La Epístola

Apartado 432

Administración 1

Morelia, Mich. CP 58001

#77 Enero, 2001

Impreso en México

Salamanca: Están animados los hermanos, especialmente que nos avisan que bautizaron a 5 en diciembre, 2000.

Guadalajara: El hermano Óscar Hernández ha renunciado su ministerio de misionero por razones personales, y ha regresado a León. Ya tiene trabajo, y ya no recibe ofrendas misioneras. De evangelistas enviados de León, solamente siguen en Guadalajara Juan Tovar y Rodrigo Gallegos. Tienen alrededor de 6 adultos que llegan a las reuniones.

Aguascalientes: Habrá conferencia de evangelismo extranjero de febrero 15 a 18, jueves a domingo. El horario:

Jueves 7 PM Flavio Santoyo Guillermo Kincaid

Viernes 7 PM Miguel Jackson Guillermo Kincaid

Sábado 7 PM Flavio Santoyo Miguel Jackson

Domingo 10:00 AM Miguel Jackson Guillermo Kincaid

León: La próxima reunión de predicadores se llevará a cabo el domingo 18 de febrero, 2001, a las 4 de la tarde.

Zacatecas: Ramiro García y su familia tienen reuniones en el Jardín Alameda los domingos a las 10 am, y los miércoles a las 7 pm. Hasta ahora hay pocos que se congregan, pero hay 2 o 3, y una señora ya grande ha aceptado a Jesucristo como su salvador.

Flavio Santoyo T. Bancomer 1247 818300

Rodrigo Gallegos Bancomer 1248 409382

Marco Chaires Banamex 8548970671048391

Alberto Sotelo Banamex 8548970632089997

Noé (Genghis) Castillo Banamex 8548970633602095

Ramiro García Esquivel Bilbao Viscaya 1243 847934

Heb. 13:17 Obedeced á vuestros pastores, y sujetaos á ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.

El pastorado en la iglesia ha sido controversial desde los primeros siglos. Es difícil hablar con certeza acerca de los acontecimientos después de los apóstoles, pero parece que muy poco después de sus muertes, los que siguieron encargados de las diferentes iglesias empezaron a hacer muchas decisiones que a lo largo de la historia hicieron mucho daño a la iglesia. El puesto de "obispo" en una iglesia llegó a ser una posición de mucho poder, y en algunos lugares, de poder político. Esto era porque "cristianismo" estaba creciendo, pero de la misma manera así entró mucha corrupción. Ya para el año 300, el obispado parece haber dejado de semejar a su dechado bíblico. Ya en ese tiempo existía una jerarquía eclesiástica muy desarrollada en todas las áreas "cristianizadas" en el mundo. Había divisiones, como partidos políticos religiosos, que mayormente seguía las influencias de alguna área geográfica, con el "obispo" siendo autoridad sobre muchas congregaciones. Poco a poco los obispos aumentaron sus dominios e influencias políticas logrando menguar la libertad individual de congregaciones en sus áreas. Sucesos políticos en el imperio Romano hizo desvanecerse completamente el fundamento bíblico del obispado, cuando "cristianismo" llegó a ser la religión oficial de Roma (325 DC).

El obispo de Roma llegó a ser llamado el "Papa," cual palabra significa solamente "padre" en latín, pero así se diferenció de los demás obispos, en que era visto como su superior. Muchos siglos después el Papa fue declarado el "vicario (sustituto) de Cristo," "Cristo en la tierra," "cabeza de la iglesia," "infalible," y cosas al estilo. Aun inventaron supuestos linajes de "Papas" empezando con, ¿quién mas?, Pedro, aunque no hay ninguna evidencia independiente que pone a Pedro en Roma, ni siquiera por un día, mucho menos en capacidad de Obispo sobre toda Roma. Y de esta doctrina dependen casi todas las demás doctrinas Romanas, porque aparte de sus doctrinas evidentes en la Biblia, la iglesia Romana depende completamente de "dogma" oficial del Papa. Dogma es una palabra griega que significa "opinión," pero el uso de "dogma" en la iglesia aclara que no creen que es solamente una opinión de un hombre, sino que es palabra infalible de Dios. La Biblia, en este esquema, es la palabra muerta de Dios, mientras "dogma" del Papa es la palabra viva de Dios. Con esta opinión papista han llegado a asegurarnos como hechos, doctrinas no solamente sin fundamento bíblico, pero también claramente "anti-bíblicas." Todo esto por no entender la doctrina bíblica del pastorado u obispado.

