La Epístola

Apartado 432

Administración 1

Morelia, Mich. CP 58001

#75 Noviembre, 2000

Impreso en México

Morelia: Bautizamos a 6 adultos el domingo, septiembre 24. Las reuniones se han cambiado al bosque Cuautémoc durante la fiesta de la virgen en la Calzada de San Diego. Están llegando alrededor de 35 adultos los domingos.

Querétaro: El 4 de noviembre Marco Chaires se casará con Kelli Jackson en Comfort, Texas. Es demostración que anuncios clasificados en La Epístola sí funcionan.

León: La próxima reunión de predicadores se llevará a cabo el domingo 19 de noviembre a las 4 de la tarde. Para última noticia llame a Juan Córdova al tel (4) 778-1564 o a José Hernández al tel. (4) 762-8881.

Irapuato: Se invitan predicadores para evangelizar en la calle el viernes y sábado, 24 y 25 de noviembre. Se reunirá la primera vez en el kiosco del jardín principal el viernes a las 10 AM. Cualquier pregunta por favor llama a Jesús Cervantes al teléfono celular # 01-460-2-4921.

Morelia: Hemos invitado a Flavio Santoyo y Natanael Aradillas para predicar una conferencia de exhortación del 7 al 10 de diciembre. Natanael predicará el jueves 7, y Flavio el viernes 8, a las 7 PM, sábado predicarán ambos a las 6 PM, y domingo predicarán ambos a las 10 AM.

San Luís Potosí, San Miguelito: Habrá conferencia de avivamiento (exhortación) desde domingo, diciembre 10 al domingo, diciembre 17. El predicador invitado será Miguel Jackson. El primer domingo habrá reunión a las 10 AM y también a las 7 PM. De lunes a sábado las reuniones serán a las 7:30 PM. El domingo 17 la reunión a las 10 AM clausura la conferencia.

Querétaro: Habrá clases para predicadores diciembre 18 al 23, desde las 8:30 AM hasta 8:30 PM. Esto es SOLO para predicadores invitados. Si uno quiere asistir, tiene que llamar a Miguel Jackson al tel. (4) 213-8742.

Querétaro: Habrá una serie de enseñanzas para la iglesia sobre el tema de Efesios, empezando domingo, enero 14, 2001, a las 10 AM, luego a las 7 PM, entre semana a las 7:30 PM, y terminando domingo, enero 20, a las 10 AM.

Querétaro: Ya se ha apartado la semana de Mayo 6 al 13, 2001, para conferencia de avivamiento (exhortación) con predicadores Flavio Santoyo y Guillermo Kincaid.

7 Mas las fábulas profanas y de viejas desecha, y ejercítate para la piedad

8 Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

9 Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida de todos.

1 Timoteo 4

En nuestros días el ejercicio del cuerpo es demasiado premiado. Deportes han llegado a tener una importancia exagerada en nuestra generación. Deportistas profesionales ganan mas dinero que directores de grandes empresas mundiales. Los mas desarrollados atletas profesionales ganan mas por contrato que todos los legisladores elegidos de una nación juntos. No solamente atletas. Ejercicio corporal aprovecha para modelos también. Si se abstienen, y ejercitan rigurosamente, pueden lograr contratos de una sola sesión fotográfica que vale 10 veces más que el mismo presidente de la nación recibe por sueldo en un año.

Y en verdad, a todos nosotros nos aprovecharía un poco de ejercicio corporal. Establece la salud física, alarga la vida, aumenta la auto-estima, y beneficia el estado emocional. Nos parece que el ejercicio corporal es provechoso en gran manera. Pero Pablo nos avisa que es provechoso "para poco." En efecto, Pablo está siendo muy preciso. Su dicho es positivo. Ejercicio del cuerpo sí es útil, y sí ayuda un poco. Pero también su dicho es negativo. Su provecho es muy limitado.

