La Epístola

Apartado 432

Administración 1

Morelia, Mich. CP 58001

#55 Marzo, 1999

Impreso en México

 

Noticias

Irapuato: Planean una conferencia de evangelismo extranjero el tercer fin de semana en marzo, el sábado 20 y domingo 21. El sábado la predicación será a las 7:00 PM y el domingo la predicación será a las 10:00 AM. Los predicadores invitados son Juan Córdova de León, y Alberto Sotelo de Celaya. Se llevará a cabo en el jardín principal, en frente de la presidencia.

Guadalajara: Planean una campaña de evangelismo en la calle durante la supuesta "Semana Santa." Invitan a todos los predicadores que puedan asistir de lunes a viernes, desde marzo 29 hasta abril 2. Además, los hermanos cooperaron y compraron teléfono que ahora está en la casa de Ramiro García. El número es (3) 605-6464.

San Juan Bosco: Anuncian que predica Flavio Santoyo en el parque de San Juan Bosco el sábado 6 de marzo y domingo 7 de marzo para exhortación. Para cuando se envía esta epístola ya habrá pasado.

Unidad Obrera: Anuncian que predicará Noé Castillo sábado 13 de marzo y domingo 14 de marzo para exhortación. Sábado será a las 5 PM, domingo a las 10:00 AM.

León: Anuncian una conferencia de exhortación que se llevará a cabo el jueves 8 de abril hasta domingo 11 de abril. Los cuatro grupos de León participarán en el mismo anfiteatro del Parque Hidalgo (la concha acústica). Jueves y viernes será a las 7:00 PM, sábado a las 5:00 PM, y domingo a las 10:00 AM.

San Antonio: Habrá una conferencia de evangelismo mundial durante la supuesta "Semana Santa" de domingo 28 de marzo hasta domingo 4 de abril. Habrán dos predicadores por noche con los invitados especiales Miguel y Jenny Riggs que estarán por primera vez en 4 años.

Habrá reunión de predicadores domingo 18 de abril, a las 4 de la tarde en León, en la casa de José Hernández.

Miguel y Jenny Riggs planean regresar a Polonia el 6 de mayo. Visitarán a Michigan y a otros estados antes de irse.

 

Apocalipsis

10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purificados; mas los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos.

Daniel 12

El libro de Apocalipsis ha sido un misterio desde el principio, pero fue escrito con el fin de que algunos entiendan. Los incrédulos y negligentes no pueden entenderlo pero los creyentes diligentes y sabios si pueden. Fíjate que cuando Daniel escribió su libro Dios mandó sellarlo hasta el tiempo del fin:

4 Tú empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos, y multiplicaráse la ciencia.

Daniel 12

Pero cuando Juan escribió el Apocalipsis Dios le mandó no sellarlo:

10 Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.

Apocalipsis 22

Daniel fue sellado hasta el tiempo del fin, y Apocalipsis no fue sellado desde que fue escrito porque el tiempo estaba "cerca." Quiero decir que ambos libros fueron escritos en forma de misterio con el propósito de esconder sus verdades hasta el tiempo del fin. De consiguiente, ambos libros fueron escritos con el propósito de revelar la verdad a los creyentes un poco antes del fin. Así que parece que aquellos misterios encubiertos por siglos ahora son revelados a los creyentes que se aplican para entenderlos.

Setenta Semanas

La profecía de las setenta semanas en Daniel 9.24-27 se explicó en la Epístola #4. Esa profecía declara que la historia de Israel se cumpliría en su totalidad en solamente 70 semanas empezando con el decreto de la restauración de Jerusalem (Dan. 9.25). En ese espacio todo se cumplirá, dice, incluyendo la llegada del Mesías, la conclusión del "pecado," la "justicia de los siglos," y la "unción del Santo de los santos." Quiere decir que dentro de 70 semanas relevantes a Israel, Cristo habría venido, el pecado de Israel sería acabado, la justicia llegaría a la tierra, y el Santo sería ungido para reinar. Ahora, 70 semanas sencillas se hubieran pasado en un año y medio. Obviamente la profecía no habla de semanas sencillas, o semanas de 7 días. Por comparar otras referencias vemos que semanas pueden ser de años también (Lev. 25.8, Núm. 14.34, Ezeq. 4.6), y haciendo cálculos vemos que 70 semanas de años (490 años) es alrededor del tiempo que pasó desde la restauración de Jerusalem en tiempos de Nehemías hasta el tiempo de Jesucristo. Cristianos por creer que Jesucristo es el Mesías mencionado en Daniel, aceptamos casi universalmente que esa profecía se cumplió hasta la semana 69 en el ministerio de Jesucristo. Pero desde allí hay algunas diferencias de opinión. ¿Qué pasó con la semana 70 en la cual tenía que cumplirse todas las cosas mencionadas?