La palabra "obispo" viene del griego "episkope" que significa "supervisar." Por estudiar el NT vemos que hay ciertas palabras intercambiables con "obispo." Primeramente vemos que utilizan la palabra "anciano" junto con "obispo" dándonos evidencia segura que hablan de la misma función.

La palabra "anciano" es de la palabra griega "presbuteros" que significa sencillamente "viejo" o "anciano." La palabra "obispo" es una transliteración del griego "episkopos." O sea, no fue traducido, sino adaptado a las letras latinas y con tiempo formó una nueva palabra en español. Hay muchos ejemplos de esto en nuestras Biblias (bautismo, diácono, demonio, etc.). Lo mismo sucedió con la palabra "presbítero," o "presbiterio," que se usa en nuestra biblia en español solamente una vez, como el grupo de ancianos en una iglesia, distinguiéndolos de los ancianos judíos.

Otra palabra que se usa para denotar este oficio de obispo es la palabra "pastor."

Anque en algunas sectas estas palabras se toman como diferentes personas u oficios, todas estas palabras hablan del mismo oficio, y nunca son distinguidas en la Biblia. Como "obispos" entendemos que son supervisores de la congregación, pues "presiden" (Rom. 12.8, 1 Tes. 5.12) o "gobiernan" (1 Ti. 3.5, 5.17). Tienen autoridad sobre la congregación y hacen todas las decisiones finales y difíciles, y son responsables por sus decisiones. Como "ancianos" entendemos madurez espiritual, y sabiduría. No son "novicios" en la obra. Preferiblemente sean también maduros en edad, aunque Jesucristo empezó su ministerio a los 30 años (Luc. 3.23), y parece que Timoteo también tuvo autoridad siendo joven de años (1 Tim. 4.12). Como "pastores" entendemos el trabajo que hacen, de apacentar, enseñar, aconsejar y cuidar de peligros. Todas estas palabras describen las mismas personas.

Otra cosa notable acerca de "obispos" es que nunca encontramos uno solo en la iglesia.

Este es otro punto que con mucho perjuicio propio han descartado en la tradición popular. Encargando todas las decisiones a un solo hombre es peligroso, y ha causado mucho daño a las iglesias. En la Biblia los obispos y ancianos siempre son plurales en cada iglesia. La única evidencia que tienen para defender la tradición de obispo singular por iglesia, es supuestamente los dichos de Cristo a las iglesias en Apocalipsis. El habla a los "ángeles" de las iglesias, que algunos insisten son los pastores. Aun si hay solamente un ángel por iglesia, no por eso podemos defender la idea de un solo pastor por iglesia. Todos los pasajes relativos tienen pastores plurales. Con todo eso, la gran mayoría de las iglesias, aun de las iglesias evangélicas, tienen solamente un pastor.

Otra cosa, noten que es autoridad local. Los obispos son varios en "cada una de las iglesias." Cada iglesia tiene sus propios pastores, y no hay jerarquía lejana. Esto no quiere decir que un pastor no puede seguir pastoreando a sus encargos aunque ya no está cerca, pero ninguno debe tomar autoridad que no ha ministrado a los santos primero. La idea que un "obispo" es autoridad sobre muchas iglesias en las cuales nunca ha servido o pastoreado es en contra de la Biblia.

Con todo esto entendemos la importancia de "unanimidad" entre pastores. Con una pluralidad de ancianos existe el peligro de desacuerdo. Lo cual no solo es natural, es necesario y benéfico también. Desacuerdo no es malo, al contrario, es importante que haya diferencias entre los pastores, diferentes dones, diferentes intereses, y diferentes actitudes. Ninguno es completo por sí mismo. Sin embargo, con diferencias vienen disensiones. Es importante en estos casos entender el principio de unanimidad. Si los pastores hacen decisiones por votación, la decisión se hace mas eficientemente, pero no hay la menor confianza que fuera la voluntad de Dios. Pero cuando existe un acuerdo unánime hay mas confianza que es la voluntad de Dios, y no solamente humana. Cuando los ancianos llegaron a decisiones importantes eran unánimes, como cuando escogieron a Matías:

Y cuando aclararon los requisitos de los Gentiles:

Y considera las consecuencias cuando no están de acuerdo, y no respetan el principio de unanimidad:

Bernabé no debía haber hecho una decisión unilateral. Si no estaban de acuerdo, no era la voluntad de Dios, por lo menos, no en ese momento. Las únicas excepciones deben ser en caso de pecado o herejía. Aparte de eso, los pastores deben hacer toda decisión unánimes. Si no están de acuerdo, que no cambien nada, sigan como siempre. Cambien cosas solamente si están de acuerdo.

Los primeros obispos eran los apóstoles. Los doce apóstoles originales fueron escogidos directamente por Jesucristo, pero supervisar la iglesia no fue su función primaria. Primeramente los apóstoles fueron enviados a predicar públicamente.

Pero la función mayor de los apóstoles después que Jesucristo murió era de ser testigos de su resurrección.

Sin embargo, la Biblia utiliza la palabra "episkope" hablando del apostolado de Judas Iscariote, que fue reemplazado por Matías.

Con esto nos damos cuenta que la iglesia empezó con "obispos" en las personas de los apóstoles. Los apóstoles eran los primeros obispos. Sin embargo, los apóstoles se reemplazaron con otros "obispos" después, quienes no eran apóstoles. Con esta verdad la tradición romana dedujo que los obispos son "sucesores" de los apóstoles. Muy mala deducción. Nadie puede ser sucesor de un "testigo de la resurrección" a menos que haya también visto la resurrección de Cristo. El Papa y los obispos romanos pueden ser pastores y ancianos, exactamente como lo fueron muchos hombres en días de los apóstoles, pero jamás pueden ser apóstoles. La autoridad especial que tuvieron los apóstoles no se pasó a ninguno de los "obispos" y "ancianos" que "pusieron" en las iglesias.

La forma del reconocimiento de nuevos obispos ha sido polémica durante muchos siglos. Desde tiempos de la reforma europea (desde Lutero) la polémica ha sido entre los reformadores y los de tradición romana. La polémica tiene que ver con la palabra usada para establecer nuevos obispos. Existen dos textos como evidencia de esto. El primero no es definitivo.

La palabra griega traducida "constituído" es "cheirotoneo," que significa "mano extendida." La cosa curiosa de esta palabra es que puede significar "votar," o también, y al contrario, "ordenar." Hubo polémica por muchos años durante la reforma sobre si obispos se establecen por medio de elección de la congregación, u ordenación por sus "superiores." Grupos separados como los Bautistas y Puritanos rechazaron la jerarquía romana y anglicana, y así que traducían la palabra "ordenar" pero agregaban las palabras "por votación" o "por elección" para aclarar su posición. Biblias traducidas por los tradicionalistas solamente usaban la palabra "ordenar" porque da de entender así solitario que es por autoridad la ordenación. Esa palabra es usada solamente una otra vez, y parecía apoyar a los "hermanos separados."

En este caso habla de uno escogido para llevar el dinero, que entendemos como un "diácono," y sabemos que los diáconos fueron "elegidos" por la congregación (Hec. 6.5). A pesar de que nosotros somos de la rama de hermanos separados, mucho mas aliados con los Bautistas y Puritanos de aquel entonces, tengo que decir que aquellos se equivocaron. Hay otro texto que aclara cómo se establecen obispos en nuevas congregaciones.

La palabra "pusieses" no es la misma palabra de Hechos 14.23. No trae el posible significado de votación o elegir. Y aunque la palabra misma no da lugar para dudas [es traducida del griego "kathistemi," "histemi" significa "establecer," "kat" significa "hacia abajo" dándonos entender que es un acto de autoridad,] el mismo contexto aclara que los ancianos son "puestos" por Tito, que fue dejado en Creta para hacer ese trabajo. O sea, ancianos u obispos son "constituídos" no por elección de la congregación, sino por los que ya son ancianos, lo cual también se ve aun en el contexto de Hechos 14.23. Sin embargo, la idea de jerarquía no entra aquí, porque ningunos "arzobispos" son constituídos, y ninguno es "puesto" en autoridad sobre una iglesia que no está sirviendo en esa iglesia. Pues de otro modo hubiera sido mas sencillo para Pablo mismo poner ancianos en aquellas "villas," enviándolos desde la ciudad donde estaba. Y ¿porqué poner ancianos en cada una de las iglesias, siendo solamente "villas," pues, según la tradición romana uno solo puede ser autoridad sobre muchas ciudades, y tener diputados bajo su autoridad encargándose de las iglesias pequeñas. Pero no es así. Pablo envío a Tito (uno ya encargado) para establecer otros "ancianos" (de la misma autoridad que Tito y Pablo tenía en tales iglesias), en cada una de las iglesias, en cada una de las villas pequeñas.

