La Epístola

Apartado 1054

Irapuato, Gto. México CP 36500

Edición 009 Mayo, 1995

Impreso en México

 

Noticias

Para informar a los que todavía no lo saben, Jose y Déborah West se irán a Polonia también en septiembre, junto con Miguel y Jenny Riggs. En estos días están vendiendo todas sus cosas para juntar el dinero para pagar el pasaje y estudiar Polaco. Piensan salir de México en este mes, para visitar a sus familias en Estados Unidos y para estudiar Polaco en Michigan, antes de la conferencia de evangelismo mundial en San Antonio, la última semana de Julio.

La iglesia de Celaya está creciendo. Los hermanos Flavio y Genghis (Noé) nos reportan que hay 6 o 7 personas que regularmente asisten a sus reuniones en el parque Morelos. Además, una pareja de Irapuato (Javier y Pati) se cambió a Celaya en principios de mayo. Como Javier es un predicador, (y completamente ciego también), esperamos que sea una ayuda a la obra en Celaya.

Reconocimos a Mariano Alba como anciano (obispo) de la iglesia en Aguascalientes el 30 de abril. Oremos que Dios lo protege, y que levante a otros para compartir la obra. Además, la iglesia está llenando todas sus sillas todos los domingos entre adultos y niños (tienen 100 sillas). Bautizaron 13 el mismo domingo 30 de abril.

La iglesia de León comunica a todas las iglesias que van a tener conferencia de evangelismo mundial la semana de agosto 20 al 27. Habrá predicadores de varias ciudades compartiendo, y los hermanos Miguel Riggs y José West tienen planes de regresar de Michigan y Texas para participar antes de su salida a Polonia. Prepárate para estar allí para conformar tu vida al mandato del Señor, que prediquemos el evangelio a toda criatura.

El hermano Alberto Sotelo ha sido aceptado como predicador de tiempo completo en León, y como Juan Córdoba también es de tiempo completo forman un equipo. Pero Alberto se ha dedicado a ser evangelista a Celaya para ayudar a Flavio y Noé, y piensa irse el primero de septiembre.

León está planeando un bautismo este domingo 14 de mayo. Tienen alrededor de 20 para ser bautizados.

Memo Kincaid y Juan Castillo van a quedarse en Irapuato hasta que la iglesia esté preparado estar sola. Juan tenía planes irse a Morelia con José West, y Memo oraba acerca de Polonia. Pero Dios tuvo otros planes.

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¿Qué Cosa es Verdad?

Una vez Pilato pregunto a Cristo "¿Qué cosa es verdad?" pero él presumía como muchos hoy en día que la pregunta no tiene respuesta, y por tanto ni esperó para oir una (Juan 18.38). Es asombroso como tantos supuestos inteligentes piensan que "la verdad" no existe. Y otros, mas religiosos quizá, piensan que la verdad es imposible acertar en esta vida. Lo interesante acerca de estas opiniones es que las dos estimulan la pereza. Pilato ni siquiera tenía interés en la respuesta de Cristo. Ya tenía seguro que la verdad no estaba a la mano. Como decir, "Yo no sé la verdad, entonces nadie la sabe." Juzgando desde aquí Pilato se ve muy menso.

Pero muchos mas me han dicho la misma cosa, aunque en otras palabras. Hace unos días un señor nos dijo que él no creía la Biblia porque decía cosas absurdas. Y por lo menos él había leído la Biblia. ¿Cuántos hay que la niegan sin haberla leído? Pero este hombre al leer la Biblia no la creyó porque, según él, va en contra de la "ciencia", y en contra de la "razón". Al oir cosas "absurdas," (como en este caso que Eva hablaba con una serpiente), el hombre no las cree, y piensa que los que creemos tales cosas somos "supersticiosos," (palabra que quiere decir "demasiada adoración"). Y bien, muchos religiosos lo son. Ahora tienes que admitirlo, hermano, que a veces tú también cuestionas lo razonable de ciertas partes de la Biblia. En mis estudios yo he pasado por muchas dudas acerca de cosas escritas en ella, y acerca de doctrinas fuertes, como la del infierno. Pero puedo decir que a pesar de las dudas que me han llegado yo creo los "cuentos más absurdos" que se encuentran en la Biblia. Yo creo que Dios hizo al mundo en seis días. Yo creo que Eva fue engañado por una serpiente (aunque fue una serpiente mucho mas astuto que las que conocemos). Yo creo que Noé y su familia sobrevivieron un diluvio que aniquiló todo ser viviente sobre la tierra. Yo creo que el mar Bermejo se dividió y que los Israelitas lo cruzaron en tierra seca. Y yo creo que Jesucristo resucitó de los muertos.