En primer lugar, todos vamos a morir. Así que, cualquier provecho en esta vida por definición es "poco." Pero aparte de esto, el provecho calculado no sería tanto, si lo calculas seriamente. Hay quienes invierten una hora diaria en aerobics, carreras, pesas, o algo al estilo. Algunos invierten hasta 3 horas diarias. Todos probablemente alargarán sus vidas, aunque requiere una régimen estricta para lograr un provecho notable. Para entender el razonamiento de Dios tenemos que hacer unas observaciones críticas. Supongamos uno que invierte 2 horas por día viviría 5 años más que hubiera vivido sin invertir el tiempo y esfuerzo. Pero si empezamos a sumar el esfuerzo, 2 horas diarias son una doceava parte del día, y un doceavo de nuestros 50 años adultos en promedio, son mas de 4 años. Así que, en realidad está invirtiendo 4 años para ganar 5 años. Pero eso no es todo. Está invirtiendo 4 años de su vida desde joven para añadir 5 años a su vejez. Pero hay más. Si queremos ser muy cínicos, o pensar críticamente, tenemos que calcular que no tenemos 24 horas de cada día, sino solo un promedio de 16 horas despiertas, porque estamos inconscientes alrededor de 8 horas por día. Así que, las 2 horas de ejercicio corporal que invierten desde su juventud no son una doceava parte de su vida, sino una octava parte. O sea, pierden la equivalencia de 6 años de sus 50 años adultos, para ganar otros miserables 5 años de senectud. Ves? No debes discutir con Dios. Si él dice que es provechoso para poco, humíllate y aprende de él.

De todos modos, el punto importante no es el desperdicio de tiempo que hacen los deportistas, atletas, modelos, y millones de personas superficiales e ciegas a las realidades de esta vida corta y triste. El punto importante es que la piedad aprovecha mucho, y aprovecha en todo, tanto en esta vida y en la venidera. Para empezar debemos considerar lo que significa "piedad."

Diccionario Porruá: "Virtud que inspira devoción, o actos de abnegación o compasión."

Diccionario Trillas: "Devoción, abnegación." "Amor filial." "Compasión."

Diccionario Larousse: "Fervor en las prácticas religiosas." "Compasión."

Diccionario J.T.F.M: "Virtud que incita reverenciar a Dios, a los padres, y a la patria." "Misericordia."

Bueno, los diccionarios no nos dan mucha confianza. Sin embargo, la Biblia define a sí misma. En la Biblia la piedad significa primeramente la misericordia, usualmente cuando se usa con la palabra "tener." El que "tiene piedad" tiene misericordia o compasión.

1 TEN piedad de mí, oh Dios, conforme á tu misericordia: Conforme á la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Salmo 51

En segundo lugar, "piedad" significa "justicia" o "santidad." Es evitar pecado, vivir honestamente, hacer buenas obras.

2 Por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad...

10 Sino de buenas obras, como conviene á mujeres que profesan piedad.

1 Timoteo 2

11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre.

1 Timoteo 6

En tercer lugar, la "piedad" significa "espiritualidad," o en el sentido mundano, "religiosidad." Es devoción a Dios, que imparte "eficacia," o virtud al devoto.

12 Y viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones Israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ó ¿por qué ponéis los ojos en nosotros, como si con nuestra virtud ó piedad hubiésemos hecho andar á éste?

Hechos 3

5 Teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita.

2 Timoteo 3

En nuestro texto inicial no habla de "tener" piedad, así que, no está hablando de misericordia. La piedad entonces que aprovecha para todo en esta vida y en la venidera significa "justicia (santidad)" y "espiritualidad (devoción)." ¿Cual cristiano puede negar que hay provecho en vivir santamente y espiritualmente?

El problema es que la piedad no es fácil mantener en un mundo impío. Y guardarnos "sin mancha de este mundo" ha llegado a ser una meta que parece inalcanzable en nuestra generación. Los cristianos en todo el mundo se han conformado a este siglo mas que en los siglos anteriores, y hay muchas razones porqué. Anteriormente, humanos eran mas esparcidos, y 90 porciento de ellos vivían en el campo, aislados de ciudades, y de la "sociedad." Eran mas independientes, dependían de sus mismas cosechas, no requerían ni mucho dinero para vivir, ni mucho contacto con otros. Se educaban en casa por sus padres, y las únicas noticias que recibían eran de boca a boca. Así que, era mas fácil para un cristiano mantener una distancia del mundo, especialmente cuando los eventos sociales mas asistidos eran las mismas reuniones de la iglesia.

