablaron en un éxtasis, ni que escribieron dormidos, pero queda claro que lo que pensaron, y lo que salió de la boca de los profetas eran palabras de Dios, el mismo Espíritu Santo hablando por medio de ellos. Lo mismo es relatado acerca de las palabras de Jesús y los apóstoles.

No sé los detalles sicológicos, ni sé hasta que grado fueron dominados los pensamientos de los hombres inspirados, pero sabemos que las palabras que resultaron no fueron de la voluntad humana, sino de Dios. Dios inspiró a ciertos humanos, y la doctrina misma declara la inerrancia de la "transmisión" también, desde la mente de Dios hasta la boca de los profetas.

Pero al decir que las palabras originaron en Dios, y expresadas por Dios, estamos pasando por alto la profundidad de la doctrina. Las palabras inspiradas se desarrollaron con Dios. La inspiración abarca mucho mas que palabras dictadas por Dios. La Biblia se compone también de historias, narraciones, y testimonios personales de humanos. Estas historias también son inspiradas divinamente. La prueba está en las historias mismas, por la perfección que se encuentra en ellas, desde las edades de los patriarcas, hasta los años de los jueces, y especialmente las analogías claras. El estudio de estas analogías se llama "tipología" y existen tantos ejemplos que al estudiarlas no queda duda. Jesucristo se compara a sí mismo con el maná, Pablo analiza a Sara y Agar, y la peregrinación en el desierto, y la piedra que los seguía entre otras cosas. Pedro también analiza el arca de Noé, y Esteban compara el rechazo de Jesucristo en sus días con el rechazo de Moisés anteriormente. Las mismas vidas descritas en la Biblia, las circunstancias y eventos, y los mismos detalles mencionados son obra de inspiración divina.

Entonces, la doctrina de inspiración afirma mucho mas que el origen divino de declaraciones divinas, afirma la naturaleza divina de la misma historia relatada, y de las mismas circunstancias y eventos a su alrededor. Pues, la misma palabra de Dios es "personificada" como una manifestación de Dios.

La palabra de Dios es mucho mas profunda que un mensaje de Dios. Es una obra maestra de Dios, dirigiendo cada aspecto de la historia relatada. Es una interferencia divina, una presencia divina entre humanos. Además, inspiración es penetración divina, una obra divina en el corazón.

Esto es difícil asimilar. Pero por considerar lo que la Biblia realmente dice acerca de la inspiración sabemos que la palabra de Dios es el resultado de muchas operaciones divinas conjuntas. Como el "Verbo" es la manifestación de Dios a los ojos, la "palabra" es manifestación del mismo Dios al oído.

En segundo lugar, nuestro texto ("toda escritura es inspirada divinamente") aclara que el objeto de la inspiración es algo escrito, la escritura. Seguramente las palabras de los profetas siendo palabras directamente de Dios fueron poderosas y eficaces. Pero la Biblia aclara que Dios mandó escribir sus palabras. Una de las primeras instancias de esto es un hecho de Dios mismo. Dios habló a Israel y a Moisés en medio del fuego (Deut. 4.12, Ex. 19.16), y Moisés no falló escribir esas palabras para no perderlas.

Pero no había porqué preocuparse. Un poco mas tarde Dios mismo escribió esas palabras en tablas de piedra con su propio dedo.

Esas tablas fueron quebradas al pie del monte (Ex. 32.19), por lo cual Dios las escribió con su dedo otra vez (Ex. 34.1). No importaba a Dios las tablas, obviamente, pero es clarísimo que Dios quería sus palabras escritas.

Esto no es una circunstancia casual. La importancia a Dios que sean escritas sus palabras se ve una y otra vez en la Biblia.

Dios mismo mandó escribir sus palabras. Entonces no solamente los hombres hablaron por voluntad de Dios, sino escribieron por voluntad de Dios. Así que las "escrituras" fueron divinamente inspiradas de la misma manera que los pensamientos y dichos divinos. Dios asigna la misma autoridad sobre lo escrito que asignaba a sus dichos.

Lo escrito es tanto palabra de Dios como lo que sale de su boca. Y esto es el punto mayor de los fundamentalistas, que la inspiración es de los documentos originales. Pero, considerándolo con calma, inspiración de un documento tiene que significar que las palabras, las letras y la puntuación del documento son inspirados. Se llama este punto entre fundamentalistas "inspiración verbal" o "plenaria", dando entender que cada palabra, o aun cada letra o puntuación, es precisada por Dios. La Biblia menciona muchas veces la inspiración de las "palabras" pero aun apoya la inspiración de letras y puntuación.