Para muchos eso basta para demostrar que soy supersticioso. Como un señor en Guanajuato me decía, "Si la Biblia dijera que Jesús brotó alas y voló a la luna tú lo creerías." Bien, si la Biblia dijera eso, lo creería. Ahora, cuando un católico cree que la "Virgen de San Juan" hace milagros, o que la "Virgen de Dolores" llora verdaderas lágrimas, o que Jesús nació de la mollera de María, eso sí es superstición. Cuando un Mormón cree que los indios de las Américas son las "diez tribus perdidas," o que Jesús les apareció después de su resurrección, eso también es superstición. Pero cuando yo creo que Dios paró el sol en el cielo para extender un día, o que tres jovenes hebreos pasaron por el horno de fuego sin que ni siquiera les pasara el olor del fuego, eso no es superstición. Te diré porque.

Señas de Veracidad

Pero primero, fíjate en las señas de veracidad. Hay muchos indicios que utilizamos todos los días para adivinar quien nos está mintiendo. Y muchas veces descubrimos la mentira no mas por fijarnos en estas huellas que la mentira deja atrás. Por ejemplo, los cuentos de ficción rara vez incluyen detalles, que para el propósito del cuento no parecen importantes, detalles como, la fecha, la hora, el lugar exacto, la cantidad exacta, distancias precisas, tamaños, genealogías, etc. Por ejemplo, ¿quién fue el visabuelo de Juan Diego, y donde están sus descendientes hoy día? ¿En cuál casa nació, en qué calle, cuál número? ¿Era surdo? Con detalles se puede verificar la historia, pero sin detalles es invulnerable. Y muchos detalles que no tienen que ver con el propósito mayor de la historia son un indicio que la historia no es fabricada. Y como ya sabes, la Biblia está llena de detalles, genealogías, e información abundante.

Otro indicio para verificar un cuento es su originalidad. Es que la ficción más imaginativa todavía tiende a imitar historias conocidas, especialmente verdaderas. Por eso al leer libros como el de Mormón, o el Korán, ves que su estilo, sus historias, y sus doctrinas son muy familiares, pues son obvias imitaciones a la Biblia. Pero ¿quién hubiera adivinado las doctrinas del Nuevo Testamento, explicado por Pablo? ¿Quién hubiera compuesto una ficción semejante al libro de los Jueces? Originalidad no es suficiente para probar sin duda su veracidad, pero sí es un indicio.

Otra señal de verdad es el declarar lo increíble sin asombro. O sea, cuando exageran una historia casi siempre incluyen calificativos de sorpresa, dando conocer que se interesan en lo maravilloso de su cuento. Pero cuando Moisés escribe que Adám murió a los 930 años, lo dice sin asombro. Pues, ¿no supo que vivir 930 años es un detalle digno de enfatizar? Claro, pero no estaba enfatizando, estaba relatando.

Si hablamos de señas de veracidad, tenemos que incluir tales como, la confianza acerca de pruebas, y la constancia durante los años. Si el libro de Mormón fue compuesto de placas doradas en posesión de José Smith, ¿dónde están dichas placas ahora? Sería mucho mas persuasivo si aquel angel nos hubiera dejado esas placas aquí en la tierra. De la misma manera, los testadores de la Biblia no serían persuasivos si hubieran escondido a Lázaro despues de su resurrección, o si hubieran hecho sus señales en un cuarto cerrado.