Algunos piensan que la semana 70 se cumplió parcialmente en los tres años y medio del ministerio de Cristo. Otros piensan que posiblemente los primeros tres años y medio de la iglesia cumple parte de la semana 70 también. Pero hay muchos durante los siglos que han pensado que la semana 70 se cumplió completamente en la guerra de Palestina en el primer siglo. Esa guerra empezó en la fortaleza de Antonia en septiembre del 66, con el sitio de Jerusalem en abril de 70 (tres años 7 meses después de Antonia), y la destrucción del templo en agosto del 70, terminando con la derrota de Masada en mayo del 73 (6 años 9 meses total). Aunque esa guerra no siguió al Mesías inmediatamente, y requiere algunos ajustes a las fechas para caber la profecía mejor, suponen que la semana 70 se cumplió con la destrucción de Israel, y suponen por eso que la Iglesia Gentil suplantó a Israel en las profecías, y que el reino de Cristo en la tierra ya empezó (en una capacidad espiritual, por supuesto, y que Cristo está reinando en su "vicario.") De esa opinión son los Católicos, Ortodoxos y la mayoría de los Protestantes.

Sin embargo para pensar así, no solamente tienen que ajustar las fechas, estirando un poco acá, comprimiendo un poco allá, también tienen que pasar por alto muchos detalles de las profecías. Una cosa que quizá no entienden algunos es que Israel no dejó de ser nación inmediatamente, sino siguieron viviendo Judíos en Palestina hasta la guerra de los años 132-135, en la cual les fue prohibido habitar en Palestina. Además, para acabar rápido, Jesucristo dijo que la tribulación asociada con el fin del "siglo" sería tan grande aflicción, que nunca hubo tal antes ni sería después (Mat. 24.21). Pero muchas guerras antes, y muchas guerras después han sido peores en todos los aspectos que esa guerra palestina relativamente pequeña del primer siglo. Además, esa teoría acaba la importancia del libro de Apocalipsis, haciendo pensar que fue escrito antes del año 66, como profecía relevante para solamente unos pocos años, o haciendo pensar que fue escrito después de los hechos, ni siquiera siendo profecía, aunque en el libro mismo dice que tales cosas son profecías (Apoc. 1.1), de cosas que "han de ser después" (Apoc. 1.19, 4.1).

La conclusión de los creyentes acerca de la semana 70 de Israel es que es todavía porvenir, que no se ha cumplido ni parcialmente todavía. Y en efecto en la profecía misma de Daniel hay una división entre la semana 69 (la llegada de Mesías Príncipe, Dan. 9.25) y la semana 70 (muchas abominaciones y la entera consumación, Dan. 9.27). Precisamente en esa división (después de las 69 semanas y antes de la semana 70) vemos la muerte del Mesías y la destrucción de Jerusalem y el santuario (Dan. 9.26). Así que, al terminar la semana 69 con la llegada de Cristo a Jerusalem (su entrada a Jerusalem como Rey, el supuesto "domingo de gloria" que en todo caso no sucedió en domingo, Juan 12.12,13, Mar. 14.1,3, etc.), Dios suspendió el tiempo profético de Israel, dejando por cumplir una sola semana de años para la "entera consumación" (Dan. 9.27). Esa semana de años es dividido en dos partes (Dan. 9.27 "la mitad"), y se trata de grandes aflicciones en el "fin del mundo" (Mat. 24.3,15). Quiero decir que el último período de 7 años relevante a las profecías sobre Israel es por venir, y el libro de Apocalipsis trata de ello en detalle.

El Fin del Mundo

En nuestros días el "fin del mundo" ha sido burlado por los mas educados (aunque ignorantes de la Biblia). Pero la gente común de la calle hablan acerca del fin del mundo con una ignorancia peor. Casi diario encuentro yo alguien que me asegura que la Biblia dice que el mundo no pasará el año 2000. Cuando les digo que la Biblia no menciona la fecha 2000 me dicen que estoy equivocado, aunque ellos ni siquiera la han leído. Dicen que lo vieron en televisión, o lo leyeron en un libro, o algo al estilo. Pero, ay hermano, no es solamente los ignorantes Católicos, yo temo. Hace poco encontré en el centro de Morelia un misionero de Estados Unidos repartiendo folletos. El folleto que me dio no me decía como ser salvo, no explicaba de qué debía yo arrepentirme, no mencionaba el evangelio en ninguna forma. Era un folleto que explicaba el supuesto significado de las letras "www" en páginas del Internet. Me paré para hablar con el "hermano" y le pregunté (con mi inimitable desdeño), cómo iba a ayudar a un perdido esta información, suponiendo que fuera cierto? Si un Católico llegara a entender que "www" significaba "666" ¿qué entonces? El "hermano" se disgustó con mis preguntas y me dijo que él sentía un "mal espíritu" en mí, y por eso dio la vuelta y se fue sin despedirse.

Lo siento, hermanos, por el mal espíritu que hay en mí, pero detesto la ignorancia de la Biblia, especialmente entre Cristianos. Ningún hombre tiene derecho de ser tan ignorante, ni el analfabeta. El libro ya no es sellado, no es prohibido, ni siquiera es caro, y nosotros no estamos en tinieblas. Pero Cristianos siguen amando al mundo, guerreando para poseer un poco mas, almacenando juguetes y aparatos que en unos cuantos años no tendrán el mas mínimo valor. Y los fanáticos de Apocalipsis están mas preocupados acerca del 666 que de peligros verdaderos ahora, como la idolatría, adulterio, borrachera, divorcios y abortos. Y por tantos fantasmas y espantos en sus mentes olvidan el evangelio mismo, si es que alguna vez lo entendían. Por esa razón no me he dedicado a enseñar el libro de Apocalipsis, ni siquiera me interesa mucho, pues Cristo nos dejó un trabajo, "negociad entre tanto que vengo" (Luc. 19.13). Tan loco es este mundo pienso que seguramente por estas páginas algún Cristiano menso decidirá retirarse de la sociedad, se cambiará a una montaña, rehusará firmar tarjetas de crédito o el "padrón electoral" por miedo de "la marca," o sencillamente empezará a buscar el "anticristo" mas que el mismo Cristo.

Hay demasiadas cosas que no sabemos con certeza. Como punto de doctrina se nos han enseñado que Jesucristo va a arrebatarnos al Cielo antes que se inicie el tiempo de tribulación. Yo entiendo el porqué así lo pensamos, pero les advierto que no es nada seguro (vea epístolas 31, 32). Lo que es seguro es que el tiempo de aflicción viene, guerras vienen, pestilencias vienen, hambres vienen, tentaciones vienen, el fin de todas las cosas se acerca, y Dios nunca ha sido tímido en poner su pueblo a prueba. Casi todas las profecías acerca de los últimos días nos hablan de peligro, entonces sería una incompetencia enorme llegar a ese tiempo sorprendido. Estos no son días para complacencia y negligencia, sino son días para ocupación y preparación, especialmente para los de nuestra persuasión que hay un fin, que el mundo es pasajero, que la "riqueza" de este mudo es una triste broma, y que el tiempo es corto. Sin embargo, no por eso debemos estar en temor antes que llegue el fin:

6 Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin.

Mateo 24

9 Empero cuando oyereis guerras y sediciones, no os espantéis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero: mas no luego será el fin. Lucas 21

No debemos temblar, especialmente antes que venga, aunque esto no prohíbe prepararnos. Sin embargo se me hace imposible "preparar" para el fin del mundo. ¿Cómo puede uno almacenar suficiente comida, agua, combustible y medicinas para sobrevivir las cosas mencionadas en Apocalipsis? Además, la preparación que Cristo nos aconseja para vencer en esos tiempos es preparación emocional, no para sobrevivir, sino para morir.

33 Cualquiera que procurare salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la perdiere, la salvará.

Lucas 17

11 Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte.

Apocalipsis 12

Si por alguna circunstancia nos equivocamos y te encuentras en medio de la grande tribulación, la preparación mas importante es interior, en tu mente, preparación emocional para aceptar tu muerte. Mientras algunos están comprando terrenos en las montañas (por Lucas 21.21 "huyan a los montes"), almacenando comida y agua para años (por Mat. 25.8,9 "porque no nos falte"), y comprando escopetas para defenderse (según Lucas 22.36 "compre espada"), deben antes que nada considerar la naturaleza de esta tribulación que viene (sería para ponernos a prueba), y deben prepararse para aquel momento de decisión entre conformarse al mundo o morir. Cristo no solamente dijo, "compre espada," también dijo, "todos los que tomaren espada, á espada perecerán" (Mat. 26.52). Si piensan defenderse, prepárense a morir de todos modos.

El Año 2000

Bueno, aunque los educados incrédulos nos ridiculizan a los creyentes por pesimismo y alarmismo, lo más irónico de todo esto es que hay quienes entre ellos se están preparando para el "fin del mundo" en estos momentos. No es porque creen que Dios va a juzgar al mundo, sino piensan que el mundo se está destruyendo solo. Y no es solamente los naturistas y "abrazadores de árboles," sino miles de personas en estos momentos (entre ellos los mas educados) están almacenando comida y agua para sobrevivir un desastre que nos aseguran viene con la certeza de un reloj. Ese desastre se ha reconocido por décadas, y por incompetencia humana han dilatado demasiado, y nos dicen que ya es demasiado tarde para evitar. Se trata del año 2000. No es la tribulación, por supuesto, pues como he dicho, la Biblia nunca menciona el año 2000. Pero programadores de computadoras durante décadas nos han estado avisando de un problema con todas las computadoras programadas con fechas truncadas. Quiero decir que hasta ahora las computadoras han usado mayormente fechas incompletas en sus programas, calculando y archivando fechas de solamente dos dígitos. (1980 se ha truncado a 80, 1999 es truncado a 99.) El problema es que llegando a 2000 estas computadoras dejarán de servir en cosas que dependen de una fecha. 2000 será leído como 1900 (o 1980 en algunos sistemas) y esto confundirá cualquier función que depende de la fecha.

Aunque me parece ilógico que sistemas importantes dependen demasiado de una fecha precisa, los expertos nos dicen que este problema va a afectar sistemas mayores en todo el mundo. Aunque no me explico cómo, todos los expertos están de acuerdo que el problema existe, la única discusión al respecto es qué tan desastroso va a ser. Hay expertos optimistas y expertos pesimistas. Nos dicen que entre los sistemas vulnerables se incluyen la industria bancaria, transportes aéreas y ferrocarriles, telecomunicaciones, agencias de gobierno, y sobre todo, el sistema eléctrico en todo el mundo.

Supuestamente el sistema bancario es uno de los mas susceptibles, y los expertos pesimistas nos aseguran que a partir de enero 1, 2000 todos los bancos no preparados van a tener que cerrar sus puertas, por no poder usar sus computadoras. Algunos de los bancos mayores del mundo han invertido millones de dolares para corregir el problema en sus sistemas, pero lo que nos aseguran es que una mayoría de los bancos en el mundo no han corregido sus computadoras, por no estar seguros qué tan malo será el problema. Prefieren esperar a ver cuales programas fallan antes de invertir el dinero para corregirlos. El problema con esta alternativa es que todos estos fallos sucederán al mismo momento y supuestamente tomará años para corregir a todos. Otro problema es que todos los bancos del mundo son interdependientes, y si unos cuantos bancos se quiebran, esto afecta a todos los bancos del mundo.

Transportes aéreas y ferrocarriles dependen de computadoras y programas complejos para coordinar vuelos y rutas. Al fallar las computadoras tendrán que implementar sistemas de emergencias que aguantan mucho menos movimiento. Dicen los pesimistas que transportes sufrirán demoras sustanciales por mucho tiempo, empezando al cambio del año.

Telecomunicaciones incluye radio, televisión y teléfonos. Radio y televisión local quizá no sufrirá demasiado, pero teléfono de larga distancia, y radio y televisión de red extendida dependen de satélites que son controlados por computadoras susceptibles. Nos aseguran los pesimistas que un porcentaje sustancial de esos satélites dejarán de funcionar en enero 1, 2000.

Agencias del gobierno que dependen de computadoras, como agencias de tesorería y financiamiento, seguro social, agencias de impuestos y archivos serán susceptibles, nos aseguran los expertos pesimistas.

Y sobre todo, los pesimistas nos aseguran que un porcentaje significante de los proveedores de electricidad van a fallar en enero 1, 2000. No sé porqué una planta termoeléctrica dependería de una fecha en sus computadoras (aunque la computadora piense que es el año 1900, ¿y qué?). Sin embargo todos los expertos, incluyendo los expertos en el gobierno de EU, admiten que hay posibilidad de fallos en estas plantas. Los mas pesimistas calculan que 40% de las ciudades del mundo perderán su poder eléctrico completamente. Un escenario así forzará a los otros proveedores que no fallaron compartir su poder eléctrico entre muchas ciudades, siempre si hay la posibilidad de transferir la electricidad. Lógicamente racionamiento de electricidad afectaría la economía en todo el mundo.

Pero lo que espanta a los pesimistas más no es una economía enferma, ni el desempleo mundial, sino es que razonan que cientos de ciudades mayores del mundo van a perder su poder eléctrico por un tiempo indefinido, ...semanas, quizá meses. Sin poder eléctrico no habría agua por no servir las bombas para sacarla. No habría gasolina, por no funcionar las bombas eléctricas. No habría transportación y no habría surtimiento de comidas. Y por tantas fallas al mismo tiempo no habrían suficientes policías para mantener control de una población en pánico. La posibilidad de ciudades el tamaño de Guadalajara o México, (o aún Morelia o León), sin agua en los tubos, sin comida en las tiendas, sin gasolina, sin medicinas, y sin un ejército de policías en todas las colonias, y todo esto durante semanas o meses, es un escenario verdaderamente espantoso. Es por eso algunos "expertos" de computación han vendido sus casas en las ciudades y se han cambiado a lugares remotos de la civilización.

Ahora, esto es opinión de pesimistas. Hay optimistas que dicen que el problema no será de una escala mayor. Pero ninguno de los expertos están negando su llegada a tiempo, la única discusión ahora es qué tan malo va a ser. Los pesimistas responden que no importan los números exactos, si fueran solamente 5% de los bancos que se cierran temporalmente, si fueran 5% de las ciudades sin luz, si fueran solamente 5% de los satélites que fallan, el chiste importante según ellos es que todas estas cosas sucederán el mismo día, en todo el mundo, produciendo un desastre económico global. Estados Unidos es una de las naciones mas preparadas para este evento inevitable, y su gobierno calcula en estos momentos que para el año 2000 95% de sus sistemas serán corregidos. El 5% que no estarán listos no son "esenciales." Sin embargo, aun la economía de los Estados Unidos depende intrínsecamente de la economía global, y lamentablemente hay casi nada de preparación para este evento inevitable en lo demás del mundo. Además, ni Estados Unidos puede fácilmente reemplazar los satélites en el espacio, ni Japón puede producir suficientes "chips" a tiempo para reemplazar los que fallan mundialmente en un solo día. Y el caso es tal ahora en el último año del milenio que todos los países desarrollados dependen íntegramente de importaciones y fabricaciones en países no desarrollados.

La ironía de esta cosa es que cualquiera que sea la consecuencia del año 2000, no será producto de la ira de Dios, sino de la incompetencia humana de hombres ambiciosos que se profesan ser sabios. Yo no creo que es de mucho valor almacenar demasiado, pues si las cosas llegan a tal extremo, solamente te harías un blanco para el pánico. Si guardas unos garrafones de agua, unas bolsas de comidas secas, y algunas medicinas, habrás hecho lo único posible bajo las circunstancias. Lo que mas me interesa de todo esto es a que punto ha llegado el mundo en nuestra generación. Fíjate, que mientras nos burlan por predicar el fin del mundo, aun los mas educados expertos incrédulos reconocen que el mundo ha llegado a una era de peligro global, de interdependencia mundial, y hablan seriamente de un régimen mundial que pueda evitar tales desastres. El hecho que tales planes son previstos y profetizados en la Biblia nunca consideran seriamente. ¿Y ellos nos consideran "supersticiosos" por prestar atención a profecías apocalípticas?

Introducción a Apocalipsis

Apocalipsis empieza con una visión de Jesucristo que Juan vio un cierto "domingo," que significa "día del Señor" (1.10). Esta visión de Jesús es muy diferente a su parecer en lo demás del Nuevo Testamento, y por eso Jesucristo manda a Juan escribirla y enviarla a siete iglesias en Asia (1.11). En esta visión Jesús dice que él es el Alpha y Omega, el primero y el último, tiene ojos como llama de fuego, una voz como muchas aguas, una espada sale de su boca, y su rostro es como el sol en su fuerza. Juan entendió la visión muy bien, y cuando lo escribe a las iglesias él inicia el libro llamando a Jesucristo el "Todopoderoso" (1.8). Ese misterio ya había sido revelado (1 Tim. 3.16), esa relación entre el Hijo y el Padre, pero la visión de Jesús en su gloria, siendo el primero y el último, que fue muerto y vivió (2.8), revela a Jesucristo como el mismo Todopoderoso.

El libro de Apocalipsis se divide naturalmente en tres partes:

19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de éstas:

Apocalipsis 1

No es difícil colocar estas divisiones. La primera división del libro es la visión que vio Juan al principio, que es declarada en el primer capítulo (1.11-20). La tercera división (las cosas que han de ser después) son declaradas empezando en el capítulo 4:

1 DESPUÉS de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo: y la primera voz que oí, era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de éstas.

Apocalipsis 4

Las Siete Iglesias

La segunda división, de consiguiente, es lo que contiene capítulos 2 y 3, las siete iglesias. Aunque esos capítulos corresponden a "las cosas que son," dándonos entender que son mensajes a iglesias del primer siglo, tienen misterios ("el que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" 2.7,11,17,29, 3.6,13,22) que obviamente no son exhortaciones sencillas, y también tienen profecías (2.10, 22, 23, 3.9, 10, etc.) que sin duda corresponden a iglesias futuras. Así que, "las cosas que son," son profundas y proféticas, abarcando mucho más que unas ciertas iglesias en Asia del primer siglo.

Ángeles, Bestias, Príncipes y Reyes

Para entender profecía, especialmente los libros de Ezequiel, Daniel y Apocalipsis, tenemos que entender la relación entre los poderes espirituales y la historia del mundo. Libros "apocalípticos" (palabra que significa "de revelación") contienen visiones del mundo espiritual, y un error muy común entre estudiantes de estos libros es suponer que son solamente simbólicos. Necesitamos evitar la inclinación de los incrédulos de simbolizar o "espiritualizar" todos los pasajes de la Biblia que presentan cosas extrañas. Es peligroso tomar como símbolos cosas que no tienen ninguna explicación simbólica en el texto. Muchas visiones extrañas en la Biblia en verdad no simbolizan nada. Son visiones de cosas reales. Hay símbolos en algunas visiones, por supuesto, como explica Daniel en su visión de la grande imagen (Dan. 2.31-) y muchas otras. Pero no debemos suponer por eso que todas estas visiones son simbólicas. La regla segura es, si no dice el significado del "símbolo" no es símbolo, es algo real.

Además, hay algunas representaciones escritas en el texto que aunque parecen símbolos, aun pueden ser reales. Hay seres vivientes en estas visiones que aunque mencionan representaciones de estos animales, ni por eso debemos suponer que son simbólicos. Existen animales espirituales extraordinarios con cuerpos espirituales (1 Cor. 15.44), y las visiones de estos animales espirituales no son símbolos ni parábolas. Por no entender la naturaleza de un "cuerpo espiritual" algunas herejías se han inventado. Por esta precisa cosa los Testigos de Jehová dedujeron que Jesucristo no resucitó "corporalmente," sino solo espiritualmente. Tuvieron problemas en explicar cómo Jesús podía pasar por paredes y desaparecer de la vista si hubiera resucitado carnalmente. Tanto se preocupan los TJ’s de ser "inteligentes" y "razonables" que una vez más niegan lo que dice la Biblia claramente por un argumento racionalizado. El hecho es que el mismo cuerpo de Jesucristo no se encontraba en su tumba, luego Jesucristo mostró las mismas señales de las heridas en sus manos y en su costado, y luego comió con sus apóstoles para mostrar que él tenía "carne y huesos," y que él "no era un espíritu" (Lucas 24.38-43). Mucho después Juan nos avisó que uno que niega que Jesucristo "es" venido en carne es "anticristo" (1 Juan 4.2,3). No dice Juan que Jesucristo "había" venido en carne, sino dice que Jesucristo "es" venido en carne. Pablo explica la resurrección comparando un grano de trigo con el cuerpo natural, y la planta que sale después con el cuerpo espiritual (1 Cor. 15.35-38). El mismo cuerpo natural es la raíz del futuro cuerpo resucitado. Nuestro mismo cuerpo de ahora se transformará en un cuerpo "espiritual." Ambos son cuerpos, aunque difieren de naturaleza, siendo "terrenales" o "celestiales." Y los cuerpos "celestiales" difieren unos de otros también. Así que, no debe sorprendernos ver seres vivientes en el cielo con cuerpos extraños.

Por ejemplo: Ezequiel nos relata una visión de cuatro animales alrededor de un trono (Eze. 1.4-28) pero nunca nos dice que simbolizan algo. Es mas, encontramos cuatro animales alrededor del trono también en Apocalipsis y tampoco nos dice Juan que simbolizan algo (Apoc. 4.6-9). Por comparar varias escrituras encontramos que estos animales son "querubines" (Eze. 1.26 con Eze. 10.1,15). Ahora la imaginación de Católicos y Protestantes de querubines como pequeños bebés desnudos con alas en la espalda, arpas en las manos, y aureolas en las cabezas es muy lejos de la verdad. Quizá sacan esta idea de 2 Crón. 3.10 "querubines en forma de niños," aunque esa frase probablemente significa solamente "estatuas," comparándolo con su texto paralelo en 2 Reyes 6.23 ("madera de oliva").

Sin embargo, por textos muy mas claros vemos que querubines son criaturas espirituales (Gén. 3.24), poderosas (2 Sam. 22.11), muy extrañas (Eze. 1.7-10) y espantosas (Eze. 1.13,14). Hay cuatro de ellos que viven alrededor del trono de Dios (2 Sam. 6.2, 2 Rey. 19.15, 1 Cró. 13.6, Sal. 80.1, 99.1, Isa. 37.16, Eze. 9.3, Apoc. 4.6, etc.). Querubines por naturaleza tienen varios rostros (Eze. 1.6, 10.14, 41.18), pero hay un rostro natural de "querubín" que por comparación de escrituras es rostro de "buey" (compara Eze. 1.10 con Eze. 10.14, y especialmente Eze. 10.22). La Biblia explica que aún Satanás era un querubín, el querubín "cubridor" (Eze. 28.14,16). Pero la apariencia de Satanás cambió cuando cayó de su lugar (Isa. 27.1). Es mas, en cada cambio de autoridad que Dios le hizo, la apariencia básica de Satanás cambió, pues aún en el huerto de Edén la apariencia de aquella "serpiente" cambió (Gén. 3.14). Así que, parece que los seres espirituales tienen cuerpos espirituales cuya apariencia corresponde a su autoridad, potestad y servicio. Las apariencias de sus cuerpos son expresiones de la autoridad entregada a cada bestia espiritual en algún momento de la historia terrenal, exactamente como nuestros cuerpos expresan nuestra posición en la jerarquía natural (1 Cor. 11.10), y nuestros rostros expresan nuestras emociones en cualquier momento.

Hay muchos ejemplos. Daniel vio visiones de cuatro bestias y nos explica que son "reyes" (Dan. 7.17), y después nos dice que son "reinos" (Dan. 7.23). Las bestias de Daniel a veces tienen varias cabezas (Dan. 7.6) o varios cuernos que crecen o se quiebran (Dan. 7.7), y dice que estas cosas corresponden a diferentes "reyes" (Dan. 7.24). En capítulo 8 Daniel vio otros animales en visión, un carnero con dos cuernos (8.3), que corresponden a reyes de Media y Persia (8.20), luego un macho de cabrío con un cuerno notable al principio (8.5) que fue reemplazado con cuatro cuernos maravillosos extendiendo hacia los "cuatro vientos" (Dan. 8.8), que corresponden a "Javán" (o Grecia), su cuerno grande el primer rey (Alejandro), y que de allí salen cuatro reinos, uno de los cuales tendrá imperio hasta tiempos del fin (8.21-23). Estas visiones explicaban la historia futura de la tierra. Pero si fueran símbolos solamente, sería difícil reconciliar una visión a otra, pues en los símbolos de la grande imagen de Dan. 2, y la visión de las cuatro bestias de Dan. 7, no es de Grecia el imperio hasta tiempos del fin, sino es Roma que tiene imperio hasta el fin, y Roma no sale de Grecia, sino era "muy diferente" que Grecia (Dan. 7.7). Además, en la primera visión Roma domina hasta tiempos del fin, siendo fuerte como hierro (7.7), produciendo el rey final (7.8). Pero en la otra, una división de Grecia produce el rey final (8.9-11).

Como símbolos paralelos de los sucesivos imperios las visiones se contradicen. Pero quizás los animales en las visiones no son símbolos. Es posible que estos animales son seres espirituales peleando verdaderas guerras espirituales, y tienen "señoríos" dados por Dios (Dan. 7.12), como ángeles tienen "dignidades" otorgadas por Dios (Judas 6). Estos seres tienen "imperios" espirituales que no necesariamente son reinos políticos sucesivos, también pueden ser autoridades y poderes espirituales. Un imperio es una potestad, y hay muchos (1 Cor. 15.24, Efe. 1.21, 2.2), por ejemplo, el Diablo tenía el "imperio" de la muerte (Heb. 2.14). Estos señoríos corresponden a cosas que tales seres espirituales desean. Hombres desean oro, fama, placer, poder, etc., pero seres espirituales desean cosas mayores, como reinos políticos (Luc. 5.5,6), dominio sobre tierras geográficas (Apoc. 2. 13, 6.8, 13.2, 16.10), dominio sobre razas y lenguas (2 Cor. 4.4, Efe. 2.2, Apoc. 13.7), dominio sobre ciertos plazos y tiempos (Mat. 8.29, Luc. 22.53, Apoc. 12.12), y adoraciones religiosas (Mat. 4.9, 1 Cor. 10.20, Apoc. 13.12). Lo importante en cada visión es averiguar cual de estas cosas se trata, o sea, de cual imperio, o cual señorío están peleando estos seres espirituales.

Por ejemplo, en cuanto a la diferencia entre las visiones de Dan. 7 y Dan. 8, sabemos que Grecia se dividió en cuatro reinos después de Alejandro (Macedonia, Tracia, Syria y Egipto) pero no sabemos en que sentido uno de estos reinos produce el rey que quita el continuo sacrificio (8.11) en el "fin de la ira" (8.19). Depende de cual aspecto de la historia los animales en la visión están peleando. Acertando el tema de la pelea sabremos un detalle mas acerca de aquel grande rey futuro. Uno de sus aspectos viene de Roma (Dan. 7.7,8, 9.26, etc.), pero otro de sus aspectos viene de Grecia (Dan. 8.9).

Algunos escépticos quizá no están convencidos de la existencia de tales guerras espirituales sobre señoríos espirituales. Pero son mencionadas algunas veces en la Biblia directamente. Daniel relata lo que le dijo un ángel en 10.11. Sucede que ese ángel había sido enviado a Daniel desde que había recibido la visión de 10.1, pero Daniel tenía que esperar tres "semanas de días," o sea, 21 días para recibir la explicación, porque el ángel enviado fue detenido por la guerra espiritual entre Miguel y un cierto "príncipe" de Persia (10.12,13). Era el mismo Miguel, "uno de los principales príncipes" que le ayudó para poder llegar a Daniel. Mas tarde dice el ángel que tenía que regresar para seguir peleando en contra del príncipe de los Persas, y que luego iba a venir a esa guerra el "príncipe de Grecia." Parece que estas batallas suceden en el "cielo" (Apoc. 12.7), los guerreros son ángeles y los príncipes son seres espirituales. La explicación sencilla es que tierras y pueblos terrenales tienen príncipes espirituales, y los sucesos de nuestra historia natural dependen de esas guerras espirituales. Miguel es declarado como el príncipe del pueblo de Israel (Dan. 10.21, 12.1). Príncipes espirituales son declarados en las profecías muchas veces, (Rey de Babilonia, Isa. 14.4, Príncipe de Tiro, Eze. 28, Pharaón, Eze. 31, etc.).

Ángeles de las Iglesias

Así que, para entender los misterios y las profecías de las siete iglesias de Apocalipsis tenemos que entender el carácter de las autoridades espirituales. Los mensajes de Apocalipsis 2 y 3 no son escritas a las iglesias directamente sino a sus ángeles. Mientras ciertas denominaciones utilizan estos ángeles para defender su tradición de un solo pastor en cada iglesia, la verdad es que no son pastores, son ángeles encargados con las iglesias. Recuerda, los seres espirituales que son mencionados en la Biblia hablan de verdaderas criaturas cuyos cuerpos, rostros y apariencias expresan su carácter, su autoridad y sus posesiones durante un cierto período de tiempo en que Dios les otorga un señorío. De la misma manera, ángeles mencionados en la Biblia también tienen autoridades y responsabilidades otorgadas por Dios, y su señorío, o su éxito puede seguir por mucho tiempo, o ser "quitado" por ineficacia. La relación entre los ángeles y las personas que representan es íntima. El ángel tiene responsabilidad de corregir las faltas, y si no lo cumple se quita su "candelero" (Apo. 2.5) de su "lugar." Como bestias espirituales tienen señorío sobre ciudades y territorios, y después su señorío o su "silla" (Apo. 2.13) o "trono" (13.2) puede cambiar a otra ciudad, o a otro territorio, de la misma manera, un mismo ángel puede ser encargado con una cierta iglesia por un cierto plazo, y su señorío también puede crecer para incluir otro territorio, otro pueblo u otra lengua. El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.