Es imposible insistir en inspiración de escritura sin insistir en la precisión de las palabras. Y aunque uno puede imaginar muchos casos en que la puntuación no importa al sentido, ni las variaciones de como se escriben muchas palabras, hay también muchos casos en que la misma puntuación es imperativa al sentido del texto. La doctrina de inspiración depende de la precisión verbal. El resultado es un libro perfecto, escrituras precisas, confiables, sin errores, que tendrán que cumplirse al pie de la letra.

Jn. 10:35 ...(y la Escritura no puede ser quebrantada);

Sin embargo, es casi imposible hacer una copia a mano de un documento sin hacer muchos errores pequeños, y algunos errores significantes. La obra de escribas, copiando a mano, es sumamente difícil. Humanamente hablando no es posible producir una copia exacta nunca. Por eso los fundamentalistas de antaño limitaron la inspiración a los documentos originales, aunque la Biblia misma nunca declara eso. Pero si fuera cierto eso, la doctrina de inspiración no tiene mucha fuerza, porque los documentos originales se deshicieron, y lo único que tenemos ahora son copias. ¿Y qué nos importa que algún documento antiguo fuera precisamente sin error, inspirado por Dios? Si no existe ahora, no tiene relevancia a nosotros.

Sin embargo, la misma doctrina de inspiración de escrituras indica mas que un hecho "original." Escritura es para que palabras sigan existiendo, y para que sean repartidas a muchos mas que sus oidores originales. Dios mismo recalca que el propósito de escribir sus palabras era para preservarlas para después:

El mismo motivo de inspiración de escrituras indica que es una obra continua, o sea, incluye la doctrina de preservación. Considera. Si Dios inspira los pensamientos humanos, y luego sus palabras, y luego manda escribirlas, y aún a veces las escribe él mismo, y nos asegura que lo escrito es de su misma boca, y que las escribió para preservarlas hasta el postrero día, la única conclusión lógica es que también preservaría tales escritos inspirados hasta cumplir su voluntad.

Y en efecto, aquellas palabras escritas fueron escritas no para aquellos solamente, sino para nosotros.

Así que, el propósito de la inspiración es la preservación de las palabras de Dios para generaciones futuras. Y el propósito no puede fallar.

La lógica de una inspiración solamente de documentos originales no concuerda con los dichos en la Biblia, porque las escrituras inspiradas se refieren en el tiempo presente:

Mateo 4:4 Mas él respondiendo, dijo: Escrito está:...

Es importante reconocer que la doctrina bíblica de inspiración no tiene ningún sentido teórico. Los apóstoles dependían prácticamente de la perfección de documentos presentes y disponibles. No solamente aceptaban como un hecho que los documentos que estaban leyendo eran la autoridad perfecta de Dios sobre ellos, insistían que eran igualmente inspirados que la original palabra de Dios.

La inspiración les significaba que Dios estaba hablando directamente a ellos en su mismo día por medio de las escrituras que podían leer. Jesucristo también lo aclara.

Aunque es sorprendente, inspiración es de documentos presentes. Lo que fué originalmente dicho a Moisés ("yo soy el Dios de Abraham"), y luego escrito por inspiración, en el día de Jesucristo fue "dicho por Dios" a los Judíos presentes. Bíblicamente, la inspiración de las escrituras es una obra continua, preservada, siempre presente, siempre confiable, siempre inerrante. Las escrituras disponibles en la generación de Jesucristo y los apóstoles fueron aceptadas como obra de Dios, fielmente preservadas hasta el presente. La doctrina de inspiración no es una verdad teórica, sino práctica.

Inspiración tiene relevancia ahora. La importancia de este hecho es difícil sobre-estimar. Queda claro que cuando hablaban de inspiración, los apóstoles estaban hablando de las escrituras disponibles, tanto los profetas antiguos como sus propios escritos. Bíblicamente la doctrina de inspiración es clara. Solamente las circunstancias actuales nos confunden. Los mismos apóstoles no eran ignorantes de las imperfecciones de transmisión, y las imperfecciones de las copias disponibles no afectaron su confianza en las "escrituras." Así que, toda teoría de inspiración es inadecuada sin definir lo que son las escrituras de cuales estaban hablando, y descubrir las normas de discernimiento que usaban. Lo cual haremos, si Dios permite.