Aunque estos hombres son "puestos" por otros ancianos, probablemente por medio de la imposición de manos (Hec. 6.6, 13.3, 1 Ti. 4.14, 5.22, 2 Ti. 1.6, Heb. 6.1) la Biblia dice que son puestos por Dios.

Nosotros no tenemos la libertad de poner como ancianos en las iglesias cualquier persona que preferimos. Hay una orden claro. Timoteo y Tito recibieron instrucciones acerca de cuales personas deben ser "puestas" como obispos. Las listas de requisitos tomarían otra epístola para explicar adecuadamente, pero el requisito básico es que sean "irreprensibles" o "sin crimen." Deben ser hombres ejemplares. Pero aún mas que esto, deben ser los hombres señalados por Dios (Hec. 13.2). Deben ser ya ocupados en la obra espiritual, deben ya estar enseñando, y deben tener una cierta capacidad de enseñar y predicar bien. Y deben tener corazón bueno para con los santos.

Pero si hacemos esto, conforme a las escrituras, Dios entonces es él que ha guiado todo el proceso, y es Dios que ha puesto a los ancianos en las iglesias. Esto implica dos cosas, las cuales se encuentran en el texto escogido. Primero, tienen autoridad verdadera, la cual no debe ser menospreciada. Pero segundo, tienen una responsabilidad pesada.

Hemos tocado este asunto antes, pero vale mencionar que debemos sujetarnos a los pastores de nuestra congregación. Son "ungidos" por Dios, y debemos temer ese hecho. El gran problema que yo he visto en las iglesias tocante a esto, es que siempre existe ocasiones en que los pastores, siempre unánimes, por supuesto, hacen decisiones no muy sabias, o por lo menos, con mucho lugar de desacuerdo por parte de los miembros de la iglesia. En estos casos, siempre hay algunos que expresan su desacuerdo públicamente. Luego estas personas llegan a ser "imanes" de quejas, oyendo no solamente quejas de otros acerca de los mismos temas, sino también de muchos otros temas. Luego su desacuerdo aumenta, y empiezan a rebelar. Pero no están rebelándose en contra de hombres imperfectos, sino en contra del sistema que Dios ha establecido para mantener orden en sus iglesias. Su rebelión es en contra de Dios. La forma segura para probar este asunto, si es rebelión o no, es averiguar si las quejas crecieron por medio de chismes. Si los hermanos discordes han estando hablando, y otros hermanos oyendo, quejas de segunda mano, y así aumentando su desacuerdo, el problema es rebelión en contra de la autoridad puesta por Dios.

Hay lugar para desacuerdo. Pero en caso que los pastores hacen una decisión equivocada, o perjudicial a algunos injustamente, el remedio es hablar en privado con los pastores, expresar el desacuerdo, y aceptar la finalidad de su decisión al respecto. Los miembros de la iglesia deben entender que los pastores tienen que decidir entre escogimientos difíciles, y cualquier decisión que hagan, algunos no van a estar de acuerdo. Así que, hay que sujetarnos a las decisiones de los pastores aun cuando creemos que están equivocadas.

Todos los dones traen responsabilidades. Por ejemplo, el evangelista tiene que ser constante y fiel, cumplir su horario, llegar a tiempo y sin faltar, predicar buenos mensajes cada vez que predica, aguantar el abuso de oyentes rebeldes, y hacerlo con gracia. Tiene que andar "ligero," sin muchas raíces, porque tiene que mudarse a menudo. Pero el don de pastor es verdaderamente más cargado.