Pues no pienso que ignora nada de esto; pues no ha sido esto hecho en algún rincón. (Hechos 26.26)

Y tocante a la constancia, cualquier mentira tiene que ser ajustada y modificada con el tiempo, y es por eso que las leyendas de Juan Diego, Mahoma, y María se van mejorando durante los siglos. Pero, a cambio, las historias de la Biblia son constantes. Cuando Marcos escribió su evangelio, nos contó las mismas historias que Juan, que escribió 50 años mas tarde, y después que el "cristianismo" se había convertido en una religión mundial.

Quizá la seña mas revelante de una historia verdadera, es el confesar lo malo acerca de sus heroes. Demuéstrame algún detalle verdaderamente vergonzoso acerca de Budha en los escritos budhistas, y me daría mas confianza que están hablando con franquesa. ¿Dónde nos relata el libro de Mormón, o los escritos de los Mormones, acerca de los pecados mas viles de José Smith? Y las historias católicas, ¿en cuál tomo debo yo estudiar para averiguar la profundidad de la inquisición española? Es que, hombres tienden a glorificar sus heroes, y esconder sus culpas. Pero la Biblia desnuda los pecados mas graves acerca de sus mas grandes heroes, incluyendo a David, a Pedro, a Pablo, Sansón, Noé, Judá, Samuel, Elí, y Salomón. Entre mas grande es el heroe en la Biblia, mas atención se pone en su pecado. La única exepción es Jesucristo, que aunque es revelado con toda franquesa, incluyendo sus doctrinas duras y el episodio en el templo con los mercaderes, siempre denuncia que no se le puede acusar de pecado, porque obedecía a su Padre.

Sin embargo, estos son no mas señales de veracidad. No pueden ser completamente persuasivos. Me he puesto a analizar la grán persuasividad que la Biblia demuestra. Yo me creo razonable, y hasta escéptico a veces. Pero la Biblia me ha persuadido eficazmente que todo lo que dice es cierto. Y ahora, no hay historia en la Biblia que se me hace increíble. Y me pregunto, ¿porqué?

Consideramos los Testigos de la Biblia:

Yo creo que podemos ver que el más incrédulo de los hombres está creyendo a alguien. Dijo aquel señor que él no creía la Biblia, pero nos hizo preguntar, entonces, ¿a quién creía? Si cree en la evolución está creyendo a algunos "científicos." Si cree que el mundo tiene mil millones de años, está creyendo a alguien. Si cree que estamos en el año 1995, está confiando en la veracidad de algún hombre. Vemos, pues, que la fe sana no está en algo, sino está en alguien. Es por eso que Jesús podía decir que él era la verdad, porque no había mentira en el. Por si hay algunos Pilatos hoy en día, podemos contestar su pregunta, la verdad es lo que dice el que es verdadero. No importa lo que dice, sino importa quien lo dice. Creer algo absurdo es superstición a menos que aquel que nos lo ha dicho es digno de confianza. La veracidad de toda historia depende de sus testigos. Para aplicarlo a nosotros, creemos la Biblia porque creemos a aquellos hombres que la escribieron, y para verificar la Biblia, solamente tenemos que considerar sus testigos. Fíjate:

1. Estos hombres eran testigos. Hay muchas evidencias que las historias de Genesis, desde el segundo capítulo en adelante, fueron escritos por los mismos protagonistas mencionados, y que no mas fueron juntados y copiados por Moises. Y al leer esas historias, quedamos persuadidos que son toda verdad. Pero es muy difícil creer al libro de Mormón que fue escrito 1800 años después de la historia que cuenta. El Korán, escrito 700 años después de Cristo afirma que él no murió en la cruz, que no resucitó de los muertos. Pero la Biblia, escrito por los mismos testigos de la resurrección, o por compañeros de esos testigos, afirma que él sí murió, fue sepultado, y resucitó al tercer día. Una de estas creencias es superstición. ¿Podemos acertar cuál?

Nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron por sus ojos. (Luc. 1.2)

2. Estos hombres eran razonables. Un rey llamado Festo acusó a Pablo de ser loco. La respuesta de Pablo debe ser considerado:

Más él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de templanza. Pues el rey sabe estas cosas, delante del cual también hablo confiadamente. (Hechos 26.25)

Al considerar la persona de Pablo el rey Agripa supo que no era loco, y por eso confesó ser casi persuadido. Los apóstoles y profetas hablaban palabras sanas y templadas, y por sus razonamientos tan claros nos persuaden de las cosas más increíbles.

3. Estos testigos eran muchos. Una exageración o una ficción a fuerzas tiene que dependerse de un solo testigo o una conspiración. Pero los sucesos del Éxodo no dependen del testimonio de Moisés solo, sino también de Josué, contemporáneo a Moisés, y que también escribió un libro en esa época. Las historias de Jesucristo son testificadas no por algún discípulo imaginativo, sino por doce hombres, independientes y competitivos. Son confirmadas por hermanos de Jesús, antes incrédulos, por su madre, por mas de 500 personas que también vieron a Jesús resucitado, y por fin, confirmadas por un ferviente enemigo de Cristo, Saulo de Tarso. Una conspiración así sería mas increíble que los milagros que relatan.

4. Estos testigos no se beneficiaron por su testimonio. A cambio todos esos testigos se perjudicaron en gran manera por lo que testificaron. Si estaban exagerando las cosas, o si estaban inventando alguna ficción, tenían que tener algún motivo. Pero, Pablo habla por todos,

Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres...¿Y por qué nosotros peligramos á toda hora? (1 Cor. 15.14-30).

Me es difícil creer que los apóstoles exageraban su historia sin algún motivo personal, como de enriquecerse, o de explotar a sus adeptos. Pero ¿cómo podríamos creer que exageraron no solo sin interés, pero causándose padecimientos sobrehumanos? Si creían al principio que iban a enriquecerse con su "ficción conspiratoria," cierto con la muerte de Esteban, o Jacobo hermano de Juan, todos se pondrían de acuerdo que el riesgo se ha aumentado mucho mas que el supuesto provecho. Creer que todos los apóstoles compusieron una exageración y luego se hicieron todos mártires para propagar esa ficción es mil veces mas increíble que las "absurdidades" que nos relatan. Así que, considerando los testadores de la Biblia, yo quedo persuadido que,

No (han) dado a conocer la potencia y la venida de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo con (sus) propios ojos visto su majestad. (2 Pe. 1.16)

Destruiré la Sabiduría de los Sabios

Pero quedo yo aún mas convencido cuando luego considero las pruebas de error que nos proponen los incrédulos. Estas discrepancias podemos categorizar en siete tipos.

1. Datos extraordinarios. "¿Mathusalam vivió 969 años? ¡Por favor!" Pero sirve mencionar que todos los días descubren información extraordinaria, y los más escépticos quedan persuadidos de absurdidades, por ejemplo, la teoría de "relatividad."

2. Enunciados contradictorios. "Dijo uno de ellos, propio profeta de ellos: Los Cretenses, siempre mentirosos...Este testimonio es verdadero." (Tito 1.12,13). Algunos no quieren dar a la Biblia la misma libertad que dan a si mismo de comunicar en el habla común.

3. Citas o libros inexistentes. "Y vino, y habitó en la ciudad que se llama Nazaret: para que se cumpliese lo que fué dicho por los profetas, que había de ser llamado Nazareno." (Mat. 2.23), O "De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adam, diciendo..." (Judas 14). No encuentran la cita entonces sospechan al autor de haberlo fabricado.

4. Profecías no cumplidas. "Y no dejarán sobre ti piedra sobre piedra;" (Luc. 19.44). Si no se ha cumplido, todavía es por cumplir.

5. Expresiones antecuadas. "Y á la mañana descendió rocío en derredor del real." (Ex. 16.13), O "los cuatro ángulos de la tierra." (Apoc. 7.1). Hemos descubierto ahora que rocío se destila del aire, que la tierra es esférica, y que los incrédulos siguen insensatos hasta hoy.

6. Historias diferentes. ("he aquí, dos ciegos sentados junto al camino," Mat. 20.30, Y "un ciego estaba sentado junto al camino," Luc. 18.35.) ¿Cuál fue, uno o dos? ¿Quién tuvo razón? Los dos tuvieron razón. Si hay dos, también hay uno.

7. Evidencias contrapuestas. ("Y salió Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Y conoció Caín a su mujer." Gen. 4.16.) ¿De dónde consiguió Caín su mujer? pregunta el incrédulo lerdo. La consiguió de entre sus hermanas, y habitaron en la tierra que después se llamaba Nod.

Los únicos tipos que merecen una respuesta son los últimos dos. Historias diferentes ocurren porque la Biblia está llena de diferentes puntos de vista. Varios libros relatan los mismos eventos e incluyen diferentes detalles. Pero hay algunas de estas discrepancias que son difíciles de reconciliar. En 2 Reyes 8.26 nos dice, "De veintidós años era Ochozías cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalem." Pero en 2 Crónicas 22.2 dice, "Cuando Ochozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalem." Esta es una de las más famosas contradicciones de la Biblia. Pero, me pregunto, ¿porqué somos tan dispuestos a dudar lo que dice? ¿Tenemos por seguro que Ochozías reinó no mas una vez? ¿No puede ser que reinó un año, y abdicó su trono, para tomarlo de nuevo veinte años mas tarde? O ¿no puede haber dos hermanos o medio-hermanos llamados Ochozías? (Josaphat tuvo dos hijos llamados Azarías, 2 Crónicas 21.2). Por faltar información no debemos prejuzgar al libro que se ha alumbrado el mundo entero.

Una vez unos Mormones me dijeron que no podían confiar en la Biblia porque estaba llena de errores, y hasta dijeron que pudieron mostrármelos. "Muéstrame uno, entonces." El joven quitó un libro de su portafolio y empezo a buscar una lista de errores en la Biblia. Por fin encontró la página y me mostró el primer ejemplo. En Hechos 9.7 dice, "Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atónitos, oyendo á la verdad la voz, mas no viendo a nadie." Luego, en Hechos 22.9 dice, "Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; mas no oyeron la voz del que hablaba conmigo." Al Mormón esto parecía un claro error. O Lucas se había equivocado en Hechos 9, o Pablo se equivocó en Hechos 22, pues uno decía que oyeron pero no vieron, y el otro contestaba que vieron pero no oyeron. Pobre Mormón incrédulo, que cree una lista en un libro, pero no pone atención a las palabras del libro de libros. Ni siquiera hay contradicción en las dos historias. Vieron la luz, pero no vieron a nadie. Oyeron una voz, pero no oyeron la voz del que hablaba con Pablo. Oir una voz no es lo mismo que oir una voz hablándote.

Evidencias contrapuestas casi siempre dependen de la parcialidad del incrédulo. En el libro de Números, Moisés enumera los hijos de cada quien que salió de Egipto. Pero algunos que buscaban evidencias que es fabricada tal historia, encontraron una "imposibilidad". Moisés era hijo de Amram, quien era uno de cuatro hijos de Coath. En la salida de Egipto tomaron el número de los hijos de Coath, y contaron 8600 varones.

Y de Coath, la familia Amramítica, y la familia Izeharítica, y la vamilia Hebronítica, y la familia Ozielítica: Estas son las familias Coathitas. Por la cuenta de todos los varones de un mes arriba, eran ocho mil y seiscientos, que tenían la guarda del santuario. Num. 3.27,28

¿Como pueden haber 8600 primos machos de Moisés? Eso quiere decir que los cuatro hijos de Coath tuvieron un promedio de 4300 hijos e hijas cada uno. Y queda claro que no había generaciones escondidas entre Coath y Amram porque uno de los cuatro familias mencionadas es la familia Amramítica. Y aunque Exodo 2.1,2 nos deja posibilidad de que haya generaciones escondidas entre Amram y Moisés, Exodo 6.20 nos dice,

Y Amram tomó por mujer a Jochebed su tía; la cual le parió a Aarón y a Moisés.

Ahora los incrédulos se felicitan por haber encontrado una evidencia de error tan fuerte. Pero como siempre, vamos a presumir que la Biblia es verdad, y veremos si tal contradicción es legítima.

Por muchos cálculos sabemos que los Israelitas permanecieron en Egipto la última vez (no contando las peregrinaciones a Egipto de Abraham) exactamente 215 años, comparando las fechas dadas en Gen. 12.4 (Abram tiene 75 años), Gen. 21.5 (Abram tiene 100 años al nacer Isaac), Gen. 25.26 (Isaac tiene 60 años al nacer Jacob), Gen. 47.9 (Jacob tiene 130 años al descender al Egipto), y Exodo 12.40 (todos los años en Egipto eran 430 años, incluyendo a Abraham), y Gálatas 3.17 (desde la promesa a Abram hasta la ley era 430 años).

Coath era un hijo de Leví y Coath ya había nacido cuando entraron las setenta personas al Egipto.

Y estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos: ...Y los hijos de Leví: Gersón, y Coath, y Merari. Gen. 46.8,11

Siendo que Leví no tenía mas de 45 años al entrar a Egipto (que sabemos por muchos cálculos también Gen. 30.25, 37.2, 47.9), Coath era joven al iniciar la esclavitud en Egipto. Coath vivió 133 años (Ex.6.18), su hijo Amram vivió 137 años (Ex. 6.20), y Moisés tuvo 80 años al salir de Egipto (Ex. 7.7). Sabiendo que Coath tuvo cuatro hijos, presumimos que los tuvó en los primeros 40 años en Egipto. Esto deja 175 años de multiplicación para los Coathitas. (Como puedes ver, no estamos presumiendo que Moisés tuvo 8600 primos, sino, como prescribe la Biblia, Coath tuvo 8600 descendientes). Las mujeres pueden tener hijos entre 12 años hasta 55 años normalmente, pero calculamos la fertilidad usual entre 20 y 50 años, dando una generación promedio de 35 años, que cabe 5 veces en 175. Así que hubo 5 generaciones para producir 8600 descendientes. ¿Todavía se te hace imposible?

El promedio de hijos que tenían las mujeres de Génesis se puede calcular precisamente, contando todos los casos que precisan el total de hijos varones nacidos de una mujer. No incluímos a Saraí (que estaba infértil por propósito de Dios), y las concubinas (que no había entre Israelitas mientras eran esclavos). Esto nos deja Keturah (6, Ge. 25.2), Milcah (8, Ge. 22.20), Rebeca (2, Ge. 25.24), Leah (6, Ge. 30.19), y Raquel (2, Ge. 35.24), dándonos el promedio de 4.8 hijos por mujer. Multiplicando los tres hijos de Coath aparte de Amram, por 4.8 varones cada generación 5 veces, vemos que la quinta generación numeró 7644 hijos. Y recuerde que esto ni siquiera incluye los hijos de Amram, que posiblemente tuvo hijos aparte de Aarón y Moisés, y tampoco incluye los hombres de la tercera y cuarta generación que aún seguían vivos al salir de Egipto. No solamente vemos que la historia de la Biblia es posible, vemos que es probable. Y en vez de felicitarse los incrédulos, mas bien deben avergonzarse por su pereza e incompetencia.

La Biblia no tiene pruebas de su veracidad para aquellos que no quieren aceptarla. Pero para nosotros que hemos sido iluminados por sus páginas se comprueba una y otra vez que es precisamente la verdad. Tiene las señas de veracidad, tiene testigos sanos, y los supuestos errores que señalan los incrédulos son indignos de mayor consideración. Es posible para el cristiano tener dudas, pero con un poco de atención podemos ver que este libro es digno de ser recibido de todos.