La Epístola

Apartado 1054

Irapuato, Gto. México CP 36500

#34 Junio, 1997

Impreso en México

Noticias

El padre de Déborah West, Robert Edgeman, murió de cáncer este mes pasado. Déborah tuvo oportunidad de visitar con él antes que murió, pero ya se había regresado a Polonia. Era salvo, entonces hay consolación en Cristo en su familia.

Polonia: José West nos escribió diciendo que sus reuniones todavía siguen recibiendo visitas. Hay tres personas regulares, pero suelen tener mas visitas que fieles. Solamente han bautizado uno, Piotr, que es un soltero estudiante que evangelizaron el año pasado. Siguen repartiendo folletos, cientos de miles. El Papa, que es polaco, visitará a Poznan y Gniezno próximamente, y están preparando a estar repartiendo folletos a los miles (o millones) que siempre atienden a sus funciones. Dicen que los polacos no son tan fanáticos como los del Bajío, aunque son menos abiertos al evangelio también. Pero dándoles oportunidad, ¿quién sabe? Dicen que ya 16 personas han terminado los primeros tres estudios de correspondencia, respuestas a los anuncios en los periódicos, paradas de autobús, y a los folletos repartidos. Solamente tienen tres estudios escritos hasta ahora. Dicen que tienen 10 estudiantes en una sola prisión allí, y están preparándose visitarlos.

Hay conferencia de exhortación en Aguascalientes de junio 12 a junio 15. El domingo de junio 15 habrá reunión de predicadores a las 4 de la tarde.

Irapuato está un poco animado recientemente. Empezaron predicaciones en las tardes no solamente el viernes, pero ahora también el sábado y el domingo, y han sido de mucho provecho. La reunión de jóvenes también se ha animado, y están llegando a repartir folletos y hablar con los interesados. Varios hermanos nuevos están intentando a predicar ahora, y por difícil que sea para los iniciantes, están logrando abrir su boca confiadamente, como Dios nos mandó. Tenemos muchas visitas cada reunión, y los hermanos están sacando estudios en sus casas. Sin embargo, el número de fieles no se aumenta, seguimos siendo alrededor de 25 a 30 adultos los domingos.

Celaya nos avisa que bautizaron a 4 adultos el mes pasado. Están todos bien de salud, y siguen los mismos reuniéndose en el parque Morelos.

Guadalajara promedia unos cuatro personas en sus reuniones, aparte de los hermanos enviados. Además, ya tienen una señora convertida a Cristo recientemente. Hay otro estudio bueno y hay constantes visitas a sus reuniones. Siguen orando para estas obras.

San Antonio planea una campaña de predicaciones en Colorado este mes y varios de la iglesia de San Antonio van a asistir. Yo también voy, por eso se está enviando la Epístola temprano este mes.

 

Evangélicos Intocables

8 Si dijéremos que no tenemos pecado, nos engañamos á nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros.

1 Juan 1

Siempre han habido personas ignorantes de sus pecados. He hablado con borrachos capaces de negar ser pecadores. He tratado con adúlteros que niegan que es pecado. Ignorar sus pecados es la norma para los perdidos, y por eso tenemos que predicar en contra de los pecados. Es necesario predicar un evangelio tanto negativo como positivo, a pesar de la tendencia de los evangélicos de hoy de predicar solamente el mensaje positivo. No basta decir que Cristo salva, hay que explicar de qué nos salva. No basta ofrecer perdón, hay que demandar arrepentimiento. Salvación es el remedio de la desesperación de pecadores, el alivio del temor de la condenación, la decisión creyente de una persona enterada. Evangélicos de hoy demasiadas veces desperdician el evangelio. Revisa tu Biblia hermano, y verás que la salvación nunca es ayuda para tus dificultades, pues te promete mas dificultades. No es para mejorar tu vida, sino para que pierdas esta vida. Y nunca es una búsqueda para mas adeptos, pues es una división radical, haciéndonos enemigos del mundo.