Ahora, sin embargo, el mundo se ha encogido. 85 porciento de la población mundial vive en ciudades, y tiene trabajos industriales o sociales. La gran mayoría del mundo recibe educación pública, un régimen de estudios aprobados, conformados a la "idiosincracia" del mundo moderno. Además, los medios de comunicación han eliminado el aislamiento de los grupos mas remotos. Teléfono, radio, televisión, y ahora la internet han expuesto todo el mundo a lo mas "moderno." Nadie en nuestros días es ignorante de las cosas del mundo. Ninguno alcanza adolescencia sin ser educados en las morales humanísticas de nuestra generación perversa. Al cristiano es imposible hoy en día aislarse del mundo.

Es un fenómeno mayormente de nuestra generación, sin embargo. Yo he visto en mi vida la culminación del cambio gradual de la socialización de cada individuo. Interdependencia social es la norma. Culturas están mezclándose, perdiendo sus identidades particulares, aunque gradualmente. Hay muchas razones por esto, pero yo creo que mas que todas las demás, la causa principal de esta "inclusión" social es la comunicación moderna, especialmente la televisión.

Yo me acuerdo de joven que muchos predicadores fundamentalistas predicaban en contra de la televisión porque era "impía." Vieron lo perverso en la televisión, reconocían la inevitable consecuencia de ser expuestos a tales normas, y predicaban en contra de la televisión como la plaga misma. No importaba su utilidad, ni su poder económica. Sus posibilidades educativas no obstante, la televisión era el pecado número uno en sus ojos. Y lograron convencer a muchos de rechazarla. Vivían sin televisión en sus casas, y no era gran pérdida.

Sin embargo, muchos cristianos llegamos a la conclusión que estaban exagerando, tanto el pecado de televisión y el peligro que presentaba. En aquel entonces, televisión a color era algo nuevo, y blanco y negro solamente tenía una sola generación de existencia. Sin duda, televisión era una utilidad muy provechosa. Y el entretenimiento que podíamos ver en televisión era profesional y de alta calidad. Sin decir además que era gratis. Era un medio de comunicación masivo, e importante, tanto para noticias, necesidades del gobierno, y anuncios comerciales para empresas legítimas. Las morales de televisión reflejaba mayormente la sociedad en general. Había normas mas o menos decentes en la programación y en los anuncios.

Los que se oponían a la televisión eran predicadores de "cuello quemado" como solían decir en Texas, dando entender que tenían pelo corto y trabajaban en el sol (o sea, que eran campesinos, no educados, muy atrasados, y demasiado conservadores). Prohibir televisión era extremismo, quitaba la libertad cristiana, y era mas o menos imposible imponer efectivamente. Además, existían peligros verdaderos con extremismo. Los que desdeñaban la televisión menospreciaban a las personas que la teníamos. Extremistas encontraban cosas diabólicas aun en programas benignos, desde comedias que tenían genios y brujas, a dramas de "super-héroes," y aun hasta dibujos animados. La prohibición de los extremistas tenía que fallar.

Sin embargo, podemos observar que tenían razón en sus alegaciones del peligro. La televisión, junto con otros progresos científicos, han mundanizado la iglesia como nunca antes. Yo creo que fue inevitable. Era imposible aislarnos de la modernización, y hubiera fallado como el monaquismo falló en tiempos medievales. Aislarse no produce piedad, produce hipocresía. Monjes, Judíos y Menonitas lo han comprobado por siglos. La contaminación de los cristianos por ser expuestos constantemente a la televisión y otros medios de comunicación era una prueba inevitable. Una vida de "piedad" tenía que ser más y más difícil, pues es profetizado por Jesucristo:

12 Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se resfriará.

Mateo 24

No por eso debemos suponer que la piedad ya no importa a Dios. No debemos dejar de resistir pecado, y aun estorbar la degeneración del mundo. El trabajo del Espíritu Santo no es eliminar, sino "impedir" el misterio de iniquidad (2 Tes. 2.7), especialmente en los postreros días, así que, es todavía nuestro trabajo impedir la "impiedad" alrededor. Recuerda, con cada tentación existe una "salida" (1 Cor. 10.13). Aislarnos no es la salida, creo yo. Y ahora mas que nunca, aislarse es una imposibilidad. No obstante, el primer paso en vencer tentación es entenderla.