El pastorado es el don central de la iglesia, porque tiene que ver con la congregación misma. Todos los demás dones no se comparan con el pastorado en la "carga" involucrada. Es por eso que el obispo tiene que cumplir requisitos estrictos, aunque para cualquier ministerio mayor (obispo, evangelista, instructor en las reuniones, etc.) deben también cumplir esos requisitos, porque en algún sentido todos estos son "obispos." Pero el pastor de la congregación tiene una responsabilidad mayor. Tienen que "dar cuenta." Hay muchos textos que detallan los deberes de anciano o pastor, pero hay tres sobresalientes.

19 Sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y tentaciones que me han venido por las asechanzas de los Judíos:

Pablo primeramente menciona humildad. Creo que la menciona primero porque es de primera importancia. El pastor debe ser sobre todo humilde. No debe herirse fácilmente, y no debe estar demasiado dispuesto defenderse. No debe ser "litigioso," sino "manso" (2 Ti. 2.24,25). ¡Cómo se mejoraría la iglesia si los pastores pudiéramos tragar nuestro orgullo y menosprecio y ser francamente humildes!

20 Cómo nada que fuese útil he rehuído de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,

Pablo no era perezoso en enseñanza, podía predicar hasta media-noche, tres horas seguidas, o más. Pastores tienen que ser disponibles, listos y aptos para enseñar. Deben mejorar sus enseñanzas y predicaciones, y no debe existir un sacrificio demasiado grande para que se mejoren en su don.

24 Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; solamente que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

El Pastor debe ocuparse en su ministerio. Esto quiere decir que el pastor no debe ser demasiado ocupado en otros asuntos. Pastores deben sacrificarse para la obra, aun si esto significa tener menos cosas, o salirse de tiempo completo aun con temor y temblor.

27 Porque no he rehuído de anunciaros todo el consejo de Dios.

28 Por tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre.

El saber del pastor debe ser extenso. Debe tener mucha materia para enseñar, y aunque esto va aumentándose con los años, es importante que cada pastor logre entender y anunciar todo el consejo de Dios, para apacentar la iglesia del Señor.

29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al ganado;

30 Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí.

31 Por tanto, velad, acordándoos que por tres años de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas á cada uno.

El pastor sobre todo tiene que "velar." Hay peligros de pecado en la congregación, hay que tratarlos a tiempo. Jóvenes necesitan ser persuadidos, matrimonios necesitan ser reconciliados, mundanos necesitan ser asesorados, nuevos necesitan ser encaminados, rebeldes necesitan ser resistidos, herejes necesitan ser redargüidos, impenitentes necesitan ser corridos. El pastor necesita apreciar su ministerio, porque ha de dar cuenta.

2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto;

Pedro también nos amonesta apacentar la grey, pero con actitud de "cuidado." Como uno agarra una paloma, con cuidado, no demasiado suavemente para que no se escape, pero no tan fuerte para no hacerle daño. La iglesia requiere cuidado, sabiduría y experiencia. También el cuidado debe ser de buena voluntad, corazón sincero buscando el bien de cada uno. No es por fuerza, sino por amor. El cuidado no debe ser hacia los que pueden beneficiarle, así buscando ganancia deshonesta, debe ser con ánimo pronto, teniendo ganas de ayudar a todos.

3 Y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey.

Además, y de mucha importancia, es que el pastor no debe abusar su autoridad, que Dios nos ha dado para "edificación," y no para "destrucción" (2 Cor. 10.8, 13.10). Demasiados pastores han fallado en este asunto, desde antes de ser pastor deseando la autoridad y la vanagloria del puesto, y una vez hecho pastor, revolcándose en la autoridad como puercos en el lodo. Hacen decisiones sin consideración de las consecuencias, y no les pesa el daño hecho a otros. A veces hasta les trae satisfacción cuando tienen que regañar, por la pura emoción del señorío. El pastor debe ser "dechado," ejemplo de los demás, no debe exigir de otros lo que no hace él mismo (Mt. 23.4). No debe buscar preeminencia, ni títulos, ni beneficios por su puesto, sino debe ser un siervo. Si justamente criticamos los obispos romanos por sus corrupciones en esto, cuánto más debemos cuidarnos del "señorío."

4 Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.