No nos sorprende cuando encontramos inconversos que son ignorantes de sus pecados. Pero hay sectas entre los evangélicos que también ignoran sus culpas. Hay evangélicos capaces de negar ser pecadores. Había una disensión entre Juan Wesley y Jorge Whitefield, ambos predicadores ingleses del siglo 18, acerca la perfección de los santos. Aunque empezaron sus ministerios juntos, y trataron de guardar una unidad exterior durante sus vidas, contendían a menudo acerca de varios puntos de doctrina, incluyendo la doctrina de Wesley de que una vez salvo, era posible llegar a la perfección en esta vida. Whitefield no aceptaba esa posibilidad, y ambos escribieron muchas cartas para defender su posición. Todavía hay muchos pentecostales que insisten que tuvo razón Wesley, pero cuando les he preguntado si conocen a alguien que ha llegado a ese estado de "santificación perfecta", solamente se han encogido los hombros. Wesley y muchos otros explicaban que existía un "reposo para el pueblo de Dios", que una vez alcanzado, caminabas en perfecta paz con Dios, sin esfuerzos, y sin caídas. Otros místicos lo han comparado con un "bautismo del Espíritu Santo," o con una "segunda gracia." Pero aun Wesley reconoció que muy pocos habían alcanzado tal estado, y no me acuerdo de ninguna vez que él pretendía haberlo alcanzado. Además, Wesley modificó su doctrina en sus últimos años, mucho después que Whitefield murió. Reconoció al fin que tentación y caídas eran parte integral de la vida de todo cristiano.

Sin embargo, todavía hay "evangélicos" que enseñan la perfección de cristianos. Hay una secta en el Bajío y también en México y Guadalajara que enseña no solamente que uno puede alcanzar tal estado de gracia, como un "rapto" terrenal, sino enseñan que todos los verdaderos cristianos ya lo tienen. Así explican que el nacimiento nuevo produce un milagro en la vida de todo aquel que verdaderamente cree, y que una vez salvo, ya no peca. Esta secta no está evangelizando a los Católicos, mundanos o perversos, sino su evangelización se dirige a los evangélicos. En Irapuato, repartieron invitaciones a predicaciones en un salón, que supuestamente iba a tocar asuntos de "profecías" y la "apostasía" de los últimos días. La apostasía de que se trataba era apostasía de los pastores evangélicos, los cuales enseñan la salvación por fe en la sangre de Jesucristo, mientras admiten ser todavía pecadores. Tales pastores son engañados, dicen, y engañan a los demás. Nos acusan de hacer que nuestros adeptos confíen de que ya son salvos, aunque todavía son pecadores. Y estos ahora les dicen que si todavía pecan, es porque todavía no son salvos, no han nacido de nuevo, no han experimentado el poder de Dios en sus vidas, y necesitan esforzarse mucho a entrar en el reino de Dios, antes que sea tarde. Y ya sabemos quien se ofrece para guiarlos de la mano.

Si esto parece confundir la gracia con obras, tienes razón, algunos de estos legalistas sí las confunden. Entre ellos algunos son herejes de primera fila. Sin embargo, otros insisten en salvación por gracia, sin obras. No quiero contender con los herejes aquí. Quiero examinar el argumento de los mas sinceros entre ellos. La demanda de arrepentimiento y el deseo de santidad son temas bíblicos. El nacimiento nuevo y el bautismo del Espíritu son milagros verdaderos en cada creyente verdadero. Siempre existen indicios de salvación y entre ellos está el cambio de vida. Es importante mientras luchamos en contra de herejes que no luchemos en contra de Dios también. Es importante examinarnos para ver si estamos en fe. Pero insistir que los verdaderos cristianos no pecan no solamente es absurdo, también les inclina a la hipocresía, y produce una ansiedad profunda entre verdaderos creyentes por no estar seguros si creyeron "suficiente" o no.

La contención de algunos de esta persuasión es que la salvación por gracia efectúa un cambio radical en la vida del creyente, dejándolo completamente nuevo, inmediatamente y visiblemente. Los que no demuestran este cambio radical se consideran perdidos todavía.