Últimamente yo me he puesto a analizar la televisión de nuestros días. Encuentro que la televisión ha llegado a ser, aunque poco a poco, tan impío como todos aquellos "cuellos quemados" habían alegado. La televisión es un mundo de maldad. En verdad, no refleja la sociedad en general, sino amplifica todo lo malo de la sociedad. Refleja la sociedad, seguramente, pero exagerando lo sucio y degenerado. Al observar los programas, desde telenovelas, hasta películas de cine, comedias de "prime time," y aun "noticias," todos ellos exaltan la vida impía. Yo puedo enumerar los baales de televisión, y ponerlos en orden de importancia, por sencillas observaciones:

1. Fornicación: Sin duda esta es la diosa televisiva número uno. La gran mayoría de los héroes de cualquier programación televisada son sexualmente activas fuera de matrimonio. No se asocia el sentido de vergüenza nunca por ser fornicación antes de matrimonio, y solamente un sentido de vergüenza ligera cuando es adulterio, o sea, cuando un tercero inocente es dañado.

2. Desnudez: Pornografía es causa indirecta de casi todos los males violentos de la sociedad moderna. Produce violencia en el hogar, produce violación, secuestros de menores, homosexualidad, y miles de víctimas. Pero pornografía es definido por expertos modernos como gráficas obscenas, diseñadas para degradar el acto sexual. No reconocen el verdadero peligro de sencilla desnudez, aun en plan de "arte." Así que, desnudez tanto avisado en contra por la Biblia (Gen. 9.10, Ex. 32.25, Lev. 18, Lev. 20, Hab. 2.15, Isa. 47.3, etc.), está en todas partes del mundo en nuestros días. No solamente encontramos fotografías de mujeres desnudas en revistas pornográficas, están en revistas familiares, restaurantes, hoteles, anuncios comerciales al lado de la carretera, y sobre todo, en la televisión. Yo he observado que en la noche por lo menos uno en cada cuatro comerciales contiene una figura desnuda, a veces totalmente, y a veces suficientemente desnuda para provocar lujuria, y arrestar la atención de todos. Desnudez degrada la sociedad, porque aumenta la lujuria natural tanto de hombres y mujeres, produciendo emociones bestiales en nosotros. Degrada la belleza de matrimonio, porque quita la preciosidad de intimidad. No es nada especial ser íntimos con la pareja, porque todos los mas hermosos del mundo ya se han hecho íntimos con nosotros. Además, sexo en matrimonio es aburrido en comparación a las imaginaciones provocadas por desnudez de cuerpos jóvenes y sumamente hermosos. Desnudez destruye la inocencia de niños, porque no pueden alcanzar la pubertad sin haber presenciado literalmente cientos de escenas sexuales, a veces exageradamente explícitas. Sin duda todos los gobiernos del mundo tendrán que dar cuenta a Dios esta injusticia hecha a nosotros que deseamos vivir píamente en esta sociedad.

3. Violencia: Sangre, balazos, choques de automóviles, explosiones, venganzas, muertes, suicidios, degollados, guerras, golpes, artes marciales, espionaje, traición, fantasmas, demonios, vampiros, en fin. Televisión es un mundo mórbido.

4. Avaricia: Lo noté desde los años 1970's cuando por primera vez tuvimos una televisión en la casa y yo tenía oportunidad de verla. Ladrones eran los héroes. Las víctimas eran menospreciadas por ser ricas (no echaban de menos sus pérdidas), impersonales (el gobierno, empresas grandes, o aseguradoras), o tontas (no suficiente vivos para proteger sus cosas). Películas como "Butch Cassidy" eran las mas populares, sin importar que los héroes de la película eran ladrones armados, robando grandes sumas de dinero, y matando a los policías que trataban de impedirlos. En la década de 1980's las películas cambiaron en parte haciendo héroes de policías, aunque usualmente eran policías rebeldes. Sin embargo, hasta la fecha, avaricia y materialismo siguen fuertes como nunca en la televisión, y son los dioses primo-hermanos del robo. Cada programa exalta avaricia, y cada comercial no solamente defiende sino también promueve materialismo y descontento.