Jesucristo es el "Príncipe de los pastores." ¡Qué cosa! Jesucristo es pastor, pero no solamente vela sobre las ovejas, pero vela los pastores. Tenemos que dar cuenta como pastores, y a uno que también es pastor, y ¡qué pastor! Fíjate en las amonestaciones de Jesucristo.

10 Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo á los pastores; y requeriré mis ovejas de su mano, y haréles dejar de apacentar las ovejas: ni los pastores se apacentarán más á sí mismos; pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida.

Lo primero que vemos es que Jesucristo "requerirá" sus ovejas. Quiere decir que cada uno es importante. Demasiados pastores se preocupan de los muchos, y olvidan del uno. Pero Jesucristo va a requerirnos cada uno. Nos dirá, ¿Porqué no "libraste" aquel hermano, porque le olvidaste? ¿Porqué le hiciste mal, porque aprovechaste de él, porqúe le menospreciaste?

11 Porque así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo, yo requeriré mis ovejas, y las reconoceré.

Jesucristo conoce sus ovejas (Juan 10.27). Pero demasiados pastores ni saben el nombre de los suyos. ¿Cómo se llama aquel? No sé, tiene poco aquí, dos meses quizás, pero no le conozco todavía. ¿Y el hermano allá que está compartiendo, cómo se apellida? ¿Dónde vive? ¿Tiene hijos? ¿En qué trabaja?

12 Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.

He visto que pastores no se preocupan de la misma salvación de los suyos. Yo he hablado con tantos "hermanos" que asistan a alguna iglesia evangélica, y ni siquiera saben si son salvos, aunque tienen años congregándose. Aquellos pastores se enojan con nosotros cuando damos estudios con estos evangélicos, pero óyeme, pastor, si tú no te preocupas por la salvación de tus miembros, ni mereces tener iglesia bajo tu mando. Conozca tus "hermanos" pues, si apenas los conoces de vista, muy posible es que ni son salvos todavía.

13 Y yo las sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras: y las meteré en su tierra, y las apacentaré en los montes de Israel por las riberas, y en todas las habitaciones del país.

14 En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel será su majada: allí dormirán en buena majada, y en pastos gruesos serán apacentadas sobre los montes de Israel.

15 Yo apacentaré mis ovejas, y yo les haré tener majada, dice el Señor Jehová.

Jesucristo apacentará sus ovejas, tendrán majada, reposo, dormirán en paz, serán juntados y serán hartos. Y tú, pastor, estás apacentando las ovejas de Jesucristo. ¿Quién te dijo que ser pastor iba a ser fácil? ¿Porqúe no te has sacrificado para apacentarlas?

16 Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y corroboraré la enferma: mas á la gruesa y á la fuerte destruiré. Yo las apacentaré en juicio.

Demasiados pastores no buscan la perdida, no amonestan al mundano, no restauran al descarriado. ¿Hay enfermos en la iglesia (Sant. 5.14)? Llame a los ancianos, (a menos que estén demasiado ocupados), o oren por ellos, (o por lo menos pueden fingir). Si buenos hermanos tienen quejas legítimas en tu contra, pastor, ¿cómo será tu "corona" cuando tienes que dar cuenta al Príncipe de los pastores?

El pastorado es pesado, pero todos los que somos encargados con las congregaciones tenemos que dar cuenta por nuestras obras. No hay lugar para pereza y descuido. No hay lugar para errores de juicio. Si alguno tiene falta de sabiduría "demándela" a Dios, él te la da, como a cualquiera, y no te regañará (Sant. 1.5). No debemos "embarazarnos" con los cuidados de este mundo, pues la obra de Dios es mas importante. No debemos dar lugar al Diablo, ni dar lugar a quejas legítimas de los hermanos. Debemos ser prontos para oír, tardíos para hablar, tardíos para airarnos (Sant. 1.19). Debemos escuchar a nuestros hermanos, prontos para oír consejos, diligentes para corregirnos y mejorarnos. Tenemos que exigir de otros, aún más debemos exigir de nosotros mismos. Tenemos que dar cuenta a uno que tiene corazón de pastor, y ya nos ha dicho que no aceptará una obra mal hecha. Entrégate a tu ministerio, hermano pastor, y cumple el deseo de Cristo hacia sus ovejas.