24 Porfiad á entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

Lucas 13

Javier Ríos, autor de uno de los libros vendidos en esos seminarios semanales, enseña que los que "porfían entrar" en el reino de Dios son los evangélicos creyentes, que son fieles a congregarse, son bautizados, y hasta testifican y predican, pero todavía pecan. O sea, dice que porfían entrar, pero no entran, porque si hubieran entrado, dejarían de pecar. Su queja mayor es en contra de tales evangélicos que predican que por solamente repetir una oración son salvos. Ríos, como nosotros, reconoce que la salvación es mas que un escape del infierno. El abomina la facilidad con que son agregados mas adeptos a las iglesias evangélicas. Y él acusa tales predicadores de apostasía. Y bien que puede tener razón en muchos casos. Pero Ríos se confunde en algunas cosas.

Ríos enseña como nosotros que la salvación requiere arrepentimiento. Pero según él, el verdadero arrepentimiento incluye tristeza, vergüenza, confesión a Dios, abandono de la práctica de pecar, no solamente externamente, sino también de corazón, y luego hacer lo contrario que hacía uno antes. Su única referencia al "abandono de pecado" es Isa. 55.7, donde el impío es avisado "dejar su camino" y "sus pensamientos". Ríos no supo distinguir entre el "abandonar pecado", lo cual él demanda, y "dejar un camino" o "cambiar pensamientos", lo cual Dios demanda. Arrepentimiento no es dejar de pecar, es un cambio de opinión, es ponerse de acuerdo con Dios.

Ríos dice que salvación requiere fe en Jesucristo, pero explica que verdadera fe significa "confianza obediente" de "todo corazón" (Hec. 8.37). Dice que tal fe purifica el corazón (Hec. 15.9) supuestamente dejando solamente intenciones puras, metas puras y conciencia limpia. Tal fe tiene obras, tales que el creyente estará siempre activa sirviendo a Jesús, y no necesitará regaños. Y tal fe es siempre firme y da una protección contra tentación. Según Ríos, el que cree, no duda, tiene corazón puro y se siente plenamente aceptado por el Señor. Así que, si tienes dudas, si necesitas regaños, o sientes tentaciones, no eres verdaderamente salvo. Pero Ríos no solamente confunde fe y "sentimientos", tampoco supo distinguir entre fe que es justicia (su concepto), y fe que es "contada por justicia" (concepto de Dios, Rom.4.5).

No creo que Ríos es hereje, pero excede en su celo, y los "impecables" cristianos que rodean estos hombres se han equivocado aún peor que los apóstatas que contradicen. Fíjate en los versículos que citan para documentar que cristianos verdaderos no pecan.

Mat. 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Hec 26:20 ... que se arrepintiesen y se convirtiesen á Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

Rom. 6:2 Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

Rom. 6:7 Porque el que es muerto, justificado es del pecado.

Rom. 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros;

Rom. 6:22 Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos á Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna.

Efe. 2:10 Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.

Hb. 10:39 Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma.

Hb. 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:

Sant. 2:17 Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma.

1 Pe. 2:24 El cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros siendo muertos á los pecados, vivamos á la justicia:

1Jn. 2:15 Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

1 Jn. 3:6 Cualquiera que permanece en él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.

1 Jn. 3:8 El que hace pecado, es del diablo;

1 Jn. 3:9 Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

1 Jn. 5:4 Porque todo aquello que es nacido de Dios vence al mundo:

1 Jn. 5:18 Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; mas el que es engendrado de Dios, se guarda á sí mismo, y el maligno no le toca.

Podríamos añadir otros versículos a esta lista que pudieran aprovechar estos "intocables" cristianos, pero estos bastan ahora. Las explicaciones son sencillas y obvias. Algunos de estos textos solamente recalcan lo que Dios quiere de nosotros, como Hec. 26.20 y Efe. 2.10. Otros hablan de cosas efectivas en el cielo, pero todavía incompletas en la tierra, como Rom. 6 y Heb. 12.14. Otros, especialmente 1 Juan, explican las diferentes naturalezas del creyente. El hombre espiritual no peca, precisamente como el hombre carnal no puede agradar a Dios (Rom. 8.8).