5. Incredulidad: El escéptico es el héroe. Siempre el predicador protestante es un charlatán, mujeriego, hipócrita. Usualmente el sacerdote católico es honesto y sincero, pero es humilde, admitiendo su incapacidad de ayudar en forma de héroe. Cualquier protagonista de fe es siempre dócil, afeminado, vulnerable, incapaz de defenderse o protegerse. Los héroes normalmente son incrédulos en Dios, expertos en disciplinas modernas, independientes, y confiados en sí mismos. En la historia, los verdaderos héroes han sido hombres de fe, admitiendo ser guiados por Dios, y auxiliados por él.

Hay que reconocer que la televisión y cine es fuente mayor de la suciedad en nuestras mentes y vidas. Nos haría un gran beneficio vender la televisión y volver a una vida de lectura, pláticas, juegos sanos, y reflexión. No sería suficiente, por supuesto, porque la televisión ya no es la única fuente de comunicación masiva que hay ahora. La internet puede llegar a ser una competencia fuerte en la próxima década. A pesar del beneficio innegable de desechar la televisión, me parece que es imposible escapar de Sodoma ahora, porque Sodoma ya es el planeta Tierra. Además, debemos cuidarnos de extremos. Los que predicaban en contra de televisión en mi juventud tenían razón, sin duda, pero su solución era irrazonable y extrema: ¿No tener nada que ver con la mayor utilería educativa y expositiva desarrollada desde la imprenta? Y ¿qué haríamos ahora? ¿Evitar cualquier contacto con la computadora también? Pero a la vez, no podemos adoptar la actitud que la piedad no importa. No debemos acostumbrarnos a la suciedad de nuestra sociedad. ¿Cual es la solución?

Es increíble lo que puede el hombre lograr físicamente con ejercicio. Logran correr 40 kilómetros sin pararse, en dos horas. Logran brincar mas de 2 metros de altura, y 9 metros de largo. Logran levantar 200 kilos sobre sus cabezas. El hombre no acostumbrado no puede correr ni un kilómetro sin descanso, y en promedio es difícil que un hombre levante 50 kilos a la altura del cinturón. Ejercicio corporal es la solución de problemas físicas, ejercicio espiritual es la solución para tentación y contaminación espiritual.

Ejercicio es esfuerzo primeramente. Ejercitarse es esforzarse. No puedes ejercitarse para la piedad mientras estás conformado a tu suciedad. Tienes que reconocer el peligro, lo desagradable de la lujuria, avaricia y violencia en tu vida, y empezar a esforzarse en contra de tales cosas. Tenemos que pelear para santidad. Además, espiritualidad requiere esfuerzo. Adoración no siempre nace del corazón. A veces tiene que ser hecho en contra de la voluntad.

Pero ejercicio no es solamente esfuerzo. Es esfuerzo preparativo. Es práctica. Adoración requiere práctica también. Pequeños ejercicios en alabanza ayudan al hombre estar preparado para que le nazca adoración en momentos difíciles. En cuanto a santidad, ejercicio no es la lucha final, es una serie de esfuerzos preparándonos para el "día malo." El que ejercita está acostumbrándose a las dificultades para poder resistir cuando cuenta.

14 Mas la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

Hebreos 5

Nuestros sentidos tienen que ser ejercitados en discernimiento de bien y mal. Quiero decir que necesitamos practicar nuestro juicio. Debemos juzgar la maldad que vemos en la televisión y en el mundo, y mentalmente reconocer nuestras fallas por tan pequeñas que sean. Si pasamos por alto nuestras culpas ligeras, no estamos ejercitando. Pero si las reconocemos, confesamos y quitamos los estorbos, no seremos tan susceptibles a las tentaciones mayores cuando llegan.

No solamente es el ejercicio esfuerzo preparativo. Es también esfuerzo regular. Ejercicio es algo hecho con constancia, diariamente o regularmente. Debe existir en nuestra vida cristiana una consistencia de ejercicios espirituales, y estos obviamente incluyen lectura de la Biblia, oración y asistencia de las reuniones. Pero creo que existen otros ejercicios regulares que sirven para la piedad. Piedad no es solamente justicia, y resistencia al pecado, es también una actitud espiritual. Existen ejercicios para contrarrestar las actitudes mundanas y carnales que tenemos. Por ejemplo, el mas efectivo ejercicio en contra de avaricia es el ofrendar. Regularmente y fielmente debemos dar a Dios primero. Así vencemos el mundanismo materialista. Nuestros deseos carnales, como comida y sexualidad, se controlan por abnegaciones regulares (negando a sí mismos). Quiero decir que debemos ejercitarnos en decir "no" a algo que nuestro cuerpo pide. Esto se puede hacer diariamente, por no comer golosinas, etc., o semanalmente por ayunar un día por semana, absteniéndose de todo apetito carnal durante 24 horas, o algo al estilo. Son ejercicios para la piedad.

27 Antes hiero mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado á otros, yo mismo venga á ser reprobado.

1 Cor. 9

Ejercicio no solamente es regular. Es también esfuerzo medido. Es imposible ejercitarse bien sin medir el esfuerzo que haces. Los corredores miden su distancia y su tiempo, miden su pulso y su presión de sangre, miden su temperatura y su dieta. ¿Porqué sería diferente el ejercicio espiritual? Yo conozco hermanos que quieren vivir "en el espíritu," y con eso quieren decir que prefieren una vida "espontánea" sin reglas. Claro, todos preferimos ser "píos" espontáneamente, sin mayor esfuerzo. Quisiéramos obedecer a Dios naturalmente. Pero la piedad requiere ejercicio. Así que, tenemos que medir nuestros esfuerzos.

Los antiguos metodistas tenían un horario, de levantarse a tal hora, orar por tanto tiempo, leer la Biblia por tanto tiempo, meditar por tanto tiempo, y dormir a tal hora. Podemos menospreciarles por ser como los fariseos, pero ni Pablo se avergonzaba de ser fariseo cuando le tocaba mencionarlo (Fili. 3.5). Ejercicio requiere medidas, y espiritualmente también. Algunos hermanos critican a los que contamos las veces que hemos leido la Biblia. Desde que me casé la segunda vez yo cada vez que he terminado un libro de la Biblia, lo marco en mi Biblia de estudio, y así llevo yo una cuenta. Así puedo medir mi ejercicio espiritual. Yo sé por ejemplo, que he leído mucho menos en los últimos años que leía en los anteriores. Pero solo sabiéndolo puedo corregir mis prioridades. No hay maldad en tener un reloj a la mano cuando oras, para poder juzgar tus esfuerzos bien. Los que desdeñan estas prácticas quizás están menospreciando el valor de ejercicio, esfuerzo medido con una meta. Mídete hermano, y conozca tu "piedad."

La necesidad de medir es porque ejercicio es también esfuerzo aumentado. Nadie que ejercita inicia intentando la meta. El que quiere levantar 200 kilos sobre su cabeza tiene que empezar con 30 o 40. Al dominar esto entonces sigue aumentando su esfuerzo hasta lograr su meta. En la piedad es igual. Tenemos que ver progreso. Y tenemos que aumentar el esfuerzo. Pero creo que esto nos da lugar para optimismo en medio de fallas. Quiero decir, no debemos esperar un pensamiento 100% espiritual desde el primer día que lo deseamos. Debemos permitirnos la oportunidad de crecer. Aunque somos mundanos, no estamos conformándonos al mundo mientras seguimos esforzándonos para pensar espiritualmente. Si sembramos diariamente para el espíritu algún día segaremos lo espiritual. No debemos rendirnos o desanimarnos al observar que todavía somos carnales después de determinar ser espirituales. Empezamos con algo que podemos hacer o lograr, y nos preocuparemos de lo mas difícil después. Un cristiano nuevo empieza su pensamiento espiritual con una determinación de pagar sus deudas, en vez de siempre evitar sus prestadores. Pero al rato comienza a ayudar a los necesitados. Y en poco tiempo se encuentra diezmando regularmente. Y ya con madurez se encuentra ofrendando gozosamente mucho mas que diezmo, y sin guardar cuentas. Eso sí es piedad, pero viene con ejercicio aumentándose poco a poco.

Una cosa mas. En la vida física, ejercicio es cosa de juventud mayormente. No es esfuerzo permanente. Muchas veces es una estrategia para lograr una meta, pero al alcanzar la meta propuesta, se puede relajar. Aunque existen ejercicios físicos que deben durar la vida, como el de caminar y estirarse, entre otros, muchos de los esfuerzos de la juventud no tienen que ser (y no pueden ser) repetidos en la vejez. En ese sentido no es precisamente igual el ejercicio espiritual. El espíritu no se cansa con vejez. El espíritu sigue creciendo, y fortaleciéndose, aún entre ancianos. La piedad también sigue aumentando en la madurez, y no debemos pensar que ejercicios espirituales deben menguar.

Es claro que con madurez espiritual ciertas tentaciones dejan de tener la misma importancia como tenían en la juventud. Deseo sexual es menos aunque nunca desaparece. Ira pierde la fuerza que tuvo en juventud. Y ciertas tentaciones son vencidas en manera convincente. Yo dejé de escuchar la música mundana cuando me entregué a Cristo de adolescente, y yo era fanático en cumplir mi disciplina. Ahora, puedo declarar que la música mundana no tiene la menor atracción a mi carne, siendo que con 5 minutos de oiría en alguna oficina o en la combi, me empiezan a desintegrar las uñas. Pienso que en tales casos un cristiano maduro puede relajar sus ejercicios espirituales. ¿Qué servicio me puede ser la abstinencia estricta de música mundana ahora? Ninguno. A cambio la abstinencia puede causarme daño, por confundir la disciplina con la meta. Ser abstemio de música mundana no es piedad. Es solo un ejercicio, y la meta ya se logró.

Sin embargo, no creo que los años de cristiano hacen menos necesarios los ejercicios para la piedad. Mientras ciertas tentaciones carnales se vencen con la edad, otras tentaciones aumentan. Fanatismo disminuye pero apatía e indiferencia crece. Ira se rebaja, pero amor y celo también. Y parece que avaricia y materialismo siguen fuertes en la vejez tanto como en la juventud. Y aparte de esto, aunque los peligros personales quizás se desvanecen poco a poco con los años, el anciano debe pensar en sí mismo como ejemplo a los mas jóvenes, que van a seguir su ejemplo. Si dejan de ejercitarse para la piedad, ¿no serán adelantados aquellos en negligencia de la piedad?

Algunos ancianos cristianos pretenden que no importa lo que miran en televisión, o que no es necesario asistir a todas las reuniones, o mantener un ministerio espiritual. Dicen que ahora ya no les afecta la lujuria, o que ya no tienen la energía, o etc. Claro, llega el momento en la vida que asistir las reuniones será muy difícil, y no habrá culpa. Pero demasiados cristianos maduros se engañan a sí mismos, con el pretexto de madurez. A veces no es madurez, ni sabiduría que les hace relajar sus ejercicios espirituales. A veces es falta de fe, y carencia de celo. Dice el proverbio común que "la sabiduría es el mejor aspecto de valor" dando entender que valor es peligroso sin ser templado con sabiduría. Pero cuando un cristiano tibio utiliza el proverbio para ocultar su temor o falta de disciplina propia, es como "zarcillo de oro en nariz de puerco." Valientes pueden utilizar el proverbio. Cobardes deben callarse. Así también los viejos. No deben defender sus fallas con pretextos de madurez.

Todos los cristianos deben aprender abstinencia, auto-disciplina, e intentar hazañas espirituales mientras están en el fervor de juventud, y ancianos no deben desanimarlos. Cristianos jóvenes deben hacer decisiones fuertes, como de vender la televisión, no ir al cine, no escuchar música mundana, ofrendar el sueldo entero, ayunar 3 días seguidos, predicar en la plaza central de San Juan de los Lagos en febrero 2. (Bueno, quizás no ese último). Estas cosas no son permanentes, no son la meta, son el ejercicio. Adoración y alabanza deben ser practicados diariamente. La piedad se verá en hombres de fe que logran la vejez sin mayores pecados a su cuenta, y con un ministerio intacto.

Debemos concluir que podemos vivir píamente en esta generación. Pero va a requerir ejercicio. No debe ser fácil. Nada verdaderamente valioso es fácil. Piedad requiere ejercicio, pero los ejercitados la logran.