Pero fijándose en estos versículos los impecables enseñan que "ser salvo" significa haber experimentado una transformación sobrenatural el momento que cree. Prácticamente cesa de pecar. Si uno vuelve a pecar, significa que nunca nació de nuevo. Algunos niegan el haber pecado desde su salvación. Otros, como Javier Ríos, reconocen que cristianos pueden caer en pecado, pero insisten que no "practican pecado". Curiosamente, la revisión de 1960 utiliza esta explicación en su misma traducción de 1 Juan. Me es increíble qué tan confiados los traductores de la 1960 llegaron a ser. La Biblia antigua tradujo las palabras de 1 Juan precisamente. Los revisores de la 1960 no las tradujeron, sino las explicaron conforme su opinión de lo que significan. No tenían derecho de añadir sus opiniones al texto de la Biblia, pero Dios juzgará tal soberbia algún día. Mientras, podemos confiar en las palabras claras y precisas de Juan como están traducidas en la Antigua Versión.

Primeramente, es imposible distinguir "pecar" de "practicar pecado." Rios explica que practicar pecado es vivir "bajo el dominio de sus deseos mundanos." En otra ocasión dice que es no poder vencer los "antiguos hábitos y tentaciones". No está hablando solamente de vicios tampoco. Dice que practicar pecado incluye "mentiras, enojos, codicias con los ojos, avaricia, rencores, etc." Dice que el que de veras cree "no estará retrocediendo cada semana o cada mes a sus antiguos pecados y hábitos." Así que, Ríos prácticamente alega que si tú mientes o codicias solamente una vez por mes, estás practicando el pecado, y por eso no eres salvo. Además, con esto pretende de no haber codiciado en todo un mes. Sin embargo, ¿qué tiene la luna (un mes) que ver con el pecado de Javier Ríos? Dios nunca distingue entre pecar y practicar el pecado.

34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo de pecado.

Juan 8

Estos "impecables" evangélicos están en grave error, y no es solamente por malentender los textos mencionados arriba. Hay otras motivaciones por las cuales predican esta doctrina. Uno, quieren los adeptos de otros evangélicos. Esta motivación en ellos es claro considerando que rara vez evangelizan en la calle, sino constantemente dan seminarios a evangélicos. No es que tienen amor para los evangélicos engañados por los pastores apóstatas. Quieren llevar discípulos tras sí, gloriándose con los adeptos de otros.

13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; sino que quieren que vosotros seáis circuncidados, para gloriarse en vuestra carne.

Gál. 6

Otra motivación sobresaliente de todos los que predican como "intocables" es que quieren que los demás piensen así de ellos. Es sencillamente vanagloria. Este mismo error se ve comúnmente en predicadores fundamentalistas. Desean aparentar una santidad que todos desearíamos lograr, y así cobran gloria de nosotros. Pero están fingiendo. Aún los sinceros, que son disciplinados y austeros, y verdaderamente odian el pecado, en realidad no tienen lo que aparentan. Pues los mismos apóstoles no se encomendaron así, predicando a sí mismos, sino demostraron por ejemplo su gran deseo de salvar almas, humillándose con los "flacos", admitiendo su enfermedad, gloriándose en Cristo, no confiando en la carne, y así se distinguieron de los habladores.

12 No nos encomendamos pues otra vez á vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis qué responder contra los que se glorían en las apariencias, y no en el corazón.

2 Cor. 5

Cristianos necesitan balancear su deseo de justicia con su deseo de mansedumbre.

3 Buscad á Jehová todos los humildes de la tierra, que pusisteis en obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre: quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová.

Sofonías 2

Nosotros evitamos el libertinaje, predicando en contra de pecado y mundanalidad. Pero también admitimos el pecado que constantemente, pues sí, habitualmente se encuentra en nosotros. Hay muchas pruebas que el equilibrio sensible que predicamos nosotros es la misma doctrina de los apóstoles. Para empezar, fíjate en los dichos directos de la Biblia acerca de pecado en cristianos verdaderos.

Rom. 7:14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido á sujeción del pecado.

Rom. 7:17 De manera que ya no obro aquello, sino el pecado que mora en mí.

Rom. 7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no obro yo, sino el mal que mora en mí.

Rom. 7:23 Mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi espíritu, y que me lleva cautivo á la ley del pecado que está en mis miembros.

Rom. 7:24 ¡Miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte?

1 Co. 6:8 Empero vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y esto á los hermanos.

2 Co. 5:10 Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno ó malo.

Gal. 2:17 Y si buscando nosotros ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera.

1 Ti. 5:20 A los que pecaren, repréndelos delante de todos, para que los otros también teman.

Sant. 3:2 Porque todos ofendemos en muchas cosas.

1 Jn. 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.

1 Jn. 2:1 HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, á Jesucristo el justo;

La verdad es que el nuevo testamento habla mucho acerca de pecados en los verdaderos cristianos, y aparte de los textos que critican a los impecables directamente, llamándolos mentirosos, hay varios principios repetidos muchas veces que no tienen sentido sin reconocimiento de pecados continuos entre nosotros.

Carne irreformable

6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Juan 3

18 Y yo sé que en mí (es á saber, en mi carne) no mora el bien: porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo.

25 Así que, yo mismo con la mente sirvo á la ley de Dios, mas con la carne á la ley del pecado.

Rom. 7

7 Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta á la ley de Dios, ni tampoco puede.

Rom. 8

50 Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.

1 Cor. 15

8 Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado; llena de veneno mortal.

Sant. 3

Si hay algo explicado bien en el nuevo testamento, es que la salvación tiene que ver con el espíritu, y que la carne es destinada a ser destruida porque es irreformable. Mientras los cristianos tenemos carne, seremos inclinados hacia pecado.

Lucha entre Carne y Espíritu

41 Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne enferma.

Mat. 26

6 Porque la intención de la carne es muerte; mas la intención del espíritu, vida y paz:

Rom. 8

17 Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne: y estas cosas se oponen la una á la otra, para que no hagáis lo que quisieres.

Gál. 5

22 A que dejéis, cuanto á la pasada manera de vivir; el viejo hombre que está viciado conforme á los deseos de error;

23 Y á renovarnos en el espíritu de vuestra mente,

24 Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme á Dios en justicia y en santidad de verdad.

Efe. 4

5 ¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: El espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?

Sant. 4

Desde el día que uno nace de nuevo tiene una naturaleza dividida. Empieza una lucha continua que durará toda la vida, entre su espíritu carnal, y el Espíritu santo. El cristiano no escapa tentación y caidas hasta que se desviste de este tabernáculo carnal que Pablo llamó "el viejo hombre."

Arrepentimiento, Confesión y Lavacro Continuo

16 Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.

Sant. 5

9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad.

1 Juan 1

1 ASI que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios.

2 Cor. 7

26 Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra,

Efe. 5

21 Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para todo buena obra.

2 Tim. 2

3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.

1 Juan 3

Qué pesada carga tienen que llevar estos predicadores intocables, pues no tienen la libertad de confesar sus culpas. El día que confiesan que pecaron dos veces en una semana destruirán la imágen que han creado de sí mismos en sus oyentes. La Biblia dice que los que no confiesan, sino esconden sus pecados, andan en tinieblas (1 Juan 1). Pobres impecables, que no disfrutan del lavacro de la conciencia simbolizado por Jesucristo lavando los piés de sus discípulos. Aun al que es "todo limpio", sus piés se ensucian (Juan 13.10).

Paternidad de Dios

4 Que aun no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado:

5 Y estáis ya olvidados de la exhortación que como con hijos habla con vosotros, diciendo: Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, Ni desmayes cuando eres de él reprendido.

6 Porque el Señor al que ama castiga, Y azota á cualquiera que recibe por hijo.

7 Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como á hijos; porque ¿qué hijo es aquel á quien el padre no castiga?

8 Mas si estáis fuera del castigo, del cual todos han sido hechos participantes, luego sois bastardos, y no hijos.

9 Por otra parte, tuvimos por castigadores á los padres de nuestra carne, y los reverenciábamos, ¿por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

10 Y aquéllos, á la verdad, por pocos días nos castigaban como á ellos les parecía, mas éste para lo que nos es provechoso, para que recibamos su santificación.

11 Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia á los que en él son ejercitados.

Heb. 12

Si fuera cierto que todos los verdaderos hijos de Dios dejaron de pecar el día en que se salvaron, ¿porqué nos castiga Dios? ¿A poco Dios castiga a sus hijos obedientes, que siempre lo somos, según los intocables?

Crecimiento y Fruto

2 Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud:

1 Ped. 2

1 DE manera que yo, hermanos, no pude hablaros como á espirituales, sino como á carnales, como á niños en Cristo.

1 Cor. 3

15 Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo;

Efe. 4

22 Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe,

23 Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley.

Gal. 5

11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre.

1 Tim. 6

22 Huye también los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de puro corazón.

2 Tim. 2

El que nace de nuevo no nace maduro. Nace como niño, y el niño va creciendo a través de muchos años. Si fuera cierto que los cristianos todos dejamos de pecar el día que somos salvos, ¿qué lugar hay para crecimiento? Y si no hay pecado en ningún cristiano, por tan nuevo que sea, ¿porqué nos exhorta a "seguir", "buscar", o "anhelar" la justicia, la caridad, etc.? Las características que los impecables atribuyen a todos los cristianos, como justicia, fe, bondad, caridad, templanza, etc., en realidad son "frutos" del Espíritu santo. Todos sabemos que los frutos no son inmediatos. Nadie planta hoy para cosechar mañana. Frutos requieren tiempo. Fíjate en lo irrazonable de los predicadores intocables, que aseguran que los evangélicos que todavía pecan son perdidos, porque no demuestran la templanza y disciplina de hombres maduros en Cristo. No dan lugar para pequeños pasos, nuevos intentos, aprendizaje. Y se encuentran luchando en contra de todo el Nuevo Testamento.

La Adopción

20 Mas nuestra vivienda es en los cielos; de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;

21 El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar á sí todas las cosas.

Filip. 3

2 Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes á él, porque le veremos como él es.

1 Juan 3

21 Que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

22 Porque sabemos que todas las criaturas gimen á una, y á una están de parto hasta ahora.

23 Y no sólo ellas, mas también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es á saber, la redención de nuestro cuerpo.

Rom. 8

Los intocables hablan del "nacimiento nuevo", insistiendo que es un milagro visible que "hace todo nuevo" inmediatamente. Pero olvidan de la adopción. Es cierto que el espíritu nace de nuevo, y que es hecho en su imagen del que lo crió. Pero también recibimos el Espíritu de adopción, y la adopción, aunque predestinada y segura, es por venir. Hasta entonces los cristianos mas maduros están "gimiendo." Por cada victoria que logramos en contra de nuestra carne encontramos mas luchas adelante. No hay descanso, no hay fin. Pero esperamos ser librados de la corrupción en nuestro cuerpo mortal. Mientras, no hay porque fingir tener lo que todavía esperamos.

Conciencia Sensible

Hay indicios de la salvación, y el arrepentimiento verdadero es necesario. Arrepentimiento sí resucita una sensibilidad acerca del pecado, y produce una conciencia activa. Pero los intocables insisten que la conciencia de los salvos es limpia, y si uno siente conciencia de pecado es por no ser salvo. Sin embargo, Juan nos avisó que nuestra conciencia no es la palabra final.

20 Porque si nuestro corazón nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas.

1 Juan 3

Los intocables son mentirosos, vanagloriosos, hipócritas, comparándose entre sí mismos. Hacen desesperar los cristianos inmaduros. Pero hermanos, nuestra vivienda es en los cielos. El justo vive por fe, no por logros. El cristiano alaba a Cristo, no a cristianos. Evitemos estos hermanos impecables, no sea que les contaminemos, y nos